*Especial* Melancolía

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Habían pasado ya varios meses desde que había dejado Sweet Amoris con la peor reputación posible.

Me dolía el recordar los rostros de todos dándome la espalda, sus rostros llenos de tristeza, dolor y decepción.

No creí que iba encariñarme tanto con ellos y que al final todo terminara así.

Nunca antes irme me había dolido tanto como esa vez lo había hecho, perdí a los mejores amigos que una vez pude tener, pero ese dolor no se comparaba con el que sentía al dejarlo a él.

Siempre que pienso en Lysandro lo único que puede distraerme y hacer que salga de mi cabeza es tocar un poco mi guitarra, pero...

Últimamente mirara al lugar que mirara perdía el control absoluto de mis pensamientos y mi mente viajaba a aquellos bellos momentos vividos juntos.

Recordé como se sintió aquél primer beso que nos dimos. Recordé ese bello roce de nuestros labios el cual duró sólo un segundo o tal vez dos, o tres. Sé que fue demasiado corto, pero muy especial y siempre vivirá en mí, es difícil olvidarlo, el sólo recordarlo me hacía sentir especial y que no había nada más perfecto en el mundo que él, que tenerlo a mí lado.

Recuerdo aquellos días que dejaba de hablarme y la cercanía que teníamos después de eso. Cuando con sólo rozar mi piel me hacía temblar y como mis piernas no respondían.

Tal vez era eso lo que me evitaba olvidarlo.Tal vez era que nunca antes pude sentir nada parecido a lo que sentí por él. Él me hacía sentir única y amada. Amada como nunca antes pude sentirme, amada de la manera más hermosa que puede existir.

Me hizo darme cuenta de que yo era capaz de hacer lo que quisiera y que debía creer en mí. Me hizo darme cuenta de lo insegura que era de mí misma y que tenía que dejar eso atrás.

Cuanto daría por verlo una última vez y agradecerle por todo lo que me dio viviendo a su lado.

Agradecerle por darme confianza en mí misma y... Por confiar en mí.

Debí confiar en él yo también, fue de las pocas personas en el instituto que en realidad me quiso con todo su ser y fue él con el que menos me abrí y al que menos escuché cuando me decía que ignorara todos los comentarios negativos y sólo creyera en mí.

Me importaron las demás opiniones de aquellos a los que no les importaba y no las de las personas que en realidad me querían.

Necesitaba a Lysandro. Aunque él me hubiera fallado, lo quería ver, no sé porqué últimamente el deseo de verlo crecía más y más cada segundo.

Deseaba estar en la cafetería y verlo entrar por la puerta y pedir su habitual café.

Extrañaba sentir su mirada siguiéndome por todo el lugar y que la apartara cuando se diera cuenta que me había dado cuenta de que me miraba.

Extrañaba ver su forma de "disimular" cuando lo pillaba mirándome.

Si él supiera cuánto me gustaba que me mirara...

Cuando nuestras manos chocaban al recibir las tazas de café. Su bella sonrisa al entrar a la cafetería, su rostro a bella luz de la luna, sus ojos... Uff, cuanto amaba sus ojos. Eran hermosos y sentía que lo eran más cuando ellos me miraban a mí.

Deseaba tanto que esos hermosos ojos me miraran una vez más...

Deseaba poder escuchar su perfecta voz pronunciar mi nombre y escuchar como su tono cambiaba cuando se ponía celoso.

Extrañaba tanto su rostro a escasos centímetros del mío...

Me había dado cuenta de que estaba más melancólica que nunca.

Un nuevo amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora