Capitulo 7- ¿Una cita?

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          Nos pasamos vario rato observando la iluminosidad de la ciudad desde dentro del coche, yo estaba empezando a incomodarme y supongo que a Alex le pasaba lo mismo. 

Alex: ¿Quieres..?

Piper: ¡Si!

Alex: No he acabado.

Piper: Oh, cierto.

Alex: ¿Sentarte fuera y abrir un par de latas de cerveza?

Piper: ¡Por supuesto, vamos!

Alex: Espera. 

Piper: Dime.

Alex: ¿Qué pensabas que iba a decir?

Piper: Salir fuera.

Alex: ¿Segura? 

Piper: ¡Claro! Ja ja.. venga.

        Alex me miró sonriendo y negó sin remedio saliendo del coche, mientras me apoyé en la parte delantera del coche observando la ciudad y el paisaje mientras Alex sacaba del maletero cerveza. Se acercó dándome una lata y sonrió colocándose a mi lado observando. 

Piper: Está.. fría.

Alex: Claro. Hace frío. 

        La miré de lado aguantándome la risa y le dí un leve empujon como broma, Alex se echó a reir y me miró. 

Alex: Me alegro de tenerte aquí.

Piper: Y yo. Oye..

Alex: Dime.

Piper: Lo cierto es, no pienses mal de mi.. mi amiga me dijo que, por como me habías dicho pasar más tiempo juntas.. ehm..

Alex: ¿Creía que iba a seducirte y a violarte?

Piper: Si.

      Escuché la risa de Alex como si aquello le divirtiera demasiado. 

Alex: No soy así, no voy a violarte.

Piper: Menos mal, temía que dijieses lo contrario.

Alex: Sin permiso, claro.

       Terminó la frase que ella misma había empezado rematándolo. Me quedé callada y al rato solté una risa nerviosa, Alex rió leve dándole un buche a su lata de cerveza. 

Piper: Eso está bien.

Alex: Si.

       Le miré sonriendo y ella hizo lo mismo, miramos al frente, observando la ciudad como si fuese un cuadro, se veía el gigante cartel de ''Long island''. Lo cierto fue, que nos quedamos totalmente en silencio, sin decir una palabra, parecía  habernos incomodado tras la última conversación. Noté la mirada de Alex varias veces y de como volvía a mirar hacia la ciudad, yo hacia lo mismo. La miraba y apartaba rápidamente la mirada antes de que se diese cuenta. Pero todo pasó en un segundo. Dejamos caer nuestra cerveza al suelo y Alex y yo nos habíamos tirado hacia la otra, abrazándonos y besándonos como si no hubiese próxima. Sentía las manos de Alex alrededor de mis pelos y en la espalda. Yo tambien tenía mis manos entre sus pelos y agarrando su nuca procurando que no dejara de besarme. Alex me dió un suave empujon suviéndome al capó del coche, claro que, dí un pequeño salto por el frío que hacía encima del coche para alguien con vestido. 

Alex: ¿Qué..?

Piper: Me acabo de congelar el culo, Alex.

Alex: Mierda.. 

     Nos miramos unos segundos sin saber que hacer y nos volvimos a apoyar en el coche mirando de nuevo a la ciudad, yo cogía aire y lo expulsaba con suavidad, Alex intentaba hacer lo mismo. 

Piper: A la mierda. 

Alex: ¿Qué? ¿Qué haces?

       Había agarrado a Alex por el brazo y la había echo sentarse en el asiento trasero del coche, me senté encima de ella volviéndola a besar, ella hacía lo mismo de nuevo. Sentía sus manos por mi espalda, ansiosa, al igual que yo. Nos habíamos quitado ambas las camisas cuando un coche aparcó justo detrás de nosotras. 

Alex: ¡Joder!

Piper: Ponte la camisa, corre. 

Alex: No la encuentro. 

Piper: Aquí, toma.

         Me puse la camisa deprisa, al igual que Alex. Nos sentamos normal y salimos del coche para volver a los asientos delanteros. 

Alex: Creo que será mejor.. 

Piper: Si, es tarde y tengo que volver.

Alex: Te llevo.

Piper: Vale.

        Cogí aire poniéndome el cinturón. Alex condució hacia mi casa, resoplando varias veces por el camino, como si así liberase tensión o algo más. Aparcó justo en la esquina de mi casa y apagó el motor. 

Piper: Me lo he pasado genial.

Alex: ¿Si?

Piper: Si, eres genial.

Alex: Tú también, yo.. también me lo he pasado bien.

       Le sonreí y Alex hizo lo mismo, ambas nos acercamos besándonos. Era el beso de despedida, así que, tras varios besos de despedida, bajé del coche y fuí hacia la puerta entrando hacia dentro. Donde todo el mundo estaba completamente dormido. Procuré no hacer ruido mientras subía por la escaleras, fuí al baño para ducharme, lo necesitaba. Y tras la ducha, fui con mi albornoz hacia mi habitación, donde al encender la luz, intenté no gritar del susto. Dí un salto hacia atras y puse cara de horror. Susurré eufórica. 

Piper: ¡¿Qué haces aquí?! CONTINUARÁ.

La melodía del corazón.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora