Si Guillermo estaba tenso anteriormente con todo lo que tuviera que ver con Samuel, ahora poco más y podía sentir como todo él se tensaba y alguna que otra contractura se hacía presente. Simplemente no podía creer tener tanta mala suerte, no podía y no lo haría jamás. Era una puta magia de la mala suerte lo que él traía encima. Ya sea el karma o lo que sea, estaba ensañado en cagarle la vida una y otra vez de todas las maneras que le fuera posible y, si estaba a su alcance, aún más allá de lo posible. Es que ¡Maldita sea, más de diez personas sin un maldito compañero y a ellos les tocaba juntos! ¿Qué más podría ser además de una suerte de perros? ¿O acaso el profesor los conocía de antes y lo había hecho aposta? Lo dudaba, y de hecho se sintió estúpido al pensarlo. En su cara se veía una mezcla de querer saltarle al cuello a aquel anciano de pelo blanco, y que al tener la boca tan abierta por la sorpresa le entraría algún pájaro a vivir, inclusive alguna que otra mosca que estuviera por el lugar. Estaba no indignado, sino que lo siguiente a eso ¡él no trabajaría con Samuel ni en un millón de años! Ese señor estaba soñando si creía que él podría hacer un equipo con esa persona tan... tan... ¡Tan desagradable! Sí, eso era Samuel para Guillermo, eso sería de ahora en más. No tenía ni la más mínima gana de tener que fingir que quería llevarse bien con él por aquel estúpido trabajo, no quería tenerlo cerca porque le causaba repulsión -o quizás todo lo contrario, pero aquello se negaría eternamente a admitirlo -, no estaba dispuesto a invertir su preciado tiempo en alguien como él.
-¡¿Qué?! -prácticamente gritó luego de procesar la tan desagradable información. El profesor, junto con todos los alumnos allí presentes, incluido su "despreciable" "compañero", se lo quedaron observando totalmente sorprendidos. ¿En serio lo había dicho en voz alta? Sí que tenía mala suerte. Y poco control sobre su cuerpo.
-¿Tiene algún problema, señor Díaz? -el profesor habló un poco enfadado la verdad, en todos sus años de docente -que eran muchísimos más de los que parecían -nadie se había atrevido a hablar así en su presencia, o siquiera quejarse sobre una elección que hiciera. Se sentía atacado y tratado con una falta de respeto atroz. Bueno, era obvio que no conocía a Guillermo y sus ataques de "¿qué mierda me estás contando?", porque de ser así no se alteraría tanto. De hecho, hasta podría haberle parecido cómica su reacción y su cara de asesino desencajado y suelto por la ciudad.
-¡¿Qué si tengo un problema?! -Guillermo seguía con la voz elevada unos diez tonos más arriba de lo que debería, y más tratándose de un profesor, y aún más tratándose de ESE profesor. Sus amigos intentaron frenarle, pero ¿qué podían hacer? Si cuando se trataba de Samuel no había qué o quien hiciera entrar en razones al pelinegro... -¡Por supuesto que tengo un problema! -añadió. No sentía vergüenza de estar hablándole así a su profesor, ni de estar frente a más de cuarenta personas gritando como una mujer histérica porque su marido llegó a casa luego de las doce y con un olor a alcohol que podría embriagar a media ciudad, no sentía vergüenza de nada, sólo podía sentir su indignación y su enojo creciendo cada vez más.
-¿Y cuál es su tan enorme problema? -Aquel señor comenzaba a perder la paciencia con Guillermo. ¿Quién se creía? Para él sólo era un niñato más haciendo berrinches porque no le tocó con su mejor amigo. Nada más que eso.
-¡Que yo no voy a trabajar con ese hijo de puta! -gritó, dejando a todos con una cara de estar flipándolo en treinta y cinco colores diferentes. Incluso él se dio cuenta del escándalo que estaba haciendo, de que parecía una novia despechada ¿y por qué una novia? ¡Parecía un idiota, no una novia! Gritándole al profesor más respetado y aterrador de toda la universidad frente a todas esas personas, llamando hijo de puta a Samuel frente a las mismas y lo peor era la combinación de todas esas cosas, haberle gritado al profesor que Samuel era un hijo de puta frente a todos ellos.
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Diez Años Después. [Wigetta]
FanfictionSamuel y Guillermo se conocieron durante su infancia, se convirtieron en grandes amigos y hasta en algo más que eso... pero por cuestiones que ellos no entienden y que el destino escribió, tuvieron que separarse. ¿Qué pasaría si ellos volvieran a en...