Capítulo 8. El "robo" y la confesión de Roy.

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El fin de semana había pasado ya. Ni Bryan ni Akemi sabían nada de Roy, quien aún seguía sin aparecer. Era lunes, ya había terminado el horario de clases y cada uno se iba a su casa.

Bryan se encontraba en la puerta principal del colegio a punto de salir, cuando de repente sintió una mano que apretó fuertemente su hombro izquierdo, quiso voltear para ver quien era pero el rostro de esta persona ya se había acercado a su oído para susurrarle "Que te valla bien, Bryan" Al joven se le erizaron los vellos y se le heló la sangre al escuchar esa voz diciéndole aquellas palabras. "¿Cómo diablos supo que soy yo?" pensaba él mientras se daba vuelta lentamente para ver la cara de la Sra. Moore.

-Ve ya a tu casa, se hace tarde- Le dijo la directora sonriente mientras se retiraba tarareando una canción.

Bryan quedó congelado nuevamente. Luego de unos segundos sus piernas comenzaron a moverse involuntariamente y se fue caminando hasta su casa, sin cambiar el gesto de susto que aún tenía en su rostro y pensando seriamente en lo que le había dicho la directora.

-¿Cómo lo descubrió? ¿Qué me hará ahora que sabe quién soy en realidad? ¿Qué habrá querido decir con ese "que te valla bien"? ¿Por qué debo ir a casa rápido, se hace tarde para qué?- Se preguntaba a si mismo sin encontrar sentido a aquellas palabras. Cuando se dio cuenta ya se encontraba en la vereda de su casa, estaba justo por entrar hasta que notó algo completamente fuera de lo normal: la puerta, que él mismo había dejado cerrada con llave antes de salir, estaba ahora entreabierta. Asustado, se escondió tras un árbol y esperó unos instantes, al no notar movimiento alguno decidió ir a averiguar. Lentamente iba caminando sin hacer ruido, su corazón acelerado le intuía que algo andaba mal, mientras más se acercaba podía ver que en el interior había muchas cosas tiradas y rotas en el suelo, también pudo notar que la puerta había sido forcejeada.

Entró dándose cuenta finalmente que había sido un robo. El corazón le dio un salto cuando de pronto se empezó a escuchar un fuerte murmullo tras él y vio salir a unos policías llevando a dos hombres esposados dirigiéndose al auto de la patrulla, ahí notó que había llegado tan pensativo con lo de la directora que ni si quiera había visto el patrullero. Justo cuando iba a tranquilizarse un poco, sintió detrás unos pasos más, se dio vuelta y para su sorpresa ahí estaba Roy.

-Yo llamé a la policía. Estaba viniendo a tu casa porque quería hablar contigo, cuando vi que estaban esos dos revolviendo tus cosas y entonces llamé. Por suerte los oficiales llegaron rápido, los ladrones no pudieron llevarse nada.- Al escuchar esto, Bryan no lo pensó dos veces y se abalanzó sobre Roy para abrazarlo fuertemente.

-Gracias, muchas gracias- Dijo él.

-No es nada- Respondió Roy. -Pero recuerda que debemos hablar, para eso vine.

Pronto se escucharon gritos en la calle "¡Nos ofrecieron dinero para hacer esto!" eran los ladrones. Mientras luchaban para que los dejaran ir, uno de los policías que estaba afuera les cerró la puerta del auto y sus voces ya no se escucharon más. El oficial se acercó a Bryan y le comentó que esos dos estaban siendo buscados hace mucho tiempo por otros delitos que habían cometido, se agradecieron mutuamente y la patrulla se fue.

Ahora la casa había quedado nuevamente en completo silencio, solo con ellos dos, mirándose a los ojos. Pronto Roy habló.

-Bryan, yo me fui durante estos días porque quería aclarar ciertas cosas en mi mente. Es que aún estoy confundido, porque tú eres mi mejor amigo y lo que pasó ese día... creo que hizo que empezara a sentir algo por ti.- Sus mejillas se sonrojaron levemente. Hubo silencio un tanto incómodo durante unos segundos y luego Roy continuó. -Pero no estoy totalmente seguro de este nuevo sentimiento, de verdad no quiero arruinar nuestra amistad, tampoco quiero ilusionarte y luego lastimarte, claro si es que tú sientes algo por mí.

Bryan sorprendido por aquello lo miró a los ojos y con timidez, pero también con un poco de valor, le confesó finalmente -Bueno... si, siento algo por ti. Hace bastante tiempo me empezaste a gustar, pero jamás tuve el valor de decírtelo por miedo a que me rechaces y perderte para siempre. Nunca iba a poder soportar el hecho de no volver a verte... yo te amo Roy.- Sus ojos se ponían brillosos mientras decía esto. Roy le hizo una caricia en su mejilla, pronto lo abrazó y por fin Bryan pudo liberar las lágrimas que querían salir hace rato.

-Vaya, como es que nunca me di cuenta- Dijo Roy -Si me lo hubieras dicho antes lo habría entendido, sabes que eres la persona más importante en mi vida y te aprecio mucho. Ahora, si tú quisieras empezar una relación... yo no sé bien que es lo que te respondería en este momento, aún sigo confundido. Pero lo voy a pensar, lo prometo solo dame unos días más por favor.

-Está bien. No tenemos que iniciar nada si tú no quieres.

Y así se quedaron abrazados un rato más, hasta que Roy se despidió de él y se fue. Bryan se quedó apoyado en el marco de la puerta observando a su amigo mientras este se alejaba y estuvo ahí durante unos minutos, pensativo, analizando la situación. Esto era algo muy importante para él: pues el hecho de que Roy estuviera confundido, podía significar que se estaba enamorando o que se estaba arrepintiendo por aquel beso y lo abandonaría.

Agachó la cabeza deprimido pensando en esa última posibilidad. Con sus ojos nublados por pequeñas lágrimas, comenzó a ver en el suelo los objetos que habían sido tirados, volviendo a la realidad poco a poco y recordando lo ocurrido hace un momento. Secó sus ojos con los puños e inmediatamente se puso a acomodar el desastre que habían provocado los ladrones. Y pensando nuevamente en el tema, comenzó a hacerse preguntas. ¿Será que la Sra. Moore dijo aquello porque ella habría planeado el robo? De ser así sería muy estúpida, pensaba Bryan, pero ¿Por qué un robo? ¿Con qué objetivo? ¿Qué es lo que buscaban?

Mientras tanto...

-¡¿Cómo que los atraparon?! ¡¿Y la caja con las fotos?! ¡¿No consiguieron nada?! ¡Pero como fui a contratar a estos idiotas! ¿Y encima quieren que les pague? ¡Jajaja, vayan a hacerse mantener por la sociedad protectora de animales, malditos idiotas!- Gritaba la directora mientras arrojaba el celular contra el suelo. -Malditos idiotas, ¡Mierda!


Sorpréndeme (Yaoi/Gay)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora