Diez Años Después. [Wigetta]

Capítulo 6

Tenía planeado actualizar ayer doble capítulo pero al parecer mi celular tenía otros planes ¬¬ ya, ¡hoy no doble, sino triple capítulo! porque así soy, de meterme presión yo solita así termino de una vez por todas de escribir la historia lol (borraré esto una vez que haya publicado el 9, es decir, mañana)

Rubén y Mangel venían hablando sobre Guillermo mientras se dirigían hacia la universidad, la verdad era que en serio se estaban comenzando a preocupar por la actitud de su amigo al saber la "noticia" o, mejor dicho, el "rumor" que él mismo había deducido que era el regreso de Samuel a la ciudad. Si Guillermo antes estaba de un humor de perros y yéndose de fiesta tratando de olvidar al tan preciado amor de su infancia, ahora que sabía que era posible tenerlo cerca lo aterrorizaba y ellos lo sabían a la perfección. Les había costado demasiado lograr que su amigo cambiara su actitud de "me importa una mierda el mundo" que había tomado hace ya bastante tiempo atrás, cuando comenzó a salir con chicos y acostarse con ellos, a emborracharse y volver llorando el nombre de Samuel, incluso había comenzado a fumar como si quisiera morir ese mismo día por la cantidad de tabaco que entraba en su sistema... si iban a hablar de un regreso, tenían que estar preparados para la reacción de su mejor amigo, porque ellos más que nadie sabían que no iba a caerle muy bien a sus sentimientos ni mucho menos a su cabeza. Y aunque Rubén tuviera la esperanza de que todo saliera bien y ellos tuvieran la oportunidad de reconciliarse sin tener que llegar a los insultos y la violencia, sabía también que tendría que prepararse para una no muy agradable reacción por parte de Guillermo y que tendría que listo para un repentino regreso de todas esas acciones que tanto le dolían en el pasado...

Al llegar ya a la calle de la universidad cambiaron totalmente el tema, no sea cosa de que Guillermo los cazara hablando de él y su "situación" como tantas veces lo había hecho, ya bastante tenían con el malhumor que ese chico traía hoy encima. Entraron al edificio como si estuvieran hablando de algún videojuego que les había gustado, riendo y haciendo gestos que llamarían la atención de cualquiera, si no fuera por la ruidosa risa que se escuchó pocos segundos después de los extraños movimientos de Rubén. ¿Quién se reía así? Seguramente todos en la entrada se estaban preguntando aquello, y aunque los demás poca importancia le dieron, a cierta persona un poco más alejada y sentada en un pequeño banco bajo un árbol casi le da un puto paro cardíaco al ver hacia esa dirección.

Si Guillermo pensó que el destino y el universo lo odiaban cuando la familia de Samuel lo alejó de él, ahora creía estar comprobándolo y con mucha seguridad. Porque vamos ¿cuántas posibilidades había de que él entrara al mismo tiempo que sus dos mejores amigos? ¿Una en no uno, sino dos millones? Pues al parecer una en muy pocas, porque eso era justamente lo que estaba ocurriendo. ¿Si sabía que era él? ¡Por supuesto que lo sabía! Si apenas había cambiado... bueno, ahora estaba mucho más trabajado su cuerpo y tenía una barba que lo había ver más masculino que al Samuel de 13 años que él conoció, obviamente.

Bueno, a decir verdad estaba muchísimo más cambiado. Y cómo de cambiado, ¡pero si ahora tenía un cuerpo que te dejaba loco! Y su sonrisa... Guillermo podría jurar que era aún más hermosa de lo que él recordaba...