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Se estaba haciendo muy tarde y Leigh no llegaba.

Sólo daba y daba vueltas en mi habitación mientras esperaba que Leigh llegara.

De repente escuché que alguien había llegado

Me asomé a mi ventana y si, era él.

Leigh llegó de su cita.

Inmediatamente bajé corriendo las escaleras razón por la que casi me caigo en el último escalón.

-¿Estás bien Lynn? - Asentí. - Deberías ser más cuidadosa. - Si, a veces suelo ser muy torpe.

-Lo sé ¿Y bien? - Pregunté sonriendo.

-¿Mmm?

-¿¡Cómo te fue en tu cita!? ¿Se lo confesaste?- Mi sonrisa se hizo más grande .

-¡Si! Se lo dije- Respondió sonriendome.

-¿Qué dijo ella?

-¿Qué crees?- Su sonrisa se hizo más grande.

-¿Te dijo que sentía lo mismo por ti? ¿Lo admitió? - Asintió - ¡Te lo dije!

-Tú ya lo sabías y aún así no me dijiste nada- Me respondió él.

-Lo sé, lo siento, pero no podía decirtelo.

-No importa Lynn, de todos modos gracias- Me abrazó - Gracias a ti Rosa y yo estamos juntos.

-No fue nada.

-Si lo fue, si no fuera por ti no me hubiera atrevido pedirle ser mi novia.

-Lo sé Leigh yo...- Lysandro estaba a un lado de las escaleras.

Se veía tan triste y me miraba... Diferente.

Parecía que estuviera enojado conmigo.

-Que bien que ya hayas vuelto hermano- Dijo serio.

-Lysandro - Leigh lo saludó con una sonrisa en su rostro - ¿Estás bien? - Lysandro asintió.

-Si, iré a dormir. Estoy algo cansado.

-¿Me estabas esperando? - Preguntó Leigh

-No, sólo que no me dijiste que irias a una cita.- Yo se lo dije ¿No me creyó?

-Lo siento, olvidé avisarte que saldría con Rosa. - ¡Pero yo se lo dije!

-Descuida, ya estás aquí. Iré dormir como dije estoy muy cansado.- Se fue alejando.

-De acuerdo, descansa- Lysandro entró a su habitación - ¿Qué le pasa? - Me encogí de hombros.

-No tengo ni idea, hablaré con él - Subí corriendo y entré a su habitación la cual por suerte no tenía la puerta cerrada

Entré a su habitación, estaba ordenada, habian varios libros grandes y antiguos, La ventana seguía abierta y se filtraba un poco el sol que ya estaba saliendo- ¿Lysandro?

-¿Cómo entraste?- Preguntó con su ceja levantada.

-Estaba abierto- Señalé la puerta.

-Olvidé cerrarla - Por primera vez agradezco que tenga mala memoria.

-¿Lysandro por qué estás así?, ¿Qué tienes?- Toqué su hombro e inmediatamente se tensó.

-Nada Lynn, no te preocupes - Me dio unas de esas hermosas sonrisas que me tranquilizaban, pero esta vez...

Esta vez no lo hizo, era obvio que lo hacía para que creyera que todo estaba bien, para que pudiera Tranquilízarme y no me preocupara por él.

Sabía que él Odiaba que fuera intensa y muy entrometida, pero no podía evitar serlo.

Un nuevo amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora