Anónimo

23_Eso no es una respuesta

-¿Tienes planes para esta noche?- Preguntó Mykel mientras pasaba su brazo por encima de Lilly.

-No. Y no pienso ir a la fiesta de Anónimo. No voy a darle esa satisfacción. Pero ir vosotros, sé que lo estáis deseando.- Contestó Gabi sin mirar a sus amigos.

-No será tan divertido si tú no estás.- Replicó Lilly.

-Os lo pasareis genial sin mí.-

-Vamos... Esta noche es la última antes de pasar todas las Navidades separados. No nos volveremos a ver hasta que empiece el segundo trimestre.- Siguió insistiendo el muchacho pero parecía que no iba a conseguir nada.

-Lo siento. Nos veremos dentro de casi un mes. No es para tanto.-

-No lo es para ti. Te echaremos de menos.- Añadió Lilly mientras le daba un abrazo.

De repente, sonó un móvil y todos comenzaron a revisar los teléfonos. Gabi sonrió al ver que sus compañeros creían que eran los suyos.

-Chicos...- Les dijo para llamar su atención.-Es el mío.- Continuó, señalando su móvil.

Era un mensaje de Jake:

"Ven a tu casa, rápido."

Una frase corta y sencilla pero, también, confusa.

-Tengo que irme. Adiós.- Se despidió antes de marcharse.

Caminó hasta su casa, pasando por el estrecho pasillo que había ente los edificios de las residencias de los alumnos. Allí vio a Jake esperándola, apoyado sobre la pared exterior de su pequeña casa.

-¿Qué haces aquí?- Preguntó extrañada.

Él sonrió y, cuando estuvo lo suficientemente cerca de ella, la besó, dejándola sin palabras.

-Entra.- Dijo tras separarse.

Ella le hizo caso sin saber qué iba a pasar. Abrió la puerta y, en su habitación, encontró, colgado sobre el armario de forma que pudiera verlo con facilidad, un vestido. Se llevó una mano a la boca sin poder creérselo. Notó que alguien se acercaba por detrás y acariciaba su cuerpo.

-Arréglate y nos vemos en la salida, ¿vale?- Susurró Jake antes de marcharse, cerrando la puerta tras de sí.

*****

Gabi observó el hermoso vestido cuya parte superior tenía un color rojizo intenso de fondo bajo un encaje negro, y cuya parte inferior era oscura y llegaba por encima de las rodillas. Lo miró puesto sobre su cuerpo, impresionada. Normalmente, no le habría gustado ponerse un vestido pero era tan bonito que no podía resistirse. Llevaba puestos unos botines oscuros, un collar gótico de encaje que complementaba el modelo junto con varios anillos y pulseras en sus manos.

Se había maquillado ligeramente y se había pintado las uñas de color oscuro. No sabía qué iba a hacer Jake pero, simplemente con observarse así, ya estaba contenta. Suspiró antes de dirigirse a la puerta. Agarró el pomo y comenzó a girarlo, despacio. Cruzó el pasillo que dejaban las residencias con cuidado y, fuera, vio a Jake esperando. La miró y sonrió.

-Sabía que estarías preciosa.- La alabó provocando que no pudiera evitar sonreír.

-¿Ahora qué?- Preguntó ella, acercándose a él.

-Ahora... Sígueme.- Le dijo comenzando a andar mientras sujetaba su mano con firmeza.

Seguramente, ella esperaba otra cosa pero el chico estaba tan emocionado con su sorpresa que no se había dado cuenta. La muchacha le siguió por las calles dando un agradable paseo. Pronto, empezó a escuchar muchas voces. Gabi no reconoció el lugar porque nunca había ido y si lo reconoció, no lo demostró. Vio un grupo de gente que hacia cola para entrar a algún sitio con unos trajes glamurosos, aunque alguno llevaba algo más discreto para una fiesta.