Me desperté a las ocho por el ruido de mi móvil. Alguien llevaba horas mandándome mensajes. Ya no pude conciliar el sueño y decidí mirar de quien eran para poder mandarle a la mierda. Eran de él. Según la hora que ponía en los mensajes llevaba toda la noche sin dormir. Me quedé bastante sorprendida y le contesté para que se tranquilizara. Los mensajes eran bastante largos y en ellos me decía lo mucho que lo sentía. Es raro en mí, pero sus mensajes me llegaron hondo, así que le llamé.
– Hola... -dije a través del teléfono esperando una respuesta.
– Hola... -me dijo él con cautela- siento lo de ayer...
– ¿Qué sientes?
– Siento el haber sido tan cabrón y haberte dejado con las ganas.
– El que salió peor fuiste tú, porque yo soy como una droga, el que me prueba repite... -dije intentando que se creyera que el que había salido peor parado que yo.
– No estoy seguro de querer probar... -dijo Justin con voz pícara.
– ¿Por eso te fuiste?
– Si...
– ¿Entonces para qué me llamas? - dije bastante intrigada
– Tenía pensado recogerte esta tarde y dar una vuelta juntos... y con suerte comenzar una amistad contigo.
Yo abrí la boca bastante sorprendida ya que no me esperaba esa proposición.
– Nosotros ya mantenemos una amistad...
– Si, lo sé, pero solo profesional. Yo quiero tener contigo una amistad de verdad en la que ambos podamos contar con el otro para todo y confiar al cien por cien.
Es la primera vez que un chico me hace ruborizarme al decirme que solo quiere ser mi amigo.
– De todos modos estás dando por hecho que voy a ir...
– Es que lo vas a hacer -dijo él muy seguro de sus palabras.
– ¿Vas a obligarme?
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El fuego. Cálido y peligroso.
FanficMiré por el window, y ahí estaba él, bajo la lluvia, un día de invierno, sentado en el escalón de la puerta de mi casa, borracho como una cuba. En el fondo me da mucha pena, pero lo que me ha hecho es imperdonable. Las últimas semanas han sido incre...