Unas horas después de todo lo sucedido, dieron de alta a Akemi. Por suerte no había sido nada más que un susto, tanto el bebé como la madre se encontraban en buen estado de salud. Pero aun así Roy seguía enfadado.
-Mira lo que causó ese idiota, ¿Y si perdías al bebé? ¡Ahí sí que lo mataba!- Decía este con voz ronca, después de tanto haber insultado al esposo de su hermana.
-Tranquilo, ya pasó. Por ahora volveré a casa de nuestros padres para quedarme allí unos días, mientras que intentaré comunicarme con Kevin para que me dé una explicación de lo que hizo.- Intentó calmarlo Akemi.
-¿Lo vas a perdonar?- Preguntó Bryan.
-No lo sé, eso dependerá de lo que tenga para decirme él.
Salieron del hospital y los jóvenes llevaron a Akemi a casa de sus padres. -Gracias por todo chicos- Dijo y entró al hogar.
Bryan y Roy se despidieron y emprendieron el regreso. Llegaron a su casa y lo primero que hicieron fue ocultar cualquier rastro que hubiera quedado de aquella escena tan confusa ocurrida esa tarde, las gotas de sangre por ejemplo. Si bien no había sido una pelea que llegara a los puños, no sería bueno que la asistente social se enterara de algo así, o podrían quitarles a Santiago, pues el niño no debe presenciar ni mucho menos ser parte de una situación (en este caso la fuerte discusión) que pueda llegar a traumarlo o provocarle algún daño.
-¡Uf! Qué suerte que volvieron, ha sido muy difícil calmar al niño y explicarle las cosas- Dijo Amanda aun un poco nerviosa mientras entraban a la casa.
-¿Cómo está él?- se preocupó Bryan.
-Bien, ahora está durmiendo. ¿Y cómo está la joven?
-Por suerte está mejor, fue solo un susto.- Contestó Roy luego de dar un largo trago al agua de su vaso para intentar calmarse.
De pronto todos miraron hacia un bulto que se movía en el suelo: llegando a la cocina, venía Yuki a paso lento, rengueaba la pata de atrás y se veía muy adolorida por la fuerte patada que había recibido. Al ver esto, Roy volvió a enfurecerse al recordar todo lo que había causado Kevin.
-Ese maldito hijo de puta- Dijo y rápidamente levantó a Yuki para llevarla al veterinario.
Mientras tanto Bryan fue al dormitorio de Santiago, el inocente niñito dormía plácidamente en la cuna, sin enterarse de todo lo que había ocurrido últimamente. El joven se quedó ahí acompañándolo, y pensando "Ahora que estábamos tan bien, tan felices, ¿Por qué nos pasa esto?"
Después de 20 minutos, Roy volvió con Yuki del veterinario trayendo unos medicamentos para los dolores que tendría que tomar la gata. El doctor experto en animales la examinó y dijo que se había lastimado la patita y tenía fracturada una costilla, pero si seguían sus recomendaciones el felino sanaría pronto y volvería a estar bien.
Roy dejó a Yuki durmiendo en una manta y luego se acercó a su esposo que seguía en la habitación del pequeño Santi.
-¿Estas más calmado amor?- Le preguntó Bryan entre susurros para no despertar al bebé.
-Sí, ya estoy mejor- Suspiró.
-Bueno, ya todo lo malo pasó- Bryan abrazó a Roy mientras le hablaba. -Ya verás que todo volverá a ser como antes.
-Si- Se dieron un casto beso en los labios y se quedaron viendo a su hijo, que continuaba durmiendo como un ángel.
----------------------------------------------------------------------------
Como prometí, aquí está el capítulo de hoy. El próximo cap. trae noticias, prepárense OwO
-Eve
ESTÁS LEYENDO
Sorpréndeme (Yaoi/Gay)
RomanceBryan era un alumno de la escuela San Bernardo en donde había una directora malvada, la Señora Moore, quien maltrataba y castigaba severamente a sus alumnos. Tras años de castigos y abusos por parte de la directora, Bryan planea vengarse, pero en el...