Un Largo Día

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Mi corazón se detuvo y mis manos empezaron a sudar.

Rápidamente giré sobre mis talones quedando de espaldas a ella.

-¡Hola Gatito! ¿Me extrañaste?- Pronunció ella a...

¿Le dijo "Gatito" a Castiel?

En cualquier otro escenario me hubiera reído pero... Esto me hacía pensar o creer que ellos se conocían...

¡Un momento!

No será que Castiel es...

No... No ¡No!

-¿Te quedaste mudo Gatito? ¡Vamos! Sabes que no muerdo, oh bueno... Casi siempre no lo hago.

Con tan sólo escuchar el sonido de su voz me daban ganas de devolver lo poco que había ingerido en el transcurso de la mañana.

No podía creer que ella estuviera aquí.

Pensé que nunca más la volvería a ver.

Me estaba equivocando mucho últimamente y eligiendo decisiones erróneas. Podía, incluso, enumerar diez de ellas sin pensar tanto.

Uno: cuando pensé que jamás volvería a ver a Dake y a ella.

Dos: cuando le dije a Lysandro sobre mis sentimientos, aún no sé porqué no negué todo.

Tres: cuando acepté la cita con Dake.

Cuatro: Cuando le dije a Lysandro que si un amigo te besa las cosas pueden seguir igual.

Cinco: cuando le admití que no me molestaría si lo hacía y que a veces *Por no decir siempre que lo tenía cerca* quería que me besara.

Seis: Cuando le dije que me olvidara

Siete: cuando le pedí que me acompañara mientras la lluvia cesaba.

Ocho: Cuando después de que me besara lo echara de la peor manera posible de la habitación que él me dio, ¡lo eché de la habitación de sus padres!

Nueve: Cuando pensé que venir a vivir aquí seria lo mejor y que solucionaría un poco mis problemas.

Diez: Cuando creí que vivir en esta ciudad y estudiar en este instituto sería la mejor decisión que podía haber tomado.

Once: Cuando no pude dejar de mirar sus ojos, leer sus canciones y poemas, escuchar a escondidas su voz ... Cuando no pude evitar relacionarme con él hasta el punto de caer perdidamente enamorada y lastimosamente hacer que él se sintiera atraído hacia mí y lastimarlo... Ahora me iré y no estoy segura de si lo volveré a ver... O más bien si quiero volver a verlo.

Bueno... En realidad fueron once, pero no cambia nada. El decidir venir a vivir a esta ciudad sólo empeoró las cosas, volvió todo más complicado. Vine aquí con el fin de alejarme lo más posible de las personas que me conocían y podían encontrarme, pero lo único que logre fue encariñarme más con las personas que conocí aquí, incluso, a pesar de que la quiera matar a veces, creo extrañaré a Amber, aunque sea una estúpida que lo único que hace es molestarme, echaré de menos sus burlas y comentarios estúpidos y que Nath siempre se ponga de mi lado... Más bien que todos lo hagan y la dejen a ella como una tonta.

Extrañaré eso.

Ella en el fondo es una buena persona.

-Tú... - La voz de Castiel hizo que volviera de mis pensamientos. Su voz sonaba diferente que hace unos minutos.

Era fría, ronca y firme.

Escuchaba el dolor, tristeza y decepción detrás de ella, pero sabía que él trataba de disfrazarlo, la ira le ganaba y lo delataba.

Un nuevo amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora