capítulo 14

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Reginaldo.

-¿estas bien?, ¿necesitas algo?. Le dije.

La verdad es que todavía no me lo creía, verla, en mi cama y así como estaba agarrada a las sábanas, con la respiración agitada por la actividad que acabábamos de tener, con el pelo desparramado, y una capa de sudor adornando toda su piel.

-necesito un baño, y una nueva garganta ¿quizás?. Y Sonreí con su declaración.

-lo del baño lo puedo resolver, y lo otro quizás te cure con unos cuantos besos. Me acercaba lentamente a ella como si fuese un cazador.

-aléjate, no tienes suficiente con dejarme en esta condic..... ¡hay no, me voy!. Me alarme al ver la rapidez con que se paro.

-¿se puede saber a que viene eso ahora?, ¿te arrepentiste?. Le dije acomodándome mejor en la cama.

-¡no!, en serio, no, definitivamente no creo que pueda arrepentirme. Y mi sonrisa se hizo más grande.

-¿entonces?. La verdad era que la curiosidad me mataba.

-soy muy ruidosa, creo que debieron escucharme hasta en la casa que sigue, ¡hay no que vergüenza!. Me reí a carcajadas.

-mi cuarto y el estudio están aisladas, no se escucha afuera. Y salto a la cama dándome un gran abrazo.

-gracias, la vergüenza que pasaría seria épica. Me dijo.

-¿crees que no saben lo que estábamos haciendo. Le dije y subí una de mis cejas.

-una cosa es estar consciente de algo, pero escuchar la desgarganda que me diste son cosas diferentes. Me dijo apoyada de mi torso.

-ha sido fantástico ¿repetimos?. Le dije rosando su cuello con mis labios.

-¡aléjate!. Chillo pero ya era muy tarde para detenerme.

Alana.

Después de la segunda ronda me encerré en el baño, o no saldría de aquí en semanas, me sentí feliz con lo que pasó, pero no dejaba de pensar en el futuro.

Pronto ellos regresaran y esto solo sera como un sueño, yo deje que esto pasara y a la larga seria yo quien sufriera.

bajamos a cenar todos estaban en la sala y decidimos cenar solos en el comedor en vez de encerrarnos de nuevo en el cuarto, como mi restricción se acabo de seguro que si cenábamos en el cuarto nadie vuelve a verme hasta mañana.

ya en la sala nos unimos a la conversacional cuando blanca ataco de nuevo.

-¿y a que te dedicas?, ¿no me digas que solo a estudiar?,¿estudias, no?. di mi mejor sonrisa, ya sabia lo que estaba planeando pero no seria tan fácil.

-yo, digamos que soy trabajadora independiente, tengo una tienda en linea de postres, chocolates, pasteles, galletas, mi madre y yo la llevamos , si estudio, pero ahora estamos de vacaciones.

el gusto que me di dejandole la boca abierta y el ceño fruncido fue inmenso, esa niña de papi y mami no me iba a degradar delante de nadie.

-hay hija, no sabia que fueses empresaria. me dijo la madre de rey y yo me sonroje negando con la cabeza.

-no, no lo creo, no es algo tan grande...... es... es algo pequeño todavía. le dije con toda la vergüenza del mundo.

-¿pequeño?, no mientas, están hasta el tope de pedidos y llegando mas. dijo rey algo orgulloso de mi trabajo.

-lo bueno es que mañana es el ultimo día de trabajo. le dije con una sonrisa cansada. Luego de hablar y bromear decidí irme a dormir dejando a rey con su familia, después de todo mañana tendría que levantarme bien temprano para trabajar.

Al día siguiente me desperté antes de que saliera el sol y me fui a mi casa encontrándome con mi hermano acostado en el sofá con fiebre.

-sin intenciones de molestar, tienes cuarto y cama, deberías descansar hay. Le dije suavemente y acariciando su cabeza.

El me sonrió se tomo su medicamento y como niño pequeño se fue a su cuarto.

La mañana la pasamos horneando y decorando como si la vida se ma fuera en eso, a las 3 de la tarde rey, su madre, jaquie y blanca atravesaron la puerta encontrándome en una pequeña discusión con mi hermano.

-hola, buenas tardes. Les dije, me quede viendo la dirección donde apuntaban los ojos de la tres mujeres y sip, mi hermano en la cocina sin nada de la cintura para arriba estaba dando un espectáculo.- ponte ropa. Lo amenacé.

-ya la tengo. Contestó.

-eso no es formal para recibir visitas. Le reclame, rey me rodeo con sus manos mi cintura y me dio un beso en la cabeza.

-no importa, a que si le preguntas a ellas no tienen problema. me dijo y yo solo sonreí, mi hermano se dio la vuelta para alcanzar algo en las gavetas y la mariposa que tiene en la espalda quedo al descubierto.

-¿tu también tienes esa mariposa?, ¿significa algo?. pregunto rey y mi cara se puso igual de roja que un tomate.

-si, pero sin un buen soborno no hablo. le dijo mi hermano ganándose una mirada asesina de mi parte.

-no dirás nada, yo te explico luego. le dije a rey.

-muy mal, estoy tratando de ser un buen cuñado y sacar algo de beneficio y tu lo arruinas. me dijo mi hermano acabando en la cocina y saliendo a su cuarto pero cuando iba saliendo se paro en frente de las mujeres y se presento.

-hola, soy el hermano de alana Alberto ruiz para el placer de ustedes, si me necesitan estaré arriba. les dijo y pude ver las hipnóticas miradas que les daban las 3 mujeres.

-ellas son, la madre de rey, su CUÑADA y su prima. dije mientras señalaba a cada una.

-un placer. dijeron todas a coro y mi hermano se despidió de ellas gracias a las miradas de desaprobación que le daba.

- ¿que las trae por aquí?. les dije.

-es que como rey dijo que tu cocina era buena, vinimos a probar. me dijo su madre con una inmensa sonrisa.

Hola, gracias por leer, espero que continúen hasta el final y les agrade.

Entre MentirasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora