Dulce sabor de seducción

CAPITULO 3

Está muy guapo, también está más alto, su piel sigue siendo blanca y debe medir 1,85 lleva unos jeans oscuros que le hacen notar sus piernas fuertes y largas, una camisa blanca y una americana de cuero negra que resaltan su esculpido cuerpo y unos zapatos sport negros. "esta como un Dios griego"-grita mi subconsciente, si es muy cierto.

Tiene una cara perfecta, con labios esculpidos que gritan bésame, sus ojos azules, su cabello negro despeinado y mechones que le caen en su frente cuando voltea a verme.

¡¡ESPERA!! ¿ME VOLTEO A VER?

Me giro muy rápido y camino hacia el automóvil. Mamá me entrego las llaves así que lo abro y me siento en la parte de atrás. Tengo que pensar que hacer; no es así como lo recuerdo, él era mucho más bajito y no era tan sexi como ahora, mamá me dijo que había cambiado, pero no que había cambiado tanto, también hace como un año menciono que era el dueño de un bufete de abogados muy prestigioso de new york pero nunca quise saber de El ni de su padre. ¿Ósea que tiene un imperio de abogados y no puede pagar un estúpido hotel en Bogotá?, eso es una locura.

Pongo las llaves en el asiento de adelante y dejo abiertos los seguros para que cuando lleguen no me despierten.

Estoy muy cansada y hace mucho frio, me acuesto en el asiento de atrás y me quedo dormida.

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-Despierta bella durmiente-susurra en mi oído una voz masculina, abro un ojo y veo a alguien en la puerta y esta sonriendo, bostezo y me tapo la cara con las manos.

-¿Quién eres? -Pregunto somnolienta-déjame dormir

-soy Alan pequeña y no creo que quieras dormir en el asiento de un automóvil si tienes tu cama a solo unos pasos-dice y yo me levanto de golpe y me siento derecha-a menos de que te tenga que llevar cargada hasta tu habitación

Me bajo muy rápido y tomo mi bolso, rodeo el automóvil y entro a la casa.

-¿no lo vas a saludar de verdad? -pregunta mamá cuando llego a la cocina

-No mamá-digo y saco una lata de Coca-Cola - ¿además por qué dejaste que me levantara? -espeto

-baja el tono Lucy o a menos de que quieras compartir con el todo el tiempo que se quede aquí -dice alzando una ceja

-Vale, pero hoy me voy con los chicos-digo saliendo de la cocina

-Bien-responde mamá

Llegando a la sala suena mi celular; es Jake

-hola-saludo

-hola preciosa, ¿vienes con nosotros hoy? -pregunta y sigo caminando hacia las escaleras

-Sí, claro-respondo- ¿a qué hora me recoges? -llego a las escaleras y me siento en el primer escalón

-¿a las once? -pregunta yo separo el celular de mi oreja y veo que son las diez en punto

-Vale, necesito salir de aquí-digo y veo que Alan se acerca-llego ese engreído

-Vaya...-responde Jake- pero ánimo, tenemos todo el fin de semana y el lunes es festivo

-si-sonrío y veo que Alan está parado en frente mío, me corro para que pueda pasar pero el sigue allí-Jake todo el fin de semana para nosotros solos-digo y Alan frunce el ceño, me levanto y veo que Alan es muchísimo más alto que yo, aun estando de pie en un escalón sigo quedando a la altura de su barbilla, huele a loción de Hugo Boss, me doy la vuelta tratando de contener mis hormonas y subo las escaleras.

-Si preciosa-dice y yo me había olvidado de Jake

-Vale, tengo que colgar pero me llamas cuando llegues-digo y cuelgo sin esperar respuesta