Capitulo 14

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Al día siguiente, Lay era el único que se encontraba en el hospital, sentado en una silla al lado de la cama de Manu mientras calentaba la fría mano de la chica que ama, porque sí, él la ama como nunca amo a alguien pues era la única chica que se mostró como realmente es sin esperar una critica u opinión de la gente, la única que de verdad lo quiso y lo demostró. Pero solo te das cuenta que necesitas el fuego cuando este se consume dejando cenizas.

Con su mano libre acaricio la mejilla pálida y fría de la chica para luego plantar un tierno beso en su frente, dejo que sus labios temblorosos por el llanto le transmitan todo lo que sentía en ese momento. Intentó controlar su llanto <<Tengo que ser fuerte, por ti.>> Pensaba él, pero no lo soportaba más, no soportaba que todo lo que amaba se aleje de su lado, y que sea él el que debe ser fuerte, quería que lo consuelen por primera vez quería derrumbarse en los brazos de alguien y llorar hasta cansarse. Dejó caer una sola lágrima por su mejilla hasta la frente de Manu, luego volvió a sentarse.

-Por favor Manu, no me dejes, hay mucho que quiero decirte. Sinceramente no se lo que me pasa, no se como llegue a amarte tanto en tan poco tiempo pero eso no importa, lo que importa es que te amo, y... y quiero estar contigo, quiero tenerte en mis brazos y poder besarte cuando yo quiera, quiero cuidarte de todos los que quieran hacerte daño aunque se que tu puedes perfectamente con esos malnacidos- río levemente, aunque su risa parecía mas como un suspiro- Prepare una canción para ti, espero que te guste.

Supongo que es verdad, no soy bueno con eso de "una aventura de noche" 
Pero sigo necesitando amor, porque soy sólo un hombre
Estas noches parecen que nunca van acorde al plan
No quiero que te vayas, ¿tomarás mi mano?

Oh, ¿por qué no te quedas conmigo?
Porque eres todo lo que necesito
Esto es amor, es fácil de ver
Asique querida, quédate conmigo

¿Por qué soy tan emocional?
No, no está bien visto ganar un poco de autocontrol
Y en el fondo sé que esto nunca funcionará
Pero tú puedes acostarte conmigo si eso no te duele


Oh, ¿por qué no te quedas conmigo?
Porque eres todo lo que necesito
Esto es amor, es fácil de ver
Asique querida, quédate conmigo

Oh, ¿por qué no te quedas conmigo?
Porque eres todo lo que necesito
Esto es amor, es fácil de ver
Asique querida, quédate conmigo

Oh, ¿por qué no te quedas conmigo?
Porque eres todo lo que necesito
Esto es amor, es fácil de ver
Asíque querida, quédate conmigo.

No lo soportó mas, dejo caer mas lágrimas mientras enterraba su cabeza en el estomago de la chica, allí se quedo hasta que sus lágrimas dejaron de fluir, y el sonido de las maquinas que mantenían con vida a Manu cambió. Enseguida se levanto de su silla para correr hasta la puerta y comenzar a gritar desesperado para que aparezca una enfermera que ayude a la chica.

Rápidamente los pasos de las enfermeras y médicos comenzaron a sonar por la habitación, la llevaron en una camilla hasta la sala de urgencias donde le pidieron a Lay que espere. Este saco su teléfono y llamo a todos contándoles lo que ocurría y en menos de una hora ya todos se encontraban en el mismo pasillo en el que estuvieron el día anterior.

Pasaron aproximadamente cuarenta minutos desde que ingresaron a Manu a la sala de emergencias, los enfermeros entraban y salían llevando y trayendo instrumentos médicos. Lay se estaba desesperando, ¿por qué le pasaba esto? ¿por qué siempre le sucede algo a las personas que él ama?. Se encontraba sentado en una silla con los codos apoyados en sus rodillas, jugando con los dedos de sus manos y con la cabeza gacha, de echo Chanyeol y Sehun lo obligaron a sentarse pues estaba caminando de un lado a otro repetidas veces.

De pronto una enfermera llego corriendo al lado de ellos, parecía que había estado corriendo mucho.

-¿Ustedes son amigos de la paciente Valentina Sánchez?

-Si, somos nosotros- Hablo Tao levantándose rápidamente, la enfermera sonrió.

-Vengan conmigo por favor- Hablo con una voz dulce y comenzó a caminar seguida de los chicos.

Llegaron a la habitación de Valen y Manu, la enfermera abrió la puerta dejando ver a una chica acostada en la cama de hospital aún conectada a unos cables pero, a diferencia de la vez anterior, con los ojos abiertos.

-¿Chicos?- Tao se acerco corriendo a su lado mientras tomaba su mano seguido de los demás- ¿Qué paso? ¿y-y Manu?- Pregunto sumamente confundida y asustada. Desvío la mirada para ver los ojos de todos y lo comprobó, todos estaban tristes, sin mencionar que a Baekhyun y Lay se les notaba el rastro de lágrimas.  

-Un auto iba por la calle a máxima velocidad, las atropelló a ti y a Manu, ella ahora esta en urgencias había entrado en coma pero ocurrió algo y se la llevaron, ayer ingresaron al hospital- habló Sehun ya que sabía que nadie podría hacerlo por los nudos en sus gargantas.

Contaron todo lo que ocurrió ese día con lujo de detalles, también quien creían que fue el loco del auto e incluso lo que sintieron y siguen sintiendo. Lay no dijo ni una sola palabra desde que comenzaron a contar la historia, y tampoco es como si alguien le hubiera reprochado aquello, todos sabían que era uno de los afectados con todos esto. De repente, la misma enfermera que les aviso sobre Valen entró en la sala con una enorme sonrisa en el rostro, todos se enderezaron y algunos (Lay) se levantaron de sus asientos.

La enfermera los llevó a otra habitación donde se encontraba Manu aun conectada a los cables y con los ojos cerrado, Lay corrió a su lado para coger su mano entre las suyas.

-¿Como está?- Preguntó Chen 

-Esta sedada los médicos creen que para mañana ya podrá abrir los ojos

-¡¿Enserio?!- Casi gritaron todos rodeando a la enfermera en una gran abrazo de oso, a lo que esta comenzó a reír.

-Los dejaré solos iré a ver como sigue Valen y luego trasladaremos a Manu a su habitación.

Cuando la enfermera se retiro, los chicos se repartieron en grupos, algunos se quedarían con Manu y otros irían con Valen. En la habitación de Valen se encontraban Tao, Kris, Chen, Xiumin, Kai y Kyungsoo, en ella solo se escuchaban risas y parloteos. Mientras que en la habitación de Manu todo estaba en silencio, nadie sabía que decir para aligerar el ambiente. Aunque la enfermera haya declarado que la chica despertaría mañana, nada era seguro y no querían hacerse ilusiones.

Al cabo de dos horas una enfermera diferente a la de antes irrumpió en la habitación seguida de todos los chicos que hasta ese momento se encontraban en la habitación de Valen. La enfermera dijo que la hora de visita había acabado, pero al estar Manu todavía con los ojos cerrados, dejo que uno de ellos se quedará, y ese uno fue nuevamente Lay.

La puerta se cerró detrás de los demás chicos dejando solo a Lay con Manu, este recostó la cabeza en un costado de la cama y cerró los ojos con la esperanza de que sus sueños lo lleven al país de nunca jamás, donde la chica ama estaría sonriendo de oreja a oreja con sus hermosos ojos redondo abiertos mirándolo solo a él.

A eso de las cuatro de la mañana él todavía seguía en ese hermoso y perfecto mundo,él y Manu se encontraban sentados dentro de una enorme cueva que encontraron mientras caminaban, de repente sintió algo en sus manos, era como si estuvieras sujetando una estrella entre ellas, cuando bajo la vista vio los delicados dedos de Manu acariciándolo, sonrío y levantó la vista encontrándose con una Manu seria mirando también a sus manos.

-Lay, yo...

-Shhh... -La interrumpió Lay colocando su dedo indice en sus labios y acercado los suyo con la intención de besarle- No digas nada, si esto es un sueño, no quiero despertar -Dijo acercando más sus labios pero ella giro la cabeza en el último segundo.

-Pero debes hacerlo- Se levantó dejándolo a él sentado, solo- Te necesito Lay

-Y yo a ti -Se levanto velozmente- No te vayas ahora porfavor- Estaba al borde de las lágrimas mientras veía a la chica alejarse poco a poco, y él inmovilizado, no se podía mover aunque quisiera.

-Despierta Lay, despierta, despierta, despierta....

Abrió los ojos de golpe con lágrimas en ellos, miro la mano de Manu y la sintió mas cálida y con el color natural de la chica, también la vio mover los dedos, como si quisiera encerrar la mano de él en la suya. Levanto la vista y no pudo evitar sonreír de oreja a oreja, más feliz que nunca en su puta vida. Allí en la cama, una hermosa y perfecta chica le sonreía cansadamente.


No digas nada...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora