Especial Blanca, Alberto.
Blanca
Después de cenar y hablar en la sala esa arpía se fue a dormir, tenia la sospecha de que era una mantenida pero nunca me imagine que fuese la dueña de una micro empresa, la gata esa seguía sorprendiendome.
Después de dormir vi como casi saliendo el sol, esa mujer se fue.
-¡por fin, hora de divertirse!. Dije aplaudiendo y saltando como niña pequeña.
Salí de la habitación en la que tenia que dormir viendo que nadie me atrapará, entre de puntitas y me metí en la cama de mi mejor juguete.
Lo comencé a besar y el sonrió por la acción, cosa que se vio interrumpida cuando subió sus manos a mi pecho, abrió los ojos de golpe, me empujo tan fuerte que casi salgo volando de la cama.
-¿que haces aquí?, vete. Me dijo mi bombón.
-eso no se pregunta, mira como estoy vestida y trata de adivinar lo que quiero. Le dije señalando mi ropa, llevaba una minúscula batita, que a penas me llegaba al trasero totalmente transparente de color rosa con un moño en el medio de mis senos y un panty haciendo juego, con un liguero rosa con un moñito negro.
-blanca no estoy de humor además, tengo novia. Me dijo en un tono cortante y duro.
-no juegues, ¿de verdad me vas a rechazar por esa Piruja rara con complejo de rapunsel?. Le dije cruzando los brazos.
-no la llames así, ahora largo de mi cuarto antes de que alguien te encuentre así, o peor que alana entre. Me dijo volviéndose a acostar.
-esa bruja se fue, mirame, te arrepentirás de esto. Me levante y camine a mi cuarto dando un portazo.
¡se volvió loco!, ¡¿como se atrevió a rechazarme?!, estaba muy enojada esa mañana lo único que me animo un poco fue cuando mi tía menciono visitar a la bruja esa a su trabajo.
Era mi oportunidad perfecta para molestarla, pero con lo que no contaba era el muñecote que tenia esta en la cocina semi desnudo y con un cuerpo totalmente mandado ha hacer, todas las curvas y figuras estaban hechas perfectamente, espalda ancha con un tatuaje del lado derecho, si bien el tatuaje no era muy varonil se veía bien en el, lindo, perdón, un magnífico trasero, brazos y piernas bien torneadas con un ligero bronceado en su piel, y unos ojos color caramelo, que te dejaban más que solamente imaginárselo.
Después de decirnos su nombre y presentarse se fue a su cuarto dejandome con la intriga de si lo volvería a ver y con deseos de seguir inspeccionando minuciosamente su cuerpo.
Había encontrado un nuevo juguete y esta vez esa bruja no se iba a interponer.
Alberto.
En cuanto la vi con los ojos ligeramente abiertos y la expresión de descubrimiento en su rostro fui cautivado, además sumarle el magnífico par de melones que tenia la tipa solo hacia agrandar mi deseo de subirla a mi cuarto y enseñarle unas cuantas cosas muy placenteras y deliciosas.
Subí a mi cuarto, ya tenia lo que quería de la cocina y necesitaba una excusa para verla pero ya no tenia nada que hacer en el mismo espacio que ella, escuche unos pasos en las escaleras y luego la puerta del baño se cerro, salí con esa escusa, quizás el destino estaba de mi lado.
Salio del baño y su cara se ilumino al verme.
-hola, no me presente como debí hace un rato, mi nombre es Blanca. Me dijo y extendió su mano yo la tome y pude sentir lo suaves que eran.
-mucho gusto. Y le Sonreí sabia que yo le gustaba no había que decir mucho, acaricio mi pecho y con su dedo iba haciendo un camino hasta mi ombligo.
-mi tía esta ofreciendo una fiesta, ¿vas a venir?. Me dijo deteniendo su mano y haciendo el mismo camino de vuelta a mi pecho.
-no lo se, ¿por?. Mi pregunta la tomo por sorpresa.
-¿como que por que?, para divertirnos un rato. Iba acercándose a mi boca cuando a pocos centímetros me detuve.
-si deseas, jugar a mi lado... Tendrás que esforzarte un poco más. Y la deje en la puerta retirándome a mi cuarto.
Blanca.
¿¡pero que les pasa a todos hoy!?, ¿como se atrevió ese hombre a rechazar me?, eso solo confirmaba algo, estaría encantada a la hora de jugar con el, regi me había rechazado por culpa de la bruja esa, pero ella me había dado la oportunidad de encontrar un reemplazo.
Baje nos despedimos y busque en todas las tiendas un vestido el cual lucir mis atributos, el fin de semana llegó rápido y con el la fiesta.
Alberto.
-no quiero que haya ningún inconveniente, ni te metas en un lío. Decía mi hermana mientras aparcábamos en la casa de Regí.
Al entrar el lujo me dejo segado por un momento pero a lo largo del pasillo pude verla, iba en un vestido blanco que le quedaba como una segunda piel, pronto nuestros ojos se encontraron y ella alzó una copa de vino que tenia en las manos y yo tome otra de un camarero que me pasaba por el lado, imite el gesto y sin despegar los ojos uno del otro ambos bebimos.
Tenia un buen tiempo intercambiando miradas y sonrisas, y uno que otro susurro indecente que se nos ocurría, bailaba con tipos que salían de hasta debajo de las piedras de una forma sexy y llamativa mientras no apartaba los ojos de mi, de pronto ella y un tipo que no se de donde apareció iban a la pista, aya el baile comenzó intenso desde que las primeras nota sonaron y mis ojos se deleitaban al verla hacer esos sensuales movimientos, cuando la música acabo decidí que era tiempo de hacer algo mas que solo mirar.
Ella salio de la pista y me guió por las escaleras a un cuarto, como la puerta no estaba serrada me adentre al cuarto y le puse el seguro a la puerta, no quería interrupciones y por lo que estaba planeando ninguno de los dos saldría de aquí esta noche.
Blanca.
Después de bailar con mi hermano me fui retirando del salón con sumo cuidado de que el chico no me perdiera de vista, subí las escaleras y pase a mi cuarto dejando la puerta semi abierta invitándolo a pasar, cuando entro a mi cuarto todo estaba en penumbra, solo la luz de la luna se colaba por la ventana pude escuchar cuando puso el seguro de la puerta y Sonreí.
Para que engañarnos, ambos sabíamos lo que queríamos, rápidamente el calor aumento, el en la puerta y yo del otro lado del cuarto la poca luz que entraba dejaba ver el reflejo de sus ojos, unos ojos cargados de pasión, no habían palabras, no habían sentimientos, solo se respiraba la diversión que podríamos obtener y me encantaba ese sentimiento, "sexo" era lo único que gritaban nuestros cuerpos.
Holaaa, este es un especial que esta dedicado a mi querido grupo de whatsapp, que me ayudaron a crearlo.
Los quiero mucho.
Nos vemos la semana que entra con la segunda parte
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Entre Mentiras
RomanceAlana es una chica bastante normal que trabaja como empleada en la mansión de reginaldo, pero por las mentiras de su jefe se ve envuelta en una situación muy incomoda. que de a poco va solucionándose, mentiras, sentimientos ocultos, celos y confusi...