Capítulo 4 - Bendita tormenta

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      Fue en ese instante cuando mi hermano se acercó a mi. 

Michael: Ya estoy. 

Piper: Vale.

Michael: Hola Vause, ¿Se conocen?

Alex: Buenas, ehm.. 

Piper: Si, ella es mi profesora de piano.

Michael: ¿Tu profesora? Qué cuasualidad.

Alex: Eso mismo le estaba diciendo yo a Piper.

Piper: Si, cierto.. pero ya nos vamos ¿No?

Michael: Si, será mejor, ya es algo tarde y aún tengo que hacer cosas. Nos vemos en la clase de mañana, Vause. 

Alex: Claro.

Michael: Piper, estaré en el coche.

Piper: Vale.

       Michael había ido al coche para esperarme mientras me despedía de Alex, sonreí de lado mirándola. 

Alex: ¿Mañana a las 11:00  me paso a por ti?

Piper: Claro.

Alex: Perfecto. Deberías ir con tu hermano, tenía consas que hacer.

Piper: Si, y yo también. 

       La miré a los ojos, aquellos ojos azules y ella miró a los míos sonriendo. Sonreí desviando la mirada y asentí leve. 

Piper: Hasta mañana, Alex.

Alex: Hasta mañana, Pipes.

Piper: ¿Cómo sabes mi apodo?

Alex: Mmm.. me lo imaginaba.

Piper: Será eso.. 

       Sonreí de lado y caminé hacia fuera donde mi hermano me esperaba dentro de su coche, al subir, me puse el cinturón, y fuimos directos a casa. Al bajar observé que el coche de mi madre estaba aparcado justo al lado de nosotros. 

Piper: Vaya, está mamá aquí.

Michael: Claro Pi, vive aquí.

Piper: Lo sé, pero creía que estaría trabajando.

        Entré a casa y observé que mi madre estaba echada en el sofá, leyendo un libro y con ropa cómoda, mi hermano interrumpió en la sala para dejar las llaves sobre la mesa y tomar asiento cogiendo nuevamente su móvil. 

Miranda Chapman: ¡Hey! ¿Ya habéis llegado?

Michael: Si, hemos ido a comer fuera y a que Pi viera mi clase de la Academia.

Piper: ¿Cómo ha ido la mañana, mamá?

Miranda Chapman: Muy estresada, la cena está echa, ya cenáis vosotros cuando podáis. 

Michael: ¿Quieres cenar ahora Pi?

Piper: No, yo voy ahora a la ducha y.. cenaré después.

Michael: Vale.

      Subí hacia mi habitación para preparar las cosas de mañana, como la ropa, el bolso y el maquillaje para cuando me levantase. Mientras yo me duchaba para estar cómoda antes de cenar, Michael y mi madre estaban en el salón.  

Miranda Chapman: ¿Has visto eso?

Michael: ¿El qué? ¿El hombre del tiempo?

Miranda Chapman: Se  acerca una tormenta, mañana dice que puede que estemos en alerta.

La melodía del corazón.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora