Capitulo 7 Noche de Opast

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Aun no podía creer que dicho suceso ocurriera frente a su narcies, sintiéndose verdaremente un imbécil por haber dejado a Grell solo en ese jardín, el pelirrojo le había dicho que solo iria a ver las hermosas rosas de la mansión James que tanto le encantaba poder contemplar cuando tenia la oportunidad de ir a ver a su amiga, pensaba que esta pequeña acción sumamente inocente no se convertiría en el peor error por permitirle esa pequeña libertad, en el acto corri a ayudarlo cuando había escuchado sus gritos, pero al verlo irse en los brazos de ese demonio, juro que no se daría por vencido hasta tenerlo de nuevo en sus brazos, aunque le costara trabajo aceptarlo, pero debía contar con la ayuda que Ciel y Perla la estaba ofrenciendo, ambos deseaban que ese shinigami regresara a salvo, Sebastian por su lado opto solamamente por obedecer a su amo, ya que aun lo unia el contrato que habían acordado desde el dia que lo conocio, en el acto comenzaron a formar diferentes planes para rescatar a Grell de las garras de Bruno, el cual disfrutaba de tener a su amado pelirrojo bajo sus pies, para ello, todos se encontraban reunidos en la sala principal de aquella mansión, mientras Perla por su parte comenzaba a sacar diferentes armas de algunos ataúdes que tenia bien guardados en sus zotanos, los cuales se trataban de 6 vampiros que se encontraban bajo su servicio, para poder convocarlos debía de llevar 6 cruzes invertidas plateadas de color negro, las cuales debía utilizar en otra dimensión para que asi llegaran a ella, en el acto volteo a verlos, ajustándose un poco sus lentes que llevaba con ella, mientras se sentaba en un sillón frente a ellos.

-Como podrán darse cuenta, las posibilidades de poder rescatar a Grell son poco favorables, ya que el mundo a donde se lo han llevado, es controlado principalmente por varios opast, los cuales son mejor conocidos en su mundo como demonios caidos- Empezo a explicarles de forma seria, mientras les entregaba Sonya algunas armas especiales que debían utilizar, empezando a despertar la curiosidad de los presentes, alo cual despertó la curiosidad de Ciel quien la observo, tomando aquella pistola negra con algunas rayas de color verde rodeándola.-

-Disculpa pero ¿Por qué debemos usar estas armas? Sabes perfectamente que con Sebastian podremos acabar con todos ellos, sin importar si llegaran a herirlo, ejl el totalmente inmune a todos sus ataques- Sonriendo al final, mientras recibia una mirada de total complicidad de Sebastian quien ante su comentario, realizo una reverencia, sonriendo triunfante

-Como mayordomo de los Phantomhive ¿Qué haríamos si no pudiera derrotar yo solo a un ejercito de simples opast?

-Disculpen si no estoy del todo de acuerdo con ustedes, pero estos seres no se andan con rodeos, mi sirviente sonya a estado investigando respecto a ellos y créame, estos poseen habilidades totalmente diferentes, es decir no por nada son conocidos como los caidos, aquellos demonios que fueron desterrados de su reino por atreverse a levantarle la voz a su rey, ya que ellos deseaban convivir con los humanos, pero ellos tenían otros planes , su principal objetivo, era simple y sencillo, acabar con los humanos, las armas que les entregue están hechas de un material muy distinto al de este mundo, además contienen balas con un liquido de color morado, llamado cormon el cual puede matar de un solo golpe a cualquier criatura que se atraviese en nuestro camino, se que suena de mas, pero no debemos separarnos, yo empezare a formas diferentes planes de ataque para poder enfrentar al enemigo

-Yo puedo solo contra ellos! No necesito de su ayuda –Friamente había respondido, levantándose de su lugar William quien aun seguía impotente por lo que había pasado, se sentía inútil y además enfurecido consigo mismo, ya que había jurado protegerlo, pero la promesa estaba rota, Perla al verlo en ese estado, se levanto y lo tomo de su mano, limpiando con sus dedos aquella lagrima que había salido del ojo derecho de aquel shinigami de ojos verdes, empezando a comprender su estado de animo, suspirando un momento, contesto.

-No se trata de que vallas tu solo, es vital que todos estemos contigo, además no eres el único que desea ver a Grell de nuevo, sano y salvo, déjame decirte que el mundo al que iremos es uno completamente distinto al que has visto antes, para poder entrar necesitare realizar un sello, asi que si quieres ver a tu pelirrojo, necesitare que te tranquilizes William, hazlo por el –Le sonrio ára darle animos, en el acto se separo de el, empezando a encaminarlos con ella hasta un cuarto localizado en el zotano, al lado de ella iba Sonya seguida de Ciel y Sebastian quienes guardaron aquellas armas en su ropa, cuando llegaron a dicha puerta, aquella joven saco un juego de llaves, empezando a decir un pequeño conjuro en latin, para poder finalizar con esta frase.

Secreto CarmesiGrell x William KuroshitsujiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora