Capítulo 25

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Me desperté a las ocho por el ruido de mi móvil. Alguien llevaba horas mandándome mensajes. Ya no pude conciliar el sueño y decidí mirar de quien eran para poder mandarle a la mierda. Eran de él. Según la hora que ponía en los mensajes llevaba toda la noche sin dormir. Me quedé bastante sorprendida y le contesté para que se tranquilizara. Los mensajes eran bastante largos y en ellos me decía lo mucho que lo sentía. Es raro en mí, pero sus mensajes me llegaron hondo, así que le llamé.

– Hola... -dije a través del teléfono esperando una respuesta.

– Hola... -me dijo él con cautela- siento lo de ayer...

– ¿Qué sientes?

– Siento el haber sido tan cabrón y haberte dejado con las ganas.

– El que salió peor fuiste tú, porque yo soy como una droga, el que me prueba repite... -dije intentando que se creyera que el que había salido peor parado que yo.

– No estoy seguro de querer probar... -dijo Justin con voz pícara.

– ¿Por eso te fuiste?

– Si...

– ¿Entonces para qué me llamas? - dije bastante intrigada

– Tenía pensado recogerte esta tarde y dar una vuelta juntos... y con suerte comenzar una amistad contigo.

Yo abrí la boca bastante sorprendida ya que no me esperaba esa proposición.

– Nosotros ya mantenemos una amistad...

– Si, lo sé, pero solo profesional. Yo quiero tener contigo una amistad de verdad en la que ambos podamos contar con el otro para todo y confiar al cien por cien.

Es la primera vez que un chico me hace ruborizarme al decirme que solo quiere ser mi amigo.

– De todos modos estás dando por hecho que voy a ir...

– Es que lo vas a hacer -dijo él muy seguro de sus palabras.

– ¿Vas a obligarme?

El fuego. Cálido y peligroso.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora