One-Shot de Hetalia.

FraIn

Dedicado a AsukaFujoshi-san (esta bien escrito?) Espero que te guste (/-\)

\(^0^)/

Se sentó sobre la cama y llevo una mano a su cabeza, la cual daba vueltas y tenía un dolor insoportable. Trato de enfocar el lugar en donde estaba y como sospechaba, no estaba presisamente en su casa.

Escucho un suave respiración a su lado, giró el rostro encontrando el cuerpo dormido de cierto español.

A su mente lo asaltaron recuerdos variados sobre lo sucedido anoche, y para confirmar sus sospechas levanto las sabanas que le cubrian y observo con horror y extrañeza que se encontraba completamente desnudo. Se volvio a cubrir y otra vez miro a su compañero.

Busco con la mirada su ropa la cual se hallaba esparcida por toda la habitación, si hubiese estado en un hotel con una chica no le hubiese importado paseaser como pedro por su casa, pero esto se trataba de un conocido, de un país, de España.

Se levantó y lo más rapído posible tomó toda su ropa y salio casi corriendo al baño a vestirse.

Antonio se acurrucó entre las sabanas intentando conciliar el sueño nuevamente. La cabeza le iba a explotar y sus caderas dolian demaciado. Sin recuerdo alguno se sentó sobre la cama y miro su alrededor, encontrando en la habitación su ropa repartida por todos lados y la cama siendo un desastre.

  -  ¿Que pasó? -se preguntó.

Escucho pasos por fuera de la habitación y decidio ir a ver, se levanto con cuidado y vistio.

Llegó a la cocina y el agradable olor a comida le invadio, vio a un concentrado Francés cocinando, se sentó frente a la mesa observandolo mientras sonreia.

  -  Buenos Días -saludó el español haciendo que el rubio pagase un salto- ¿te he asustado, Fran?

  -  Mon cher, casi me matas de un infarto...

  -  Lo siento -sus no memorias le recordaron lo que quería preguntar- Por cierto ¿Sabes que paso ayer? Hoy desperte con un dolor en la cadera terrible, y la cabeza aún me da vueltas un poco.

El francés enrojecio levemente y río nerviosamante.

Sobre la mesa dejo la comida preparada especial para la resaca y camino por al lado del español, le revolvío el cabello y en un susurro dijo:

  -  Prometo se más sutil la próxima vez.

España levantó la vista confundido, quiso volver a preguntar pero el otro ya había salido de la cocina.

Un pequeño recuerdo.

Enrojecio ante la escena que se vino a su mente y comprendio las palabras de su amigo.

Francis volvio a entrar a la cocina y se sentó frente al dueño de casa.

Comieron en silencio, al acabar Antonio recogío los paltos y los dejo en el lavaplatos, camino hasta la salida del lugar.

  -  La próxima vez seré yo el te haga morder almohadas.

Susurró el español dejando a un asombrado francés sin nada que hacer.