La melodía del corazón.

Capítulo 13 - Un nuevo rumbo

Tras varias horas sentada en el incómodo asiento del coche Alex aparcó y ambas bajamos del coche mirando a nuestro alrededor. Fruncí el ceño mientras dirigía mi mirada hacia ella.

Piper: ¿Dónde estamos, Alex?

Alex: En la gloria.. jajaja, bienvenida a Atlantic City.

Piper: ¿Qué?

No pude evitar reír, ambas bajamos nuestras maletas del coche y nos dirigimos a una de las habitaciones de un motel. Cuando Alex pagó subimos hacia la habitación y me tiré sobre la cama sonriendo.

Alex: Dios, estoy agotada..

Piper: Atlantic City..

Alex: Exacto, llena de lujos y cosas caras..

Piper: ¿Crees que mi madre nos encontrará?

Alex: No lo sé, puede que no.. estamos fuera así que.. le será más difícil..

Piper: ¿Y vamos a vivir en moteles o.. tienes un plan?

Alex: Tengo que hacerme de un carnet falso, al menos si compramos una casa le será difícil buscar nuestros nombres..

Piper: Un buen plan

Alex: Dios, estoy agotada.. voy a dormir, deberías dormir..

Piper: Si.. pero iré a buscar comida, y duermo.

Alex: Está bien

Observé a Alex quitarse esas gafas que la hacían irresistiblemente sexy y sonreí cogiendo mi billetera. Salí del motel en busca de un supermercado hasta que di con el. Compré lo imprescindible para unos días y volví al motel dejando las cosas en el suelo. Me mordí el labio mirando a Alex dormir y me acerqué a ella quitándole los pantalones.

Alex: Mm.. Piper.. ¿qué haces?

Piper: Ponerte cómoda, debes dormir cómoda..

Alex rió pero siguió durmiendo, cuando le quité los pantalones me mordí el labio observando las braguitas negras que traía. Era sexy y caliente. Llevé mi mano a mis braguitas mientras me apoyaba a la pared y empecé a rozar de arriba abajo mientras la miraba de forma perversa. Sonreí maliciosa al ver que seguía durmiendo a pesar de que mi respiración iba considerablemente rápida. No pude evitar la tentación de meter la mano dentro de mis braguitas y noté como mi clítoris hinchado y húmedo me exigía más movimiento. Ahogué varios gemidos cuando mis dedos empezaron a moverse sobre el con una velocidad media y constante. Alex se había movido quedando bocabajo, con una pierna subida y ahora tenía más visión desde detrás. Cerré mis ojos apoyando la cabeza en la pared mientras notaba mis piernas temblar y mi cuerpo tensarse. Llegué a un intenso orgasmo y empecé jadear volviendo a la cama. Caí dormida totalmente agotada. A la mañana siguiente Alex me despertó con esa adorable sonrisa que pone siempre que tiene una sorpresa preparada.

Alex: Piper.. Arriba..

Piper: ¿Qué? Mm..

Alex: Te he hecho el desayuno

Piper: ¿En serio? ¿Qué es?

Alex: Pizza

Piper: ¿Pizza? No compré pizza..

Alex: La he pedido y está calentita

Piper: Pero eso no es hacer, es comprar..

Alex: Deja de quejarte y cómete la puta pizza

Reí y Alex rió, me senté en la cama comiendo pizza mientras veía a Alex comer y leer a la vez.

Piper: ¿Qué lees?

Alex: Bajo la misma estrella

Piper: ¿Es buena?

Alex: Muy buena

Encendí la televisión para hacer zapping mientras Alex leía y desayunábamos pizza. Cuando la puerta sonó, ambas nos miramos pensando que tal vez la policía nos había encontrado.. CONTINUARÁ.

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