Alex: Es posible que me asciendan y si lo hacen... Ganaré más y sin moverme de aquí.
Piper: ¿Cómo?
Alex: Buscando a gente que haga mi trabajo...
Piper: ¿Mulas?
Alex: Algo así... Podríamos viajar, Piper... Conocer mundo.
Piper: Suena bien pero... ¿Estás segura de esto? ¿No...? ¿No te parece que esto empieza a ser más arriesgado? ¿Para ti? Para ambas...
Alex: Lo sé pero... Cariño, tendremos cuidado.
Los días fueron pasando y con éstos las semanas, Alex se había esforzado al máximo en todo lo que hacía mientras que Piper había renunciado a su trabajo en aquel pub. Se había limitado a estar en casa tirada, leyendo libros, decorando aquella casa y esperando desnuda cada día a Alex. Poco a poco, Alex trabajaba menos pero consigo traía aquellas buenas noticias de ganar más y no era de esperar que Alex estuviese aún más contenta que días atrás.
Alex: ¿Ámsterdam?
Piper: ¿Qué?
Preguntó la rubia aún dormida, hacía rato que había amanecido pero ambas no tenían la intención de abandonar la cama tan pronto aquella mañana.
Alex: ¿Quieres viajar a Ámsterdam?
Piper: Mmm... No sé... ¿Qué tal Roma? O tal vez Egipto.
Alex: Mmm...
Piper: Pero Ámsterdam es también preciosa.
Alex esbozó una gran sonrisa mirando a la rubia mientras apoyaba su cabeza sobre su mano, sabía que lo había dicho por complacerla lo cual le gustaba aún más aquella idea de viajar juntas, se acercó depositando un beso en su hombro.
Piper: Dime que no tendremos que llevar drogas.
Alex: Pues, no lo sé.
Piper: ¿Alex?
Aquel tono sonaba como un ''dime la verdad'' porque seguramente la rubia ya lo intuía.
Alex: Sólo una maleta.
Piper: ¿Una maleta? ¿Llena de drogas? ¿Sabes acaso que pasamos por dos aeropuertos, Alex? ¡Van a pillarnos!
Alex: Tranquila, tranquila... Nosotras facturamos y otro, en Ámsterdam, se llevará la maleta.
La rubia resopló con fuerza mientras se giraba para darle la espalda a Alex, gesto que a la morena le resultaba divertido aunque infantil, ¿pero qué podía hacer? Ah, ya se le había ocurrido una buena forma de que desapareciera aquel mal humor matutino.
Piper: Por una vez me gustaría disfrutar de un viaje normal, sin preocuparme de nada, ¿Acaso n...?
La rubia se había quedado sin habla cuando notó a Alex acariciar su cintura con suavidad, mientras bajaba su suave mano por debajo de las braguitas de la rubia, acariciando aquel monte de Venus hasta el centro de su placer.
Alex: Prometo que irá bien...
Musitó la morena justo en el oído de la rubia de una forma placentera mientras con cuidado movía su mano de forma circular, la rubia había reaccionado ante aquello separando más sus piernas y cerrando sus ojos para entreabrir su boca dejando escapar el poco aire que le quedaba dentro de sus pulmones. Echó su cabeza hacia atrás y se mordió el labio inferior a lo que Alex aprovechó para besar aquel cuello expuesto sólo para ella. Aquellos movimientos iban siendo cada vez más veloces haciendo a Alex sonreír porque junto con el aumento de sus movimientos también lo hicieron los gemidos de Piper. No había mejor melodía para sus oídos que la sinfonía de los gemidos de Piper, con solo escucharla hacía que la morena pasase de cero a cien en un abrir y cerrar de ojos. Introdujo un par de dedos en su interior notando aquella humedad empapar por completo sus dedos, hizo movimientos circulares con su pulgar mientras la penetraba con delicadeza, observando así la cara de placer de su novia. Cuando Piper se corrió, la morena sonrió de forma pícara robándole un casto beso de sus labios para que la rubia poco después recuperase el aliento.
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La melodía del corazón.
Fanfiction¡Espero que disfrutéis al igual que disfruto yo escribiendo!