Capítulo 6 - Dos de los grandes

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        Cerré los ojos lentamente notando las caricias de Alex en mi brazo, cuando desperté solo eran las 8:46 am, me giré para mirar a Alex, ya que me había llevado toda la sábana de la cama, observé como seguía durmiendo tan tranquilamente. La tapé con cuidado de no despertarla, y me quedé totalmente embobada mirándola, mirando su expresión, su pelo, escuchado su respiración.. Hasta que rato después, observé como empezaba a moverse lentamente dejando escapar pequeños ruiditos de su boca. Susurré. 

Piper: Buenos días.

Alex: Mm.. Buenos días, Piper.

Piper: ¿Has pasado frío?

Alex: No, no sé. ¿Tú si?

Piper: No, es.. porque me había llevado toda la sábana.

Alex: ¿En serio? Jajaja

Piper: Entonces.. ¿Has dormido bien?

Alex: Perfectamente, ¿Y tú?

Piper: Igual.

Alex: Me alegro muchísimo. Parece que no se escucha llover, ni nada de tormentas.. 

Piper: Creo que ha mejorado la tormenta.

Alex: Ya podría haber durado unas horas más.

Piper: ¿Por qué?

Alex: Para que te quedases, boba.

       Reí haciendo una mueca de inocencia, Alex rió leve abrazándome con cuidado, cogí aire tras el abrazo de Alex, todo estaba tan tranquilo que parecía todo un sueño. Tras levantarnos de la cama, me acomodé en el sofá mientras Alex iba hacia la cocina a preparar el desayuno. Rato después, ya desayunadas ambas, observamos que era cierto, la tormenta se encontraba en su punto más débil en Queens, lo que significaba que, debería irme a mi casa. 

Alex: ¿Te llevo en coche?

Piper: No quiero causar molestias, Alex.

Alex: No es molestia, boba. Así.. 

       Observaba como Alex se acercaba a mi rodeando mi cintura con sus manos. 

Alex: Así paso algo de tiempo contigo. 

Piper: Entonces, tendré que secuestrarte.

Alex: ¿Vas a secuestrarme? Es delito.

Piper: Por unas horas.

Alex: Mmm, suena bien.

Piper: Jajajaja, debería irme ya.

Alex: Te llevo.

      Decía Alex mientras cogía las llaves de su coche. Al salir, aún corría algo de viento, pero no era absolutamente nada. Alex, condució hasta mi casa, aparcando justo delante y obsevé que mi madre, y mis hermano seguían en casa. Miré a Alex y sonreí. Alex sonrió correspondiéndome, agarró mi mano mirándome fijamente. 

Alex: ¿Mañana no vemos?

Piper: Claro. ¿Clases?

Alex: ¿Tienes otro plan?

Piper: No sé.

       Alex rió y sonreí tras ello, me acerqué lentamente besándola con cariño. Tras apartarme miré sus ojos, que con el tiempo tan nublado que hacía, casí eran azules miel. Sonreí tras observar la sonrisa de Alex. 

Piper: Hasta mañana.

Alex: Hasta mañana, Pipes.

       Sonreí saliendo del coche y caminé hacia la puerta, donde tras abrirla, me giré despidiendo a Alex con mi mano. Al cerrar la puerta observé que mi madre acechaba por la ventana del salón y me acerqué hacia a ella con mucho cuidado. 

La melodía del corazón.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora