Gabriela entró en aquella sala antes de pararse en la entrada. Observó a los jóvenes embutidos en mallas que calentaban para la clase de danza. Negó con la cabeza antes de continuar su camino hasta la pared del fondo y sentarse para sacar sus cosas.
-Hola.- Saludó Jake sentándose en el suelo frente a ella.
-Hola, ¿te he dicho alguna vez que te quedan muy bien las mallas?- Preguntó irónica.
-Sí, alguna que otra vez.- Contestó mientras se reía.
De repente, el sonido de la puerta cerrándose les distrajo y solo se escucharon las palmadas y los grititos de la profesora queriendo comenzar la clase.
-Me llama la fiebre del baile.- Bromeó él haciendo un movimiento raro con los brazos.
Gabi, al escuchar la palabra "Baile", bajó la cabeza con molestia
-Sí, claro.- Dijo entristecida mientras miraba el ordenador que acababa de sacar y se colocaba los auriculares.
El joven la miró un segundo con preocupación antes de levantarse y colocarse en su posición. La clase comenzó y la muchacha ni siquiera quería observar cómo se movían aquellos musculosos cuerpos envueltos en ceñidas prendas de ropa, se mantenía concentrada en sus redes informáticas. De repente, se dio cuenta de que la gente la miraba y, cuando la profe se dirigió hacia ella, se quitó los cascos para saber qué pasaba.
-¿Sucede algo?- Preguntó la muchacha extrañada de que se fijaran en ella.
-Señorita Gabriela, ¿puedo pedirte un pequeño favor?- Empezó la señora asustando a la chica.
-¿De qué se trata?- Dijo lentamente desconfiando de la respuesta mientras se levantaba.
-Pues verás. Sabes que nunca me ha molestado que vinieras a pasar el rato a esta sala mientras yo daba clase y, como sé que tienes esta hora libre, quería pedirte algo.-
-¿Va a pedírmelo ya o va a seguir dándome largas?- Preguntó dulcemente.
-Una alumna se ha puesto enferma y no va a venir hasta dentro de unas semanas, puede que un mes, pero no quiero que su compañero pierda horas de clase por su culpa así que tú podrías sustituirla el tiempo que no esté aquí.- Explicó finalmente.
-¿Qué? Si ni siquiera sé bailar.- Mintió sin querer acceder a aquella.
Entonces, la profesora se acercó más a ella y puso su brazo sobre el hombro de la joven, dando la espalda a sus alumnos.
-Señorita Gabriela, ambas sabemos que eso es mentira. Fuiste mi alumna en esta misma clase hace dos años.- Replicó en voz baja para que no la escucharan.
-Pero... ya apenas recuerdo...-
-Por favor.- Suplicaba la profesora.
La muchacha aguantó la respiración como si así fuera suficiente para desparecer. Luego, resopló con fuerza sabiendo que cedería.
-Vale... ¿quién es mi pareja?- Preguntó cediendo.
-Bailarás con el señorito Sink.- Respondió en voz alta mientras se alejaba a atender a otra persona.
-¿Quién?- Dijo confusa sin obtener respuesta de la señora.
-Yo, preciosa.- Contestó Jake mientras se acercaba.
-Oh... ¡Qué casualidad!- Añadió Gabi sorprendida para mal. -Bien... ¿qué tengo que hacer?- Preguntó mientras se colocaba al lado de su compañero.
-Primero: aprenderte los pasos. No te costará mucho pero tienes que practicar si quieres hacerlo bien.- Explicaba el chico ayudándola a poner una pose correcta.
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Anónimo
Romance¿Alguna vez has soñado vivir en un cliché? ¿O vivir en un sueño eterno? ¿Vivir sin ser tú literalmente? Son temas que se encuentran aquí aunque están escondidos en una historia. Una historia de adolescentes en la que una muchacha llega nueva a una...