La verdad nos hará libres

34. La mala suerte se ríe de mí

Carol también estaba allí y venía hacia mí. Te odio vida. A ver que puedo hacer piensa por una vez esto es una persecución yo esquivé a Carol miré hacia atrás y me choqué con un chico muy guapo, menudo golpe.
- Lo siento no miraba por donde iba.
- No pasa nada.
Dijo él sonriente. Creo que los tres que me seguían se quedaron quietos porque los vi pasar de soslayo.
- Bueno me voy.
Yo me despedí de el chico. Espera no sabía su nombre menuda patosa soy al ligar con alguien ni siquiera sé si me gusta. Me volví enfadada y vi a todos allí mirándome el que más Marcos.
- Que bien soy al único que le pegas.
Dijo él.
- La verdad es que eres el cuarto.
Dije yo.
- ¿¡En serio!?
Yo asentí.
- Bueno ¿Qué hacemos?
- Azu puedo hablar contigo.
Dijo Rocío. Me llevó a parte.
- Te gusta.
- ¿Qué?¿Quién?
- El chico.
- Ah ese. No lo sé ni me importa tengo mejores cosas que hacer.
- Entonces ¿Te gusta Marcos?
- ¡¡No!!
Dije con un hilo de voz.
- ¿Y por qué no puedes hablar?
- No tiene nada que ver.
Yo vi a un gato tan bonito y lo cogí, lo acaricié y salí de aquel callejón. Todos me miraron.
- Me gustan lo gatos.
Y me lo llevé a mi casa.