CAPITULO 14

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¡Tengo calor!, abro los ojos y veo que estoy en una habitación desconocida, trato de moverme pero unos brazos firmes me sostienen. Su respiración en mi cuello y sus brazos alrededor de mi cintura me hacen sonreir. Alan. Muevo su brazo derecho con suavidad para no despertarlo y hago lo mismo con el otro, cuando saco mis pies de la cama una sensación extraña invade mi cuerpo. Me siento bien. volteo a ver a Alan que duerme como un bebe. la manta esta hasta la cintura y su abdomen marcado brilla por los pequeños rayos de sol filtrados por el ventanal. Es muy sexy. Me levanto con mucha cautela, miro mi cuerpo desnudo y mi cara arde al recordar lo que hicimos anoche.

Me dirijo al baño y empiezo a sentir un poco de dolor en mi entrepierna. Cuando llego veo una nota, un jugo de naranja y un ibuprofeno. Cuando la desdoblo observo:

Mi pequeña, si te levantas antes que yo

tomate la pastilla, te servirá para el dolor.

Tuyo.

Alan

Pdta: regresa a la cama

Sonrío al terminar de leerla. Aunque empiezo a pensar ¿como sabe que tengo dolor?. La verdad no quiero Saber la respuesta, así que me concentro en su firma " Tuyo. Alan", eso me gusta mucho.

Me tomo la pastilla, cepillo mis dientes y obedezco a su orden. Cuando llego Alan esta en la misma posición que lo deje. Profundamente dormido. Me acerco a la cama y me acuesto otra vez, volteo a mirar a Alan y por inercia comienzo a pasear mi dedo índice por su rostro. Primero su frente, luego su nariz que se arruga al contacto y sus labios perfectos. beso sus parpados y el sonrie, me atrapa en sus brazos y abre los ojos.

–buenos días nena–saluda el adormilado

–buenos días nene– su sonrisa se amplia y me atrae mas cerca de su cuerpo

–es un gusto despertar con usted señorita Hart– susurra con su sonrisa coqueta y me ruborizo al instante

–igualmente señor Ross– imito su sonrisa y junta sus labios con los mios.

Abriendole la boca, recorro su labio inferior con mi lengua. Dulce Alan. Con decisión meto mi lengua a su boca hasta encontrar la suya. La lamo y comienzo una danza lenta que pronto se vuelve rápida e intensa. Alan toma mi cabeza, agarrando mi cabello y contraataca mi beso, llevando nuestro baile a mi boca y haciéndome gemir de placer. Mi corazón late trasbocado y en un segundo estoy en su regazo besando cada parte de su boca y probando el dulce sabor de seducción que me ofrece este hombre.

–eres lo mas dulce que he probado en mi vida–dice contra mis labios– no sabes cuanto te deseo, pero no quiero hacerte daño pequeña–mis mejillas arden de la vergüenza y trato de bajarme de su regazo, pero el me sostiene fuerte las piernas–Amo ese rubor en tu rostro– besa mis labios castamente y sonrío.

Después de desayunar entre risas, besos y toqueteos. Alan, disculpándose por tener que trabajar, se encierra en su estudio y yo busco mis píldoras, me tomo una y reviso que todo este bien en el calendario. me había tomado la de ayer después de bañarme. Cuando acabo de hacer cuentas de a que hora debería tomar la píldora por el cambio de horario, Me encamino a la biblioteca a leer. Me siento en un mullido sillón blanco y comienzo a leer. he decidido leer Crepúsculo. Siempre había querido leerlo pero se me olvidaba y leía otras historias. Nunca me vi las películas por que no las criticaría y eso era lo que me gustaba de leer, poder comparar el libro con la adaptación cinematográfica. Un pitido me saca de la lectura, cuando veo mi celular son la 1pm. ¡Dios! Como vuela el tiempo. Bajo la mirada a los mensajes y tengo uno de Alan.

Dulce sabor de seducciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora