Yara y yo quedamos solas para colarnos en la casa de Peter.
- Ahora a esperar.
- Sí.
Dije yo. Al cabo de media hora se fue y nos colamos por la ventana que daba al salón.
Fuimos a su cuarto menos mal que no tenía sirvientes. Y lo registramos todos pero dejando las cosas en su sitio.
- Aquí no hay nada.
Dijo Yara.
- Tiene que haber algo.
Dije mientras registraba los cajones se oyó unas llaves Yara escapó. Yo iba a escapar pero se oyeron unos pasos muy cerca del cuarto así que me escondí en el armario. Él entró en el cuarto y se quitó la camiseta. Yo solo pensé "Que no se desnude delante de mí por favor".
Se metió en el baño. Cuando salí del armario vi un cajón en el que no reparé al entrar. Lo abrí y... Bingo ahí tenía guardada una camiseta negra con sangre de Marina probablemente. La cogí con los guantes y la metí en la mochila. Sin hacer ruido fui corriendo a la ventana por la que vine y justo cuando Peter salió de la ducha, yo salí de la casa...
Me encontré a Yara en el campo de las azucenas.
- ¡Por que poco!
Dijo Yara sonriente.
- Casi se desnuda delante de mí.
Yara negó riéndose
- Ja ja yo creo que si lo hacía tu salias y le pegabas.
Nos echamos a reír.
- Mira lo que he encontrado.
Saqué la camiseta de la mochila.
- Ay va es una camiseta ensangrentada de Peter lo que demuestra...
- Que es el asesino de Marina.
La interrumpí.
- Genial hay que llevarlo a la policía.
Exclamó Yara.
- Eso es imposible. Nos hemos colado en una casa ilegalmente. Imagínate lo que pasaría si se supiera...
- ¿Si se supiera el qué?
Dijo una voz detrás de mí me di la vuelta y allí estaban Rocío, Nicky, Alex, Javier y Marcos.
- Si se supiera que...
Yara me miró.
- Que... Tengo no-novio.
Me dieron arcadas y me puse a toser como loca.
- ¿Y quién es?
- Se llama...
Miré a todas partes buscando un nombre para mi novio imaginario.
- A la... Alberto, se llama Alberto.
- Presentanoslo.
Dijo Nicky.
- Es que... Me avergüenzo.
Dije yo "ESO ES LO UNICO QUE SE TE OCURRE" Me grité a mi misma.
- ¿De qué?
Dijo Rocío, Yara me miró e intervino.
- Tampoco hace falta presionarla.
- ¿Tú lo conoces?
Le preguntó Javier.
- No. Me acabo de enterar ahora.
- ¿Por qué vais de negro?
Preguntó Alex.
- Coincidencia.
Dijimos a coro.
- No lo creo.
- Tengo que irme es tardísimo.
Dije yo.
- Y yo.
Añadió Yara.
- ¿A donde?
Preguntó Javier.
- A casa.
- A salir.
Dijimos Yara y yo y nos miramos.
- A salir.
- A casa.
Dijimos otra vez pero viceversa.
- Vamos a salir de casa a las 6.
Dije yo.
- En verdad tu tienes una cita.
Me dijo Yara.
- Pero ¿Es que no te cansas?
Dije fulminándola con la mirada.
- No.
- Bueno pues adiós.
- ¿Y cuando conoceremos a Alberto?
Dijo Alex.
- Lo voy a dejar.
Le grité.
- ¡No! Espera queremos conocerlo.
Me detenió Rocío.
- Vale- Dije yo- Lo conoceréis a las 6.
- Vaya creía que era una farsa ¿Quién se podría enamorar de ti?
- Eso mismo pensé yo cuando conocí a Alice.
Dije sonriente, Marcos me fulminó con la mirada.
- Tú riete que yo lo haré cuando conozca a "Alberto".
Dijo entre comillas.¿Qué hago ahora? No conozco a nadie que se llame Alberto y no quiero que sepan que es una farsa porque nos interrogaran a Yara y a mí.
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La verdad nos hará libres
Fiksi RemajaLa vida será muy buena para todos menos para mí ¡Menuda vida la mía! Siempre me estoy metiendo en líos o peleas con la gente de mi instituto y me acabo de mudar. ¡Qué asco de vida!