Anónimo

14_Unos cuantos días después

Gabriela sujetó su bandeja de comida mientras caminaba por el comedor exterior en dirección a la mesa donde solía sentarse con sus amigos. Sin embargo, al ver que solo se encontraba Jake en ella, apretó con fuerza lo que sostenía en sus manos. Suspiró buscando las fuerzas necesarias para poder hablar con él y se acercó.

-Hola, guaperas.- Le saludó mientras se sentaba frente a él.

El chico no contestó. Continuó mirando hacia su comida.

-¿Qué tal? ¿Todo bien?- Preguntó algo molesta por su silencio. -¿En serio me vas a ignorar como hizo Mykel con Sofi?- Añadió enfadada.

Al no recibir respuesta, suspiró profundamente, diciéndose a sí misma que no le matara aunque le pusiera de los nervios.

-Está bien. Si no quieres hablarme, ¿cómo quieres que bailemos juntos en clase de danza?- Comentó inteligentemente.

-¡Mierda! No había contado con eso.- Dijo Jake por fin.

-Ala... ya me has hablado.-

-No te he dicho nada a ti, me lo decía a mí mismo.-

-Lo sé pero me has hablado para corregirme.- Añadió sonriente por haber ganado.

-Eres imposible.- La insultó mientras se levantaba.

-¿Pero a ti qué te pasa? ¡Estoy intentando arreglar las cosas!- Le gritó harta.

-No, tú no intentas arreglar nada. Tú lo que haces es fingir que nada ha pasado, te guardas todo ahí dentro y haces lo que te da la puta gana sin importar los demás.- Le contestó antes de irse completamente.

La joven le observó alejarse antes de tirarse en su asiento cansada y de mal humor. Apartó la bandeja y apoyó sus brazos sin saber exactamente qué hacer. Simplemente, resopló.

*****

-¿Pero a él que le pasa? He intentado hablar con él pero me ignora y se pone borde.- Gritó Gabriela mientras caminaba de un lado a otro del piso de los chicos, clavando brevemente su mirada en los dos jóvenes a los que había reunido allí.

-Tú también te pones borde muchas veces.- Dijo Dave.

-Yo soy así pero él no.- Explicó.

-Gabrielai, creo que no sabe lo que significa para Jake el que le dijera aquello.- Añadió Iván.

-No fue para tanto.-

-Sabe usted perfectamente que yo estuve presente y fue horrible.- La corrigió.

-¿Tan malo fue?- Preguntó Dave.

-De una escala del uno al diez: un ocho y medio.-

-Uuuuh... - Dijo el cotilla poniendo mala cara.

-En fin... que le hirió mucho que no le contara las cosas.-

-Pues no lo entiendo. ¿Por qué le importan mis cosas si no es mi novio?- Comentó la chica.

-No me digas más... Eso fue lo que le dijiste para que se enfadara, ¿verdad?- Añadió Dave.

-Sí. Creía que a los chicos no les interesaba hablar, ni charlar de esas bobadas.-

-No todos los tíos somos unos pasotas.- Continuó diciendo el cotilla.

-Quizá no sea su novio pero es su amigo, igual que yo, y a mí me cuenta absolutamente todo. Conozco más de su vida que usted misma.- Acertó Iván.

-¿Y qué hago?- Preguntó mientras dejaba de dar vueltas por la sala para sentarse en el sofá.

-Discúlpese, dile que intentará ser más abierta con él.- Le aconsejó su mejor amigo.