Capítulo 11

33 4 2
                                    

Estábamos las dos tumbadas en la cama. Manddy me estaba contándome cosas sobre Alex, el chico que hace que se le caigan las bragas. A lo que oigo mi móvil sonar. Era un mensaje de un desconocido que decía:

¿Qué estás haciendo? 

 

No sabía de quien era el mensaje. Miré muy extrañada la pantalla de mi móvil y Manddy me preguntó que qué era lo que ocurría. Yo no le contesté y seguí pensando en quien era esa persona tan misteriosa. No sabía que hacer y de pronto se me ocurrió enviarle otro mensaje:

¿Quién eres? 

Unos segundo más tarde recibí otro mensaje que decía:

Soy a quien casi besaste en el estudio :)

Miré con la boca abierta el mensaje y muy enfadada por su contestación le llame enseguida, dando un salto de la cama.

– ¿Qué es lo que te pasa? - me preguntó Manddy.

– Le voy a decir unas cuantas cosas a ese hijo de perra. -dije pensando en voz alta.

– ¿Qué le vas a decir a quién Noa?

– Ya verás... -le dije con un brillo de maldad en los ojos.

Llamé a ese número y comencé a oír los toques de la llamada. Estaba disponible. Tras unos 6 toques me cogieron la llamada.

– Ya estabas tardando... - me dijo y en su voz noté como sonreía.

– Eres un capullo. -le dije muy seca.

– ¿Por qué?

– ¿Qué yo intenté besar a quién? ¡¿PERDONA?! De verdad me ves capaz de hacer semejante cosa contigo -le dije muy indignada.

Manddy al oírme decir eso se levantó corriendo creyendo conocer a la persona que estaba detrás del móvil. Puso su oreja al otro lado del teléfono quedando las dos con la cabeza una al lado de la otra.

– Te abalanzaste sobre mí -me dijo con el mismo tono en el que yo le estaba hablando.

– Me quitaste el zapato, yo solo quería recuperarlo.

– Eso es mentira, enana.

– Uy lo que me ha dicho – le dije ofendida.

Entonces oí al otro lado del móvil como Justin se reía a carcajadas. Manddy se tiró al suelo y empezó a rodar riéndose a lo croqueta.

– Solo soy cinco centímetro más baja que tú.- le dije sorprendida ante su reacción. Me giré hacia Manddy y le dije:

– Y tú no te rías de mí- y con ello le pegué una patada.

– ¡Au! me ha dolido - me dijo mirándome con gesto de dolor.

– Ya lo sé, para eso lo he hecho.

– ¿Hay alguien más contigo? - me preguntó Justin al oír la voz de Manddy.

– A ti que te importa -le escupí.

– Solo era por preguntar...

– Estoy con un chico... -le mentí por curioso.

Nos quedamos ambos callados durante mucho tiempo.

– Eeeooo.... ¿Hay alguien?... ¿Me has colgado?...

– Ehh, no... estoy aquí... mmm... tengo que irme, me están llamando... adiós ya hablaremos... - me dijo muy nervioso.

– ¿Adiós? - le dije confusa.

– Si, adiós.

Fue lo último que me dijo y después me colgó. Yo todavía con el móvil en la mano sonreí con maldad.

– ¿Desde cuándo soy un tío? -me dijo Manddy.

– Cuando estés conmigo y me llamé él, si, lo vas a ser.

– No crees que eres un poco mala con él...

– Lo justo y necesario -le dije sonriendo ampliamente.

Después de cenar con mi padre y mis hermanos, recogí la mesa y me quedé abajo en el salón viendo una película románica. Sarah y yo estábamos en un sofá, Rob estaba en otro sofá con su novia y mi padre estaba tumbado en un sillón aparte. Rob tiene 25 años y es alto y delgado. Tiene el pelo corto, liso y claro, y los ojos verdes. La cualidad que más le destaca es que se preocupa mucho por los demás. A mi padre no le hacia mucha gracia ese tipo de películas, pero por estar un rato en familia, hacia lo que fuera.

– Papá, si no te gusta la película puedes irte... dijo Rob.

– No, no, no te preocupes... si es muy bonita... -contestó él poniendo un poco cara de asco.

– Venga ya papá, si a ti no te gusta este tipo de películas. -le dije.

– Además, si compraste la tele para que estuviéramos un rato callados... -le dijo Sarah.

– Eso es verdad... - nos dijo riéndose.

Todos comenzamos a reírnos también.

– Ves, por momentos como estos, no me importa tragarme estas películas -nos dijo muy contento.

– Ohhh... -dijimos todos a coro.

Entonces recibí el primer mensaje de todos los que iba a recibir a lo largo de la noche, la cuál iba a ser bastante larga.

El fuego. Cálido y peligroso.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora