Perdida

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El silencio del lugar rápidamente me mostraba lo sola que estaba desde hace mucho tiempo. Tantas sonrisas, miradas, muchas frases premeditadas. Tantas caricias y tantos besos , una vez mas se fueron por el recadero. Todo fue una mentira, un espejismo de lo que quería. Sé que simplemente no quería entrar en razón. A mí me gustaba sentirme así, a pesar de que eso implicaba que jugaran conmigo. Sabía que todo lo que teníamos era simplemente un juego, pero lastimosamente poco a poco los sentimientos fueron apareciendo. No lo culpo por lo devastada que me encontraba en este momento, simplemente me podía culpar a mí misma. Después de todo, yo fui la que se ilusionó, fue mi culpa al mezclar mis sentimientos con una simple relación profesional, pero es imposible hacer como si nada de lo que había pasado entre los dos hubiese sido solo producto del difícil momento por el que estaba pasando, lo nuestro  simplemente ocurrió.

Yo sabía perfectamente con la clase de persona con la que me estaba involucrando. Algo entre los dos había cambiado desde el momento en el que nos conocimos, en el momento en el que nuestras manos se juntaron y labios tocaron. No fui la única que sintió algo.

Todos mis problemas a su lado se desvanecieron, fue perfecto ver como poco a poco cambiaba sus costumbres y dejaba al lado su mundo, y así, se aventuraba a conocer un poco el mio; a lentamente entrar a un mundo más serio, ver que había más gente a su alrededor.

Aún recuerdo como si tan sólo hubiese sido ayer cuando me propuso algo más serio, aún  recuerdo nuestras primeras peleas, recuerdo como todo lo nuestro acabó de repente y sin previo aviso; sería imposible negar que la única culpable de esa ruptura fui yo. Me alejaba de él constantemente, le ocultaba cosas, me resistía cada vez más  a las demostraciones de afecto y... yo sabía que las cosas para ambos eran difíciles, y más cuando alguien da todo de sí para cambiar por ti y lo único que haces es evitar y despreciar el esfuerzo.

Soy la peor persona del mundo, aún  así años después aún sentimos algo el uno por el otro. Recuerdo como si hubiese sido ayer cuando una vez mas me propuso salir, mi corazón casi se salió de mi pecho como la primera vez que lo hizo, sentí que al unirnos una vez más todo volvería a ser como antes, pero algo había cambiado; simplemente éramos amigos, amigos que se querían y que jugaban que sus sentimientos no eran solo de amistad. Solíamos comportarnos como si fuésemos algo más  que amigos cuando estábamos solos, y con eso no solo me refería a los besos y caricias entre los dos, nosotros podíamos hablar durante mucho tiempo de nuestros problemas, podíamos hablar de lo perfectos que nos veíamos aunque no fuese así, aunque él decía que no mentía. Lo que me dolía era que siempre él quería más, yo no estaba preparada, y sabía que él tampoco, pero yo, según él, seguía siendo la culpable de que lo nuestro no fuese más serio.

Aún  me pregunto, si yo fui la culpable de todo ¿por qué será que siempre que no estábamos a solas lo único que le importaba era ligarse a cualquier chica que le pasara por delante? ¿Por qué lo único que hacía cuando salíamos juntos en plan de amigos era alejarse de mí? ¿Por qué no le importaba  que lo mirara coquetear con ellas? ¿Por qué cuando le pedí algo mas serio se fue y me dejó con el corazón destrozado? ¿Por qué día a día me atormentaba con personas que ya no eran importantes en mi vida? ¿Tenía que recordarme cada bendito día que lo había dejado por alguien al cual no le importaba en absoluto?

Había intentado miles de veces seguir y dejar todos aquellos viejos sentimientos del Instituto a atrás, pero él no valoraba eso.

Fue difícil para mí afrontar que esa relación  de intituto había terminado de una vez por todas.

Recuerdo que después de la noche del baile fue imposible sacarlo de mi mente, sentí que fue la noche mas especial y mágica de mi vida, aún guardo un lindo recuerdo de lo que ocrurrió entre los dos.  Días más tarde lo único que  hacíamos era enviarnos mensajes de textos, estar juntos cada vez que teníamos oportunidad, sentí que lo que antes sentía por él se había multiplicado en grandes cantidades.

Un nuevo amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora