capitulo 11

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Alana

el objetivo de ese hombre me había quedado claro el primer día que nos vimos en el restaurante y que me propuso esta endemoniada mentira, acostarse con migo.

ahora no solo me arrepentía de la decisión que tome sino que me estaba dando cuenta de que al final de todo esto yo estaría mal, lo que estaba viviendo hasta el momento era una mentira, como una burbuja de jabón donde juegas con ella y te diviertes haciendo lo que quieras con ella y luego se rompe.

mi mente solo mencionaba las frases claves de este mortal evento, cuando su familia se valla, cuando ya no le sirva, hasta estaba haciendo esto por un interés personal, le había mentido a mi madre, involucrado a los pocos amigos que se podrían ser considerados como tal y a los demás los había engañado, como fue que llegue a este punto.

el punto en el que deseaba fervientemente que mi mentira fuera una realidad, seguir indefinidamente disfrutando de sus besos sus caricias, experimentar como era estar con el sin ningún cargo de consciencia o miedo a que mañana me dejara, despertar en una cama bacía como había pasado tantas veces, quedarme con el corazón echo pedazos y sufriendo la perdida de lo que por un instante al igual que las estrellas sostuve en mi mano, pero que como un castillo de arena en la playa era arrastrado por la marea.

un beso en mi cuello me saco de mis divagaciones y me regreso a la era actual.

-últimamente no te resistes tanto, ¿tengo curiosidad por que?. me susurro al oído, trate de alejarme pero me tenia agarrada y mi fuerza comenzaba a abandonarme al darme cuenta de que me gustaba este hombre.

-no quiero contestar, no me preguntes eso, no me retengas déjame seguir con mi trabajo, cuando termine te serbire la cena, hoy no tengo ganas ni de pelear, ni de confrontaciones, hoy solo quiero que mi mente y mi ser sean libres, dejar de pensar en todo y solo irme a la cama para dormir.

-dime que te pasa, no eres así, tu luchas, sin importar quien es, o lo que quieres tu nunca te dejas caer así, dime, ¿dime quien te tiene así?

-¿que ganas con que te lo diga?,¿no lo vas a arreglar?, lo que me pasa no tiene arreglo.

-no digas eso, quiero ver ese brillo que me permite estar tranquilo, no tienes idea de lo orgulloso que me siento cuando te veo dando pelea, cuando yo no creo poder continuar con esto tu apareces y haces que esta mentira sea mas fácil.

-eso es, eso es lo que a los dos nos esta robando las ganas de seguir, que no te das cuenta, esta es una mentira que terminara cobrando un gran precio.

-que es lo que te esta quitando.

-la paz. y un par de lagrimas salieron de mis ojos y termine en el piso, rey se me puso en frente y con sus manos seco mis lagrimas.

-odio verte así de rota, no quiero que llores por mi culpa, déjalo, mañana le diré a mis padres que rompimos.

-ya es muy tarde, ya no puedo componer lo que se rompió dentro de mi. le dije aferrada en su camisa.

-no entiendo, si no es lo del noviazgo lo que te tiene así, que es.

negué con mi cabeza no quería hablar.

-por dios me enfermare si no hablas.

y ya no podía seguir con esto callado por mas tiempo, pensaba que me quemaría si no lo decía, si no decía esta verdad esa mentira en la que estaba me quemaría viva.

-me gustas.

y sentí como el se tenso.

-me gustas, te quiero, no puedo romper este sentimiento, por mas que trates de componer esta mentira yo, yo te quiero.

el me beso y podía sentir cada parte de mi cuerpo reaccionar al acto.

nos besábamos como si ese fuese el fin del mundo como si el aire en ese momento no existiera porque el beso se me hizo eterno.

-no se si te quiero, pero la única persona que deseo ver feliz eres tu, no conozco lo que es querer a alguien pero si estas dispuesta a enseñarme lo que eso significa yo no tengo ninguna objeción.

lo volví a besar como si mi vida dependiera de ello prácticamente nos fundimos uno y el orto no sabias donde acababa bien uno para iniciar el otro, poco a poco el beso se torno apasionado, dulce, demandante de mas y si que no me iba a negar esta vez el estaba sin camisa y yo solo en sostén cuando mi estomago hablo.

-lo siento, no he comido nada desde el almuerzo, me dedique a decorar. le decía entre avergonzada y apenada al mismo tiempo.

-no importa, otra vez sera, este es solo el comienzo, no creas que te escaparas, pero se lo duro que es tener hambre, a comer.

nos pusimos la ropa que nos habíamos quitado y como si las cosas estuviesen contadas no bien habíamos bajado las escaleras llego mi hermano quejándose del clima, se sorprendió al ver a rey en la casa pero cuando mencione comida todo paso a segundo plano, termine de decorar y la casa estaba hermosa simple pero linda.

-¿cuando llegan tus parientes?. pregunto mi hermano.

-en uno de estos días, los vuelos han estado un poco difíciles donde ellos viven ya ha empezado a nevar y las pistas están llenas de hielo, pero van a llegar, ya hasta salieron de sus trabajos, mi hermano esta empeñado en conocer a Alana. dijo rey viendo fijamente las cajas que se encontraban en uno de los estantes.

-¿que es eso?. dijo señalando las cajas.

-como no puedo ir a trabajar he puesto un pequeño negocio por Internet de postres. por el momento lo que mas estoy haciendo es galletas y pasteles. le respondí esperando su reacción.

-¿te ha rentado bien?. me interrogo.

-si, al inicio comencé con el pie derecho, me pidieron muchas cosas y logre hacerlas y eso me hizo ganar fama muy rápido.

-ya veo, es tu forma de no aburrirte.

-y de paso ganar dinero. dije y el sonrió.



hola, saben, otra vez tengo gripe, no es agradable.

no es bueno enfermarse, cuídense y mandeme un poco de su salud a ver si salgo de esta, adiós.

Entre MentirasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora