El lunes, por primera vez, Sofía se despertó por el sonido de su despertador. Abrió los ojos lentamente y pensó:"¿Hoy no hay gritos?".
La chica estaba extrañada. Se sentó en la cama y, poco a poco, fue mirando por la ventana. En el piso de en frente no había nadie, parecía que los chicos continuaban durmiendo raramente, completamente callados. La muchacha abrió la ventana y observó el ventanuco que estaba al lado del de enfrente. También estaban en silencio. Todo aquello era muy sospechoso.
Caminó lentamente hacia la puerta y la abrió poco a poco, esperando a que algo malo sucediera. Todo estaba en orden. Ana sonreía sentada en el sofá mientras leía una revista. No parecía haber ningún chico cerca.
-Buenos días, dormilona.- Saludó la compañera.
-Hola...- Dijo ella sin creerse lo que estaba sucediendo.
-¿Te pasa algo? Estás rara.- Preguntó la chica al ver a la novata tan preocupada.
-¿Hoy no discutes con Jake? ¿Ni gritas por lo mono que es Mykel? ¿Estás enferma?- Añadió poniéndole la mano en la frente a Ana.
-¿Qué? No, pero, ¿qué te pasa?-
-Desde que duermo aquí lo único que haces es despertarme a gritos cada mañana. ¿Por qué hoy no? ¿No me iréis a gastar una broma?-
-Los lunes en este instituto son diferentes. Los chicos están demasiado cansados como para intentar hacer nada. Están todos dormidos.- Le explicó detalladamente.
-¿Por eso está todo tan tranquilo?- Preguntó Sofía.
-Sí, ninguno de ellos aparecerá en el desayuno así que aprovecha estos momentos de tranquilidad todo lo que puedas.-
La novata se levantó del sofá y caminó hacia su cuarto.
-Por cierto, ¿conoces a Anónimo?- Dijo su compañera lo suficientemente alto como para que ella lo escuchara pero no para despertar a los muchachos.
-Sí, es cuando una persona no quiere que sepas quién es y se oculta tras ese sobrenombre.- Respondió asomando la cabeza por el marco de la puerta.
-La palabra "anónimo" no, me refiero a un tío al que llaman Anónimo.- Se explicó mejor.
-Pues no. Ni idea.-
-Oh, entonces da igual.- Concluyó la compañera mientras se encerraba en el baño.
En cuanto Sofía se dio cuenta corrió a aporrear la puerta.
-Hoy me tocaba a mí ser la primera.- Gritaba mientras daba golpes.
-Sí pero el otro día entrastes tú cuando me tocaba a mí, así que te aguantas.- Le reprochó la otra chica.
La novata resopló sabiendo que no tenía más remedio que aguantarse y esperar a que su compañera saliera.
*****
Sofía se detuvo un segundo frente a su clase, extrañada. En el desayuno, como había dicho Ana, prácticamente ningún chico había aparecido y, en la clase, en aquel momento, sólo se encontraban las chicas esperando aquel que comenzara. Ella clavó sus ojos en ellas sin querer entrar en la clase puesto que todas sus compañeras parecían muy interesadas en algo de sus móviles y charlaban sobre eso a cuchicheos. Isabel se acercó a ella con la intencion de saludarla pero, de repente, comenzaron a escuchar una multitud de pisadas que provenían del pasillo. Pronto observaron a un grupo de chicos que corrían en su dirección. Entre ellos, las chicas clavaron sus ojos en Mykel que se detuvo junto a ellas mientras que el resto se adentraba en la clase.
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Anónimo
Romance¿Alguna vez has soñado vivir en un cliché? ¿O vivir en un sueño eterno? ¿Vivir sin ser tú literalmente? Son temas que se encuentran aquí aunque están escondidos en una historia. Una historia de adolescentes en la que una muchacha llega nueva a una...