Secreto CarmesiGrell x William Kuroshitsuji

Capitulo 23 Miel Sobre Rosas Rojas Primera Parte

Sabia que una mujer podía tomarse algunos minutos para prepararse para su noche de bodas, como toda recién casada, pero Grell ya se había tardado un poco, esto por supuesto me estaba matando de los nervios y la curiosidad por ver lo que llevaría puesto.
Aunque siendo franco la espera no era lo mio, de hecho odiaba que me hicieran esperar, pero tratandose de mi amado pelirrojo, y agregando que la sorpresa seria solamente para mi, me hacia sonreír satisfecho, sacando de mi maleta un libro comenzando a leerlo, para tratar que el tiempo se fuera mas rápido, esperando con esto poder tranquilizar al menos la preocupación que sentía por dentro debido a la pequeña conversacion que había tenido hacia pocás horas con una de las amistades de Ciel quien para mi sorpresa resulto ser una bruja que tiene la habilidad de ver el futuro, aquella mujer de cabello blanco con negro y ojos ámbar de piel blanca, figura delgada pero hermosa a la vez de nombre Sindel me había tomado de la mano un momento apartandome de los invitados, claro que esto me había extrañado bastante y precisamente cuando estaba dentro de la mansión Phantomhive, con mi nueva acompañante específicamente en la sala, había tomado asiento y sus palabras que escucharía cambiarían mi vida y la de mi pelirrojo para siempre, tan solo pude quedarme quieto, mi corazón apenas dando señales de vida y la de Grell para siempre y estaba en mis manos evitarlo y proteger lo que mas amaba con mi vida.

Flashback

Después de haber terminado de aquel evento en donde los novios recibían sus regalos de novia,aquella mujer sin previo aviso, lo habia tomado de su ho,bro, haciendo que por supuesto el hombre de ojos esmeralda la mirara lleno de sorpresa, pero a la vez con curiosidad, justo cuando iba a preguntarle quien era, simplemente habia parecido el conde de los Phantomhive, quien sonreia y los habia presentado, antes de que pudiera al menos pronunciar una palabra.

- William quiero presentarte a Sindel, es una gran amiga de la familia Phantomhive, estoy seguro de que no te quitara mucho tiempo, necesita hablar contigo y sabes que no estas solo -Lo habia tomado de la mano, para darle animo y hacerle saber con la mirada que no debia desconfiar de ella, a lo cual el shinigami suspiro vencido por aquella peticion y asintio con un movimiento de su cabeza, dandole permiso adsoluto para que aquella persona se entrevistara con el sin nunguna objecion.

-Encantado de conocerla, y por supuesto que hablare con ella, gracias - Al verlo irse, aquella mujer lo observo para despues empezar a hablar con el, llevandolo con ella directo a la mansion, siendo ubicados en la sala, tomando asiento en aquel sillon, siendo rodeados por algunos objetos de valor y el paso de meseros yendo de un lado a otro con charolas llenas de bebidas para los invitados.

- Es un placer para mi entrevistarme con usted, pero dejando las formalidades, debo advertirle de una amenaza que esta por llegar, se que no es el momento, porque esta celebrando su matrimonio con Grell, pero es preciso prevenirlo.

-¿Prevenirnos? Pero ¿De que esta hablando?

-No puedo decirte mucho, pero ustedes dos corren peligro, hace poco mi collar de los dioses me mostro algunos eventos, en los cuales se ve involucrado aquel demonio, tu debes de saber perfectamente de quien estamos hablando ¿Cierto?

- No puedo equivicarme, se trata de Bruno ¿Verdad?

- Sabia que acertarias, pero el tiene a uno de sus mas fieles seguidores que no va a descansar hasta encontrarse contigo y cumplir su trabajo, solo ten cuidado y muy pronto nos volveremos a ver, disculpa por haberte interrumpido, pero es mi deber decirtelo, tengan cuidado - En el acto se levanto de su lugar y camino directo hacia hacia la salida, dejando a el moreno de dos maneras, preocupado y ademas irritado con aquella desagradable noticia aun haciendo eco en su mente, si bien era cierto que debia de cuidarse, pero temia que esto solo se quedara en palabras, cerrabdo los ojos un momento, se retiro de aquel sitio, recibiendo en sus brazos a su bella esposa, quien sonreia y lo abrazaba con fuerza de su cuello, haciendo que William olvidara por un momento aquel evento y lo observara sonriendo y acariciando al mismo tiempo su precioso cabello, escuchando aquella melodia voz invadir de nuevo todos sus sentidos.