Por alguna razón me vi en la necesidad de levantarme temprano por la mañana, la habitación aún se encontraba cálida, se podía divisar alguna que otra brasa encendida en la chimenea despidiendo líneas de humo. Las velas que iluminaban la habitación se habían consumido por completo dejando como resultados largas y finas líneas de cera derretida.
-Puff*!!... Maldición... mi ropa apesta... -La sensación de humedad comenzaba molestarme.
Me coloco de pie frente a un espejo y puedo contemplar lo deteriorado que se encontraban mis prendas, mi camisa roja se encontraba sucia tomando un tono marrón, se encontraba rasgada por la parte de atrás, al igual que una mis mangas que a duras penas se encontraba unida, mi pantalón había perdido su color real y tenía una rasgadura en la pierna derecha, el cinturón de tela blanca ya no se encontraba, en su lugar se encontraba una larga línea de tela negra y deteriorada por el lodo.
-Creo que será mejor que busque algo para cambiarme.
Comencé a buscar entre los cajones y los armarios algo que me gustase, pero a mediad que revisaba solo podía encontrar trajes increíblemente ostentosos.
-Nada bueno... -Dije mientras cerraba las puertas del armario. –esto no me servirá...
Tras unos minutos de estar buscando, me encuentro con una caja negra colocada en un rincón de la habitación, sobre esta se encontraba el León de Plata, símbolo del Castillo, dentro de ella se encontraban algunas prendas que me llaman la atención, una camisa de tela negra, un pantalón de tonos grisáceos y otras prendas que me serian de utilidad.
-Creo que me llevare estos... -Los saco de la caja y me dispongo a cambiarme.
Las prendas me quedan a la perfección, tomo el sable que el Rey me obsequio y lo ajusto en el cinturón de cuero. Me disponía a explorar un poco el castillo, pues aún era muy temprano.
Me acerco a la puerta y la empujo levemente, esta suelta un chirrido que resuena a lo largo y ancho del pasillo, con mucho cuidado salgo de la habitación, asegurándome de no hacer ningún ruido innecesario. El pasillo se encontraba iluminado por las antorchas que ardían con el mismo fulgor que antes, el único ruido que podía percibir era de las llamas de las antorchas danzar y de alguno que otro sirviente ocupado preparando los bienes del Rey.
Sigo a través del pasillo a medida que aprecio las hermosas decoraciones del alrededor, aunque son un poco de vislumbrar debido a que aún se encontraba un poco oscuro, entre ellas se encontraban varios retratos, muchos de ellos eran de la Reina.
-Wow... que hermosa pintura... -Dije mientras empiezo a rozar las muescas de una de las esquinas del cuadro.
A medida que reviso el cuadro, pude notar algo curioso en la pintura. Un collar similar al de Namine se encontraba pintada en el collar de la persona en el cuadro.
-El collar de... Namine?... –Dije mientras doy unos pasos hacia atrás. –No... la Reina?...
Por alguna razón comencé a sentirme inquieto, las ansias y preocupación comenzaron a invadirme.
-Sera mejor que siga... -Dije apartándome del cuadro.
Rápidamente sigo mi camino hasta el final del pasillo, el cual conectaba con el salón principal. Sin previo aviso, cruzo caminos con otra persona haciendo que chocáramos.
-Ahhh!!...-Este dio un pequeño alarido a medida que retrocedía por nuestro choque.
Levanto la cabeza un poco para cerciorarme con quien había chocado, al acercarme pude me di cuenta con quien había chocado, era el Consejero Real, el cual no se encontraba nada feliz esta mañana.
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Chrono Trigger
FanfictionChrono Trigger Año 1000 d.C. El reino entero está celebrando en honor a la paz y la prosperidad que abundan en sus tierras. El Festival Milenario se lleva a cabo a su máximo esplendor. Crono Skylong un joven aprendiz del arte del manejo de la espada...