capítulo 10

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Alana.

-¿como que te comiste las tuyas?, ¡era uno sólo el tuyo imbécil!. Le grité.

-no te pongas así, te las pagare, ¿donde las compraste?. Me dijo el muy idiota.

-las hice yo, no las compre en ninguna parte.

-¿en serio?, juraría que las compraste, podrías hacerlas y venderlas, no darán mucho trabajo saben muy bien.

Como no tenía caso seguir llorando sobre la leche derramada, tome 3 bolsas y me fui, cuando llegue rey aún no había llegado cosa que me dio tiempo a hablar con sus padres, hablamos de su hermano, de sus primos, cosa que me hizo darme cuenta de que los padres de el son muy inocentes.

Cuando rey llegó se veía cansado pero cuando me vio creo que vi que sonrió, eso no es muy normal que digamos.

Una vez en el comedor la cena fue muy normal, pero en cuanto termino prácticamente me arrastró hasta su cuarto.

-¿que creé que hace, suélteme?. Decía mientras forcejeaba para que me soltara y por la posición que seguíamos teniendo mi esfuerzo era en vano.

-solo cállate y mírame,¿si?.me soltó una mano y acarició una mejilla, yo estaba temblando de lo nerviosa que estaba, pero solo pude perderme en sus ojos con la mano libre la puse en su cuello y me acerque para besarle.

Si, me va a doler después pero en este momento no me interesa, el beso se volvió demandante y intenso en poco tiempo y nos separamos por falta de oxigeno, pero el no estaba decidido a dar tregua ya que automáticamente bajo hasta mi cuello dejando pequeños besos y un par de tiernas mordidas en el camino, el despertar de ese mágico momento fue un bulto duro en mis muslos que hace momentos atrás no estaba ahí, su mano ya iba subiendo por mi pierna quitando lentamente mi vestido.

Por donde sea que posaba su mano ese lugar sentía como que me quemaba era muy excitante se sentía bien, pero claro que tenía que sentirse bien era experto en anatomía de mujeres, mi humor cambio tanto que el gemido de placer que amenazaba con salir murió rápidamente por mi mal humor.

El estaba tan concentrado en otra cosa que fue fácil para mi salirme de sus brazos.

-no me vuelva a hacer eso. Le dije con la mejor mirada de enfado que pude dar en ese momento ya que lo que había pasado en serio me gusto.

-pensé que tu también lo disfrutabas, ¿no te gusto?. Y mi capacidad para mentir murió al recordar ese maldito beso, y no pude responder por obvias razones no iba a declarar que si me gusto.

Salí de la habitación muy rápido dejando a rey muy enojado y furioso, no era mi culpa, yo por mi parte estaba feliz, ni un meteorito que cayera cerca de mi borraría la sonrisa de victoria que tenia plasmada en la cara.

Reginaldo

Esa mujer me sacará una úlcera como se atrevió a dejarme así aquí, estaba con un problema en mi baño bajo el agua casi helada para solucionar lo que ella dejo sin terminar.

Después de un tiempo yo parecía pasa pero ya estaba normal, aún que las ganas de molestarla eran simplemente grandes así que cojo mi celular y la mando un mensaje.

Rey
#si mañana tengo gripe serás mi enfermera, ya que por tu culpa me tuve que quedar mucho tiempo bajo la ducha.

Mujer insufrible
*yo no tengo que pagar por sus errores, y se quedó en la ducha por ese tiempo por que a usted le dio la gana, le recuerdo que usted mismo se lo buscó.

Narradora
Rey
#yo solo quería. Se quedo viendo la pantalla del celular sin mandar el mensaje la verdad es que era cierto lo que ahí figuraba, el solo quería besarla, hace días sintió esa necesidad y aunque ha intentado cesar esa necesidad con alguien más no ha sido fácil, no ha encontrado a alguien con la capacidad de duplicar ni los labios ni la sensación que estos producen.

Al final borro el mensaje y no siguió hablando, no quería seguir descubriendo lo que sentía por esa chica, no quería descubrir que en un par de días ya sentía algo por aquella desesperante mujer.

Alana.

Por otro lado Alana estaba feliz en su casa paso a visitar a su madre y las noticias que recibió solo pudo mejorar su noche.

Ya había pasado 3 semanas desde la llegada de los padres de rey y yo estaba en mi casa decorándola antes de que llegara mi madre.

La puerta sonó y fui a abrir, me encontré con rey muy elegante y sudado, me hice a un lado para que pasara y desde que entro y cerré la puerta me beso, yo en blanco y como estatua tenia una lucha dentro de mi por empujarlo y botarlo de mi casa o rendirme y disfrutar de este momento.

Al final termine por rendirme y seguirle el beso, cuando ya no había aire en nuestros pulmones tuvimos que separarnos.

-¿que cree que hace?, no puede solo irrumpir en la casa de las demás personas y abusar de ellas. Le dije.

-no abuso de nadie, solo vine a pasar un tiempo con mi novia. Decía mientras se quitaba la corbata.

-voy a quedarme aquí a dormir. Y mi cara fue épica.

-¿aqui?, ¿hoy?, ¿por que?.

-te vez linda confundida, pero me quedare aqui por que mis padres han puesto mi casa como una tienda de galletas o a como el taller de santa no quiero aparecerme hoy por mi casa. Me dijo mientras se recostaba en el mueble.

-¿no jodas?, vete a tu casa así sea el taller de santa o el establo de los renos lo que están haciendo en tu casa, vete y déjame en paz.

La razón por la que estaba tan nerviosa era muy fácil, ese hombre despertaba algo en mi, soñaba con el, y las veces que me había besado y tocado permanecían como un sello maldito, imposible de romper, su fragancia su voz siempre fueron llamativas para mi, era un sueño imposible el echo de siquiera conseguir mirarlo, para mi hace un mes atrás ese hombre era como una estrella inalcanzable y ahora estaba en la sala de mi casa descansando, los dos solos y el con un fuerte objetivo.

Hola, las cosas van bien, ya van cediendo entre ellos, ¿que creen que saldrá de esta noche?, comenten, voten.

Los quiero mucho y gracias por el apoyo.

Entre MentirasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora