Reginaldo.
-¿estas bien?, ¿necesitas algo?. Le dije.
La verdad es que todavía no me lo creía, verla, en mi cama y así como estaba agarrada a las sábanas, con la respiración agitada por la actividad que acabábamos de tener, con el pelo desparramado, y una capa de sudor adornando toda su piel.
-necesito un baño, y una nueva garganta ¿quizás?. Y Sonreí con su declaración.
-lo del baño lo puedo resolver, y lo otro quizás te cure con unos cuantos besos. Me acercaba lentamente a ella como si fuese un cazador.
-aléjate, no tienes suficiente con dejarme en esta condic..... ¡hay no, me voy!. Me alarme al ver la rapidez con que se paro.
-¿se puede saber a que viene eso ahora?, ¿te arrepentiste?. Le dije acomodándome mejor en la cama.
-¡no!, en serio, no, definitivamente no creo que pueda arrepentirme. Y mi sonrisa se hizo más grande.
-¿entonces?. La verdad era que la curiosidad me mataba.
-soy muy ruidosa, creo que debieron escucharme hasta en la casa que sigue, ¡hay no que vergüenza!. Me reí a carcajadas.
-mi cuarto y el estudio están aisladas, no se escucha afuera. Y salto a la cama dándome un gran abrazo.
-gracias, la vergüenza que pasaría seria épica. Me dijo.
-¿crees que no saben lo que estábamos haciendo. Le dije y subí una de mis cejas.
-una cosa es estar consciente de algo, pero escuchar la desgarganda que me diste son cosas diferentes. Me dijo apoyada de mi torso.
-ha sido fantástico ¿repetimos?. Le dije rosando su cuello con mis labios.
-¡aléjate!. Chillo pero ya era muy tarde para detenerme.
Alana.
Después de la segunda ronda me encerré en el baño, o no saldría de aquí en semanas, me sentí feliz con lo que pasó, pero no dejaba de pensar en el futuro.
Pronto ellos regresaran y esto solo sera como un sueño, yo deje que esto pasara y a la larga seria yo quien sufriera.
bajamos a cenar todos estaban en la sala y decidimos cenar solos en el comedor en vez de encerrarnos de nuevo en el cuarto, como mi restricción se acabo de seguro que si cenábamos en el cuarto nadie vuelve a verme hasta mañana.
ya en la sala nos unimos a la conversacional cuando blanca ataco de nuevo.
-¿y a que te dedicas?, ¿no me digas que solo a estudiar?,¿estudias, no?. di mi mejor sonrisa, ya sabia lo que estaba planeando pero no seria tan fácil.
-yo, digamos que soy trabajadora independiente, tengo una tienda en linea de postres, chocolates, pasteles, galletas, mi madre y yo la llevamos , si estudio, pero ahora estamos de vacaciones.
el gusto que me di dejandole la boca abierta y el ceño fruncido fue inmenso, esa niña de papi y mami no me iba a degradar delante de nadie.
-hay hija, no sabia que fueses empresaria. me dijo la madre de rey y yo me sonroje negando con la cabeza.
-no, no lo creo, no es algo tan grande...... es... es algo pequeño todavía. le dije con toda la vergüenza del mundo.
-¿pequeño?, no mientas, están hasta el tope de pedidos y llegando mas. dijo rey algo orgulloso de mi trabajo.
-lo bueno es que mañana es el ultimo día de trabajo. le dije con una sonrisa cansada. Luego de hablar y bromear decidí irme a dormir dejando a rey con su familia, después de todo mañana tendría que levantarme bien temprano para trabajar.
Al día siguiente me desperté antes de que saliera el sol y me fui a mi casa encontrándome con mi hermano acostado en el sofá con fiebre.
-sin intenciones de molestar, tienes cuarto y cama, deberías descansar hay. Le dije suavemente y acariciando su cabeza.
El me sonrió se tomo su medicamento y como niño pequeño se fue a su cuarto.
La mañana la pasamos horneando y decorando como si la vida se ma fuera en eso, a las 3 de la tarde rey, su madre, jaquie y blanca atravesaron la puerta encontrándome en una pequeña discusión con mi hermano.
-hola, buenas tardes. Les dije, me quede viendo la dirección donde apuntaban los ojos de la tres mujeres y sip, mi hermano en la cocina sin nada de la cintura para arriba estaba dando un espectáculo.- ponte ropa. Lo amenacé.
-ya la tengo. Contestó.
-eso no es formal para recibir visitas. Le reclame, rey me rodeo con sus manos mi cintura y me dio un beso en la cabeza.
-no importa, a que si le preguntas a ellas no tienen problema. me dijo y yo solo sonreí, mi hermano se dio la vuelta para alcanzar algo en las gavetas y la mariposa que tiene en la espalda quedo al descubierto.
-¿tu también tienes esa mariposa?, ¿significa algo?. pregunto rey y mi cara se puso igual de roja que un tomate.
-si, pero sin un buen soborno no hablo. le dijo mi hermano ganándose una mirada asesina de mi parte.
-no dirás nada, yo te explico luego. le dije a rey.
-muy mal, estoy tratando de ser un buen cuñado y sacar algo de beneficio y tu lo arruinas. me dijo mi hermano acabando en la cocina y saliendo a su cuarto pero cuando iba saliendo se paro en frente de las mujeres y se presento.
-hola, soy el hermano de alana Alberto ruiz para el placer de ustedes, si me necesitan estaré arriba. les dijo y pude ver las hipnóticas miradas que les daban las 3 mujeres.
-ellas son, la madre de rey, su CUÑADA y su prima. dije mientras señalaba a cada una.
-un placer. dijeron todas a coro y mi hermano se despidió de ellas gracias a las miradas de desaprobación que le daba.
- ¿que las trae por aquí?. les dije.
-es que como rey dijo que tu cocina era buena, vinimos a probar. me dijo su madre con una inmensa sonrisa.
Hola, gracias por leer, espero que continúen hasta el final y les agrade.
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Entre Mentiras
RomanceAlana es una chica bastante normal que trabaja como empleada en la mansión de reginaldo, pero por las mentiras de su jefe se ve envuelta en una situación muy incomoda. que de a poco va solucionándose, mentiras, sentimientos ocultos, celos y confusi...