Anónimo

12_Recuerdos

Alzó la mirada mientras se mantenía sentado en el suelo de la clase de danza. Apoyó la espalda en la pared mientras bebía de su botella de agua para, luego, observar a Gabi que aún ensayaba aquellos pasos de baile. Y, mientras tanto, se le venía cierto recuerdo a la cabeza.

"Acababa de dejar a mi pareja en la entrada de las residencias y yo salí corriendo hacia mi habitación sin tener claro qué me había pasado. Entré por la puerta cansado sin saber que Iván me esperaba con su carácter insistente y amargo.

-¿No se trae a ninguna chica hoy? Concretamente una chica que suele vestir siempre de negro y persigue con ansia un estúpido sueño de conseguir saber la identidad de un hombre desconocido.- Insinuó él con su mirada constante sobre mí.

Continué andando hasta mi cuarto para cambiarme mientras le decía:

-No, esta noche no. No quería parecer desesperado, ni directo.- Mentí para no romper mi orgullo.

No podía dejar que ese niño mimado supiera que me bloqueé sin motivo alguno. Mi reputación era más importante que todo.

-¿Qué?- Preguntó sin creérselo.

Yo tampoco me lo habría creído, sinceramente.

-Mira, es que me han puesto de pareja en clase de danza a ella y he pensado que, si me la tiraba, después sería demasiado incómodo.- Le expliqué brevemente.

-No me lo creo.- Añadió él tajantemente.

-¿Por qué no? ¿Crees que Gabi no sabe bailar?- Añadí con sorna, fingiendo que aquello no me alteraba.

-No, Jake. Es que no me creo que sea usted capaz de sacar una hipótesis tan inteligente como esa en una sola noche.- Me insult, como frecuentemente hacía pero, en ese momento, no estaba de humor. -Ha hecho bien. Mientras no pase la línea entre ella y usted de "solo amigos", va por el camino correcto.- Me comentó.

-¿Y a ti qué te importa esa chica?- Pregunté enfadado.

-No la protejo a ella, le protejo a usted.- Me respondió serio mientras finalizaba la conversación."

-Jake.- Le llamó la voz de Gabi, haciendo que volviera a la realidad. -¿Quieres que ensayemos otra vez?-

Sus ojos estaban clavados directamente en los suyos con una expresión amable.

-Creo que... mejor me tomo un descanso.- Respondió mientras se levantaba colocando su mochila en uno de sus hombros.

-¿Nos... veremos luego?- Preguntó ella extrañada por su comportamiento.

-Claro.- Contestó con una sonrisa para calmarla, lo que fue suficiente.

*****

La joven suspiró mientras recolocaba correctamente sus cascos alrededor de su cuello antes de mirar, por duodécima vez el plato de Sofía cuya comida no paraba de dar vueltas debido a la mano de su dueña.

-Como sigas revolviendo eso va a tener peor aspecto que el que ya tenía.- Se quejó Gabriela.

-Eso es imposible.- Contestó ella mientras que levantó, por primera vez, la mirada.

Se dio la vuelta un segundo para observar a los demás. Desde lejos vio a Mykel y, rápidamente, volvió a mirar su plato.

-¿Ha pasado algo de lo que tengas que hablarme?- Preguntó la misteriosa chica al verla tan rara.

-No.-

-¿No?- Repitió para presionarla.

-No.- Volvió a responder.