Secreto CarmesiGrell x William Kuroshitsuji

Capitulo 3 Una velada inolvidable y la voz de mi corazon

Capitulo 3

Una Velada Inolvidable y La Voz De Mi Corazón

Aun continuaba besándose con aquel shinigami que consideraba imposible de alcanzar y que por el cual no dudaría ni un minuto en correr a sus brazos.

Su vaivén entre sus bocas continuaba con la misma intensidad y pasión que ambos empezaban a manifestar a través de este pequeño acto físico entre los mortales llamado beso, durante el cual William no dejaba de tomarlo de la cintura, acariciándola un poco, sin poder evitarlo subio su mano un poco mas de lo que las normas sociales hubieran permitido en aquel momento tan dulce y único para ambos , comenzó a acariciar su cuello y su mejilla, mientras que Grell no dejaba de gemir un poco debido a los besos que recibia de su amado, a regañadientes tuvo que separarse de el, ya que la hora de trabajo había empezado.

-Lo lamento wiru! Pero el deber me llama, pero no me quiero ir! –lo dijo haciendo un tierno puchero a lo cual William sonrio y rio un poco , a lo cual lo tomo de su mejilla, besandosela con suavidad.

-Te prometo que en cuanto termines de trabajar iremos a nuestra cita ¿De acuerdo? Esto no es un adiós Grell tranquilízate

-Tienes razón jejeje pero no soportaría la idea de estar lejos de ti

Despues de un par de minutos a solas, nuestro hermoso pelirrojo salio en el acto con su agenda del dia, empezando a realizar sus deberes a lo cual su jefe estaba mas que complacido, después de este encuentro tan dulce, regreso a su oficina, no sin antes tocarse los labios los cuales se encontraban tibios debido a el beso tan ardiente que se había dado con su amado pelirrojo hace ya algunos minutos, con un leve sonrojo comenzó a trabajar en los informes que tenia que revisar no sin antes morderse ligeramente su labio inferior , controlando el impulso de buscar a su bella rosa escarlata y hacerla suya como tantas veces había soñado.

-Pronto llegara el momento mi precioso rubi

Mientras tanto en la Mansión Phantomhive

El joven conde Ciel se encontraba en la sala de su mansión, bebiendo un poco de su delicioso te, cuando en el acto entro su demonio de mayordomo anunciando la llegada de una visita inesprada para el chico que habitaba dicho aposento.

-Disculpe la interrupción joven amo, pero acaba de llegar una visita

-Tsk ¿De quien se trata Sebastian?

-Es lady Perla, desea hablar con usted

-Dile que pase

-Como ordene, por aquí mi lady

En el acto entro Perla a el lugar, dándole las gracias a Sebastian por como era debido, se sento frente a Ciel , bajando la mirada apenada por haberse atrevido a llegar sin antes anunciarse como las normas de la alta sociedad imponían, pero sabia que el joven conde entendería el motivo de su apresurada llegada.

-Conde Phabtomhive, disculpe pero tenia que hablar con usted y

-No hace falta que te disculpes, siendo la leona de la reina, debe de tratarse de algo sumamente importante –Dejando a un lado su taza de te, la miro observando como Sebastian le servia una taza de aquel te que estaba bebiendo el dueño de la mansión, asintiendo tomo la taza mientras la dejaba a un lado.

-Necesito de tu ayuda Ciel, veras desde la ultima misión que tuve con mi mayordomo a estado actuando de forma muy extraña

-¿Se refiere a Bruno, cierto?

Lo había mencionado Sebastian a lo cual la joven simplemente asintió observándolo un poco sonrojada por la cercanía, pero además temiendo un poco po r la respuesta que recibiría en ese momento, pero sabia que no tenia mas opción, ose arriesgaba o permitia que ese demonio Versalles se saliera con la suya, asi que se armo de valor y dejo escapar estas palabras de sus labios.