•°•°•Mi Mundo 2D•°•°• | One Shots, Lemon,+ [] (Pausada)

•°•Leon S. keneddy•°•

~~Narrador~~

Como era de esperar la ciudad era un desastre.

Quienes no habían evacuado Raccoon City a tiempo ya eran zombies, y los que aun no lo eran luchaban por su vida contra ellos. Personas buscando a sus familiares o conocidos, buscando armas o improvisándolas, o simplemente cayendo en pánico.

El policía novato Leon habia intentado procesarlo todo. No era una mala broma o novatada, tuvo que entenderlo a las malas y en cuestión de horas, horas que uso buscando atajos hacia la comisaria de la ciudad en desastre. Teniendo como único plan dar con sus mayores, saber que demonios pasaba en aquella ciudad y sobre todo volver a dar con Claire después de haberse tenido que separar.

Era el segundo edificio por el que pasaba, todas las luces aun servían, pero no embellecían el panorama. Toneladas de hojas , libros  y carpetas desperdigadas en el suelo, archiveros bloqueando puertas, ventanas rotas, charcos de sangre y unos cuantos cuerpos sin vida (para desgracia... o fortuna de Leon) distorsionaban la imagen de lo que debía ser una biblioteca.

Empujo un par de escritorios para abrirse paso a las escaleras hacia el segundo piso, el crujir de la madera hacia eco entre el tortuoso silencio, pateo algunos libros para no pisarlos, casi guardándoles un respeto melancólico. Inspeccionaba desde la distancia cada cuerpo que se encontraba en el suelo, y con todos repetía el gesto de negar con la cabeza en resignación, aun no se insensibilizaba lo suficiente y el estado de algunos cuerpos le revolvía el estomago por la obvia brutalidad de sus muertes. 

–No es una imagen muy alentadora, ¿cierto?

Leon casi por reflejo alzo su arma y apunto hacia la voz, pero se detuvo en seco acompañado del ruido metálico de la pistola cuando vio aquella frágil figura al final del pasillo. Una joven que en comparación con el, tenia una complexión pequeña, pero aun asi dejaba ver una capacidad en su supervivencia y su impasible actitud ante la situación.

Alzo ambas manos a la altura de su pecho en una señal dócil, dejando ver su improvisada arma de defensa, un bate de beisbol profesional de madera. Miro con curiosidad el arma de Leon y lo inspeccionó de pies a cabeza.

–Agradecería que no me volaras la cabeza mientras aun no soy una de esas cosas... —Leon bajo el arma y ella bajo sus brazos, golpeando el bate contra el suelo, recargándosé levemente en el.

–Lo siento, no creí que hubiera alguien... vivo —se destenso y dio unos pasos hacia la chica— soy Leon, Leon Kennedy —titubeo en tenderle la mano, pero no le pareció adecuado 

– _____ _____  —ella sonrió ligeramente ante la duda y se incorporo junto a el— ¿Vas hacia la comisaria? ¿cierto? —el la miro prejuicioso, achicando los ojos— tu arma —miro directamente la pistola— debes ser policía... o una persona muy mala y acabo de meter la pata 

– No... —Leon negó entre una risa seca— soy... soy policía

– Entonces que alivio —  _____ camino hacia una ventana y señalo con la cabeza para que el se acercara, el hizo caso y se acerco para poder observar lo mismo— ¿Ves ese edificio? — señalo con su dedo índice una estructura imponente al otro lado de la calle— son departamentos, que cruzan con el de atrás de el y después... la comisaria, asi podrás evitar las avenidas infestadas de esas cosas. No digo que no haya, pero quizá sean menos —se encogió de hombros 

–¿Y tu?

Leon pregunto con un instinto casi protector, al principio se arrepintió por la confianza con la que lo hizo, pero a ella no le molesto. Lo miro directamente a los ojos con algo parecido a ternura, pero en realidad era mas empatía, empatía a aferrarse a una compañía humana entre todo ese desastre.