Capítulo 4. Acto en la escuela.

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El día había llegado y tan solo faltaban unas horas para el acto. El plan ya estaba en marcha.

Bryan llegó más temprano que de costumbre al colegio. Concentrado en seguir correctamente todos los pasos preestablecidos, fue alegre hasta la dirección con el vestido en la mano y más alegre aun salió después de que la directora aceptara la prenda como un regalo y se la pusiera. Lo único que lamentaba profundamente era que Akemi no estuviera con él para ver el acto, pero como ya no era alumna del colegio si la vieran por ahí sospecharían de su presencia.

La cuestión es que el tiempo pasó rapidísimo, los alumnos ya se encontraban parados frente al escenario todos ordenados y en filas, esperando en silencio. La directora estaba subiendo a la tabla, Roy estaba escondido arriba del escenario con el gancho en la mano y Bryan desde el público haciéndole señas disimuladas indicándole que espere.

La Sra. Moore observó a todos a su alrededor por unos segundos, poniendo un poco incomodos a algunos alumnos. Finalmente llevó el micrófono a la boca y leyendo un papel en su mano se puso a contar la aburrida historia de la escuela que recordaba cada año y luego comenzó a cantar el himno, nada extraño, pero lo que nadie sabía es que esto tendría un final sorpresivo.

Cuando la mujer terminó de cantar y todos estaban a punto de aplaudir, Roy con total precisión bajó el gancho hacia el vestido de la directora enganchándolo y tirando con fuerza de la cuerda que tenía en sus manos,  haciendo que la prenda de la mujer desapareciera y la dejara expuesta ante las caras de los pobres niños. ¡Encima no traía sostén!

A la Sra. Moore no le alcanzaban las manos para tapar su gordo cuerpo y su cara violentamente sonrojada. Salió corriendo del escenario muerta de la vergüenza y tropezó con sus propios pies, cayendo al suelo y pasando más vergüenza ahora que los chicos podían ver su trasero. Las caras de asco no se hicieron esperar al igual que las burlas de algunos, pues había niños que vomitaban, se desmayaban, y otros que simplemente les causaba gracia. Bryan no podía haber tenido más suerte, saltaba de alegría por dentro aunque debía disimular por fuera para parecer un profesor correcto. Digamos que el 99% de los profesores estaban preocupados e intentaba ayudarla y el 1% reía malvadamente para sus adentros... ah si, ese era Bryan.

Cuando la directora por fin pudo levantarse y vestirse con ropa que le trajeron, fue corriendo directo hacia las escaleras que llevaban arriba del escenario, justo donde estaba Roy. A Bryan le entró un ataque de nervios por su amigo, no sabía lo que sería capaz de hacer la directora si lo llegaba a encontrar. Encima para empeorar las cosas, la Sra. Moore desapareció en las escaleras de repente y se escuchó un "¡Ajá, te atrapé!" El pobre Bryan tragó saliva preso del pánico y luego la directora apareció mostrando al público un gancho amarrado al vestido roto. "¡Con que me sacaron el vestido con esto, eh!" Gritó la mujer mientras Bryan se preguntaba por Roy.

Confundido, comenzó a mirar a todos lados cuando vio entre el público alguien que lo saludaba. Su amigo estaba ahí sano y salvo, había huido del escenario por una escalerilla trasera mientras todo aquello pasaba.

-Uuufff, me parecía que no podías ser tan tonto- Decía Bryan aliviado mientras se acercaba a Roy, quien solo le respondía con una sonrisita.

Pero de pronto algo les hizo mirar nuevamente hacia el tablón, la Sra. Moore estaba con el ceño fruncido y señalando a Bryan con el dedo.

-¡Fuiste tú! ¡Me diste el vestido porque ya lo tenías todo planeado!- Bryan se había quedado inmóvil, quería negarse pero las palabras no salían de su boca. En ese instante la directora bajó del escenario y corrió como una fiera hacia el pobre chico, lo tomó del cuello y lo elevó a 20 centímetros del suelo, iba a golpearlo pero algo llamó su atención, lo bajó hasta el piso y comenzó a tocar suavemente su cara.

-Yo te conozco de algún lado...

-¿Q-qué? N-no... debe ser una equivocación...- Decía Bryan temblando.

Ella lo miró de pies a cabeza y después de unos segundos dijo:

-No, definitivamente debe ser imaginación mía. Pero aun así voy a estar observándote, me das mala espina, ni sé cómo te di el trabajo.- Y así se fue hasta su dirección dando un portazo sin decir nada más.

Todo el mundo se quedó callado mirando a Bryan, más bien conocido por ellos como el profesor McIrish, el nombre falso que había utilizado para no ser reconocido.

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¡Hola de nuevo! ¿Les está gustando la historia?

Aviso que el yaoi pronto va a llegar 7w7

Bueno bye, los quiero :) <3


Sorpréndeme (Yaoi/Gay)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora