Capítulo 34

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Aterricé y ya estaba Scooter en la puerta para conducir a toda prisa hasta el concierto. Tenía en tiempo justo para arreglarme.

Me maquillaron a toda prisa. Justin iba a empezar a cantar la última canción. Precisamente era la de 'That should be me'. Entonces ocurrió lo que nunca hubiera podido pensar que podría hacer. Tras decir el nombre de la canción se besó la muñeca. Me fijé bien. No se besó la muñeca... besó la pulsera que le regalé. Estaba muy confusa. Pensé que con la frialdad con la que me habló en el hotel, se olvidaría de mí. Pero el comportamiento extraño y ese gesto confirmaron todo lo contrario. Todavía me quería y yo también a él.

– Que gay es mi Nancy... - dije en voz baja

¿¿Tú Nancy??, ¿perdona?. ¿Qué me he perdido?

– Si pero a ti te ha gustado y lo sabes. Para tu información él no sabe que estás aquí. Te ha dedicado la canción porque de verdad lo siente. Lo ha hecho en todos sus conciertos desde vuestra pelea en Londres.

Yo me quedé en silencio sonriendo. Todavía tenía esperanzas. Esto podía ir bien.

– Tienes que irte ya a la parte de atrás del escenario. La canción está apunto de acabar y te toca entrar en escena. - me dijo Scooter.

Yo muy obediente me dirigí hacia allí.

Justin ya había dicho el título de la canción y dentro de poco empezaría a sonar la música y entraría al escenario.

Veía su espalda con la camiseta blanca. Esta canción la hacía acústica. Eran solo él el piano, y en esta ocasión yo.

La canción comenzó. Ande muy despacio hacia él. Cuando empecé a cantar él reconoció mi voz, lo sé porque su espalda se enderezó por la sorpresa. Ande hacia él todavía a paso lento. Cuando estuve a su lado me senté al lado suyo en el piano. No podía ser más perfecto el momento. No quería que acabara nunca. Estaba disfrutando mucho. Sentía cada palabra de la canción y la cantaba mirándole a los ojos. Como si solo estuviéramos los dos y le estuviera diciendo bajito y al oído toda la letra. Disfruté cada segundo a su lado. En cuanto podía se acercaba más a mi cuando estábamos de pie. Quería tocarme para poder creerse que yo estaba allí en un momento tan especial para él y tan importante para su carrera. La canción terminó y él me cogió por la cintura y me acercó a él, pero nada más. Sabía que no quería causar polémica entorno a nosotros. Le di un abrazó como si fuera la última vez que lo fuera a hacer. Él le correspondió y hundió su cabeza en mi cuello y me dio un suave beso. Cuando nos separamos él se dio cuenta y me miró preocupado pero le dije en voz baja:

– No es una despedida, tranquilo, no pienso separarme de tu lado. Ahora no. Te espero después del concierto.

El concierto fue todo un éxito, como todos los de la gira. Salió ovacionado de la forma peculiar en que lo hacían sus believers. Gritando. Todos le felicitaron pero en aquel momento no pensaba en el éxito que había tenido en el escenario, sino en nuestra reconciliación. Me busco y me dio otro abrazo muy fuerte levantándome del suelo. No quería soltarle y él a mi tampoco. Tras, no se sabe cuanto tiempo, me soltó y me presentó a sus abuelos maternos y a su padre y sus medio hermanos.

Después de todas las presentaciones y las enhorabuenas a Justin por su gran éxito nos fuimos al hotel. Las expectativas estaban muy altas. Ambos sabíamos lo que pasaría.

El fuego. Cálido y peligroso.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora