Los ojos de Lilly se fijaron en el pobre joven que descansaba sentado en el césped, inundado en su soledad y sus pensamientos. Se acercó lentamente sabiendo el motivo de su apatía.
-Hola, ¿Qué tal?- Preguntó ella dulcemente mientras intentaba sentarse sobre la hierba.
A la chica le resultaba complicado sentarse ahí puesto que se podía manchar el conjunto pero, igualmente, lo hizo aunque estuviera incómoda.
-¿Estás mejor?- Volvió a preguntar.
-Pues...no lo sé.-
-En fin... escuché la pelea.-
-Como todos en este instituto. Es lo más comentado del momento.- Añadió él de mal humor.
-Y... bueno... espero que no fuera culpa mía que hayas discutido con tu novia...-
-¡No es mi novia!- Dijo enfadado. -Y ese es el problema... Pero no fue culpa tuya. Los dos estábamos enfadados y buscábamos cualquier excusa para pelarnos... no te sientas culpable.- La consoló.
-Lo siento mucho... Sé que Gabi es una buena persona.-
-Sí aunque a veces es insoportable.-
-Todo el mundo tiene algo que los demás no soportan.- Añadió ella.
-En fin... he hablado con mi profesora de danza, tengo que encontrar una sustituta si quiero que mi nota no baje. No puedo dejar de ensayar con alguien porque perdería la práctica.- Dijo el chico cambiando rápidamente de tema.
-Pídeselo a Gabi, a lo mejor quiere volver a ayudarte.-
-No, tengo claro que después de esto no lo hará por eso había pensado que tú podrías bailar conmigo.-
-¿Yo?- Comentó ella sorprendida.
-Sí. Tú lo haces muy bien y aprendes rápido. Eres la persona perfecta para ayudarme.-
-No sé...-
-Puedo hablar con el director para que te incluya en nuestra clase y ganarás méritos para la carrera que quieras escoger. Por favor...- Le suplicó.
-Está bien.- Cedió rápidamente con una sonrisa dudosa.
*****
Mientras tanto, Sofía pasó entre aquel hueco de un metro, sorteando los arbustos, hasta llegar a la cúpula. Allí, al percibir el silencio, se acercó a la cabaña. Abrió la puerta sabiendo que estaría y observó con pena, apoyada en el marco, cómo Gabriela tecleaba en su enorme ordenador de varias pantallas mientras estas parecían seguir los movimientos de Anónimo.
-¿Estás bien?- Dijo sin saludar.
-¿Por qué iba a estar mal?- Añadió sin llegar a contestar.
-El otro día te peleaste con Jake y no has salido de aquí desde entonces.-
-¿Para qué quiero salir de aquí si mi objetivo es descubrir a este idiota que no para de jugármela?- Contestó sin dejar nunca de hacer cosas con el ordenador.
Sofía se cansó de que no la contestara, ni la mirara por lo que agarró el cable de la máquina y lo desenchufó.
-¡Eh!- Gritó Gabi.
-¡Préstame un poco de atención! Estoy intentando ayudarte.-
-Pero yo no te he pedido ayuda.-
-Quizá no pero la necesitas.- Insistía la novata.
-¿Qué quieres que haga? Ambos hemos tomado una decisión.-
-Disculparte. Es lo que haría una buena persona.-
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Anónimo
Romance¿Alguna vez has soñado vivir en un cliché? ¿O vivir en un sueño eterno? ¿Vivir sin ser tú literalmente? Son temas que se encuentran aquí aunque están escondidos en una historia. Una historia de adolescentes en la que una muchacha llega nueva a una...