Un nuevo amor

En el sótano

Mi corazón se había roto en mil pedazos al oír sus palabras.

Me había hecho recordar todo aquello que odiaba y me avergonzaba.

Lastimosamente ella tenía razón.

No había otra palabra que me describiera mejor que esa.

Eso era lo que yo era.

Lo que más me dolía era que no podía cambiar lo que era. Hay cosas que puedes remediar, pero esto no era una de esas cosas.

Ya todo estaba hecho. Daría todo por volver el tiempo y evitar eso, pero no se puede.

Soy una asesina...

Yo maté a mis padres...

¡Yo los maté y no puedo cambiar eso!

Nadie se acercaría a mí si sabían eso.

Seguramente los asustaría y harían que todo por lo que he luchado se vaya por el drenaje.

-¿No dirás nada? - Preguntó Debrah

-Y-yo... Me alejaré de ti y de Castiel. No hablaré más con él, te lo prometo, pero por favor no le digas nada a nadie.

-Descuida, no lo haré- Dijo con una gran sonrisa - Pero no sólo te alejarás de Castiel. Te alejarás de todos y más de las personas más cercanas a él. Para mí eres una gran amenza y...

-No impedire que tú plan se estropee, no diré nada y, no lo dirigire la palabra a nadie. Por ti, Debrah. Espero que puedas triunfar haciendo lo que te gusta. Música.

-Oh créeme lo haré y lo disfrutaré demasiado y más cuando deje Castiel botado, justo como hice hace unos años.

-No te atreverías...

-¿Es un reto?- Me preguntó ella enojada.

-Por favor no le hagas daño, él... No se lo merece...

-No me interesa nada, haré todo lo que sea necesario para llegar adonde quiero llegar.

-Debrah...

- Será mejor que te vayas antes de que diga algo que no quieras que diga- se alejó de mi y me dirigi a hacer mi examen.

*-*...*-*...*-*...

Terminé mi examen y lo entregué. Fui de las primeras personas que lo terminó.

Me impresionó ver cuanta gente no había estudiado y se pasaban papelitos y el Sr Farres no se daba cuenta.

Estaba fácil, apesar de que no podía concentrarme bien, era como sumar 1+1, no necesitaba concentración para saber que es igual a 5

Al salir del aula ignoré a todos los que discutían acerca del examen y de todas las respuestas erróneas que había colocado.

Me dirigí a los vestuarios y estuve ahí encerrada mientras la hora del descanso culminaba.

Como era de esperar llegaron varias personas e insistieron para que los acompañara, pero yo rechacé amablemente sus propuestas.

Fue demasiado difícil cuando Rosa y Alex llegaron juntos, pero aunque sea difícil de creer logré convencerlos para que me dejaran solos.

Estaba a punto de regresar a clase cuando de repente alguien entró.

Me levanté de golpe.

Mi corazón se aceleró con tan sólo verlo.

-H-Hola - Saludé tímidamente.