Capitulo 9: Encuestas.

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Miraba la pantalla de su celular mientras la toalla aún estaba sobre su cabello húmedo cubriéndolo. Era ya de noche, por lo que pese a no tener mucho de haber salido de la ducha ella ya estaba usando su pijama, y justo en ese momento estaba al pie de su cama sentada en el suelo con la espalda recargada en la base de madera mientras mantenía las piernas flexionadas sirviendo como apoyo a sus manos que sostenían el teléfono.

Oprimió una de las opciones a respuesta y paso a la siguiente pregunta de la encuesta que hacía desde su celular dejando oír suspiros de vez en cuando.

Se sentía estúpida y avergonzada, pero no podía simplemente dormir porque su mente no se callaba, no era capaz de dejar de pensarlo.

— ¿Cómo te parece físicamente?—Leyó en voz baja la pregunta del test frunciendo después los labios mientras sus mejillas permanecían coloreadas tenuemente, sin dudarlo mucho respondió con honestidad oprimiendo la respuesta que más le parecía correcta en su situación... "Es guapo". Y de esta forma continuó con las preguntas que poco a poco se volvían más incomodas para ella en un test que parecía volverse eterno y eso la frustraba, aunque a la vez temía que se terminara, porque entonces sabría la respuesta... ¿Pero en realidad podía creer en el resultado de un test de internet? Eso sería bastante ingenuo de su parte, pero al menos le daría una pista.

Gustarle...

Gustarle...

¿Yato en verdad podía gustarle de otra forma? Más allá de los amigos ¿En verdad podía gustarle?

Yato era un dios bastante patético hasta cierto punto, pero era divertido pasar el rato con él en compañía de los demás... Además... Nada borraba el hecho de que él era una deidad. Una existencia divina que no se suponía que ella fuera capaz de ver y mucho menos entablar una amistad, y aun así ¿En verdad era posible que albergara otra clase de sentimientos? Él corazón sí que es tonto.

Corazón debatiendo. Tu corazón está confundido con sus sentimientos hacia esa persona, pero para darte cuenta de una vez te tenemos unos fáciles pasos a seguir para cuando estés con él.

Suspiro y recargo la nuca aun mojada sobre el borde de su cama dejando caer después los brazos a sus costados sintiéndose rendidos. Vaya respuesta idiota... Sin embargo, ella era más idiota por saber que al final iba a hacer lo que aquella encuesta le demando.

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— ¡Hiyorin~!— Canturreo la diosa de la pobreza mientras se abalanzaba hacia la adolescente que estaba sentada tomando té en la casa de ella acompañada por Daikoku y Yato— ¿Por qué no fuiste a saludarme?

La castaña sonrió y miro a Kofuku con algo de culpabilidad.

—Lo siento, Daikoku-san me dijo que ayer estuviste en una fiesta y apenas habías dormido... No quise molestarte.

— ¡Hump! Soy una diosa ¿Lo entiendes? ¡Una diosa! No me afectan cosas como la resaca y las desveladas— Alego la pelirrosa aferrándose con más fuerza al cuerpo ajeno mientras hacia una expresión de reproche.

—Lo siento...— Respondió la semi-humana sin saber porque se sintió de alguna forma herida por las palabras de Kofuku. Quizás porque había recalcado la diferencia entre una deidad y un simple mortal.

—Kofuku, estas asfixiando a mi Hiyori— Vocifero el ojiazul poniéndose de pie y extendiendo las manos a donde ellas dejando ver sus intenciones de separarlas notando como se había opacado la mirada de su amiga humana.

— ¿Acaso estas celoso Yato?— Cuestiono la diosa apegándose más a la Ikki con un tono burlón para con el dios de la calamidad

El aludido abrió la boca y sus mejillas se colorearon ligeramente fingiendo sentirse indignado.

¿Qué Clase de Sentimientos Tienes?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora