"Tomando en cuenta las bajas en todos los distritos, la ghoul ha asesinado a casi quinientas personas en dos años. Un veintiocho por ciento de las víctimas son agentes".
"Es completamente sádica al asesinarlos, deja los cuerpos destrozados cuando solo se come el corazón junto con los ojos".
Con los medios de comunicación alarmados por su existencia, Yuna estaba bastante contenta con la reputación que iba formando. En su preparatoria la gran mayoría estaban horrorizados, y entre ellos a pesar del miedo, se encontraban los curiosos por verle el rostro a esa ghoul quien era tan hermosa, que para muchas almas solitarias valía la pena morir en sus manos. O eso decían las declaraciones de los testigos que lograban escapar de la ghoul.
—Estoy enfermo de escuchar sobre ese monstruo —habló un chico en el corredor de la escuela—. Ya era suficiente oír de los asquerosos ghouls de vez en cuando y ahora, casi todos los días, la televisión solo nombra su repugnante apodo.
— "Succubus", yo creo que suena genial —sonrió una de sus amigas—, es similar al de los demonios de videojuegos o series.
—Si que eres idiota eh, estás loca. ¿Por qué la CCG no la mata de una vez?
Yuna sonrió de manera burlesca al pasar por su lado. La mayoría de la gente en realidad no tenía idea de lo que ella era capaz de hacer. Existían dos opciones, la subestimaban, o menospreciaban a los agentes que tanto se han sacrificado por ellos, por la sociedad que últimamente los desprestigia.
«Qué lástima por los investigadores».
Succubus tenía dieciséis años y se había convertido en una gran leyenda urbana de Tokio, y es que llevar dos años ilesa de las garras de sus cazadores para una pequeña ghoul, era todo un logro, más aún cuando solía intencionalmente provocar a quienes la persiguen. Tampoco era sorpresa escuchar su nombre mencionado como estudiante de honor en la academia de la CCG, aunque lo que sí era algo impredecible, eran sus nefastas calificaciones en su preparatoria común y corriente. Cerró su casillero con su entrecejo fruncido, solo logró aprobar inglés e historia japonesa, y pasar esta última fue gracias a un tarado que descuidaba su hoja de respuestas de la cual pudo copiar sin problema alguno. Suspiró pensativa apoyando su cabeza en la pared, honestamente, ella no se sentía como la amenaza que todos hablaban. Es verdad, hacía un excelente trabajo como ghoul y lo reconocía, estaba orgullosa de ella misma en ese aspecto. Sin embargo, aún le faltaba algo, aún no había pasado todos los límites establecidos por ambas sociedades, y es que el día en que lo hiciera estaba muy lejos de su presente, ya que era muy probable que aquello significase su muerte.
Los ghouls también la querían cazar y era comprensible, cuando se aburría los dejaba sin comida, interrumpió muchas veces sus cenas, e incluso delató a otros a las mismas palomas, no obstante, nadie se atrevía a enfrentarla sin ayuda. Todo esto le trajo problemas.
Una mañana en la escuela Yuna dijo llegar enferma, su piel era mucho más pálida de lo normal y la voz firme que tanto la caracterizaba con suerte se oía en un hilo de sonido. Trataba de mantenerse en silencio sobre su asiento, pero no podía evitar retorcerse de manera súbita por el dolor de tripas mientras todos la miraban preocupados.
—Señorita Ivanovich, debería ir a enfermería —sugirió su profesora.
—No... Soy una decepción en matemáticas, y necesito anotar todo y escuchar sus explicaciones —contestó jadeando.
—Pero nos distraes, a mí y a tus compañeros.
—S-solo ignorenme.
Allí estaba Yuna, escribiendo todo lo que podía ignorando las agudas punzadas en su abdomen. Se veía concentrada, pero al sentir que su estómago se destruyó, se levantó de inmediato mientras tosía cubriéndose la boca, y corrió hasta el baño dejando un rastro de sangre por el camino. Vomitaba y vomitaba todo lo que tenía adentro, sentía un ardor insoportable en su garganta, y dentro de su sistema digestivo, como si un montón de cuchillos se enterraran una y otra vez en sus órganos sin piedad. El sufrimiento la hacía llorar y gritar de manera inevitable, su cuerpo no se regeneraba. No había podido comer bien desde hace un mes por un grupo de ghouls que la vigilaba y la detenía justo antes de iniciar su festín. Ella intentaba cesar su vómito, lo intentó hasta que lo logró. Cayó al suelo completamente exhausta, nunca pensó que el desayuno de los humanos le haría sentir tan fatal.
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Contraste: Iguales pero diferentes. (Juuzou Suzuya Fanfinc)
FanficEN CORRECCIÓN. Yuna Ivanovich es una ghoul que vive entre humanos y que en el pasado causó muchos problemas en Tokio. Tras crecer, forma parte de dos organizaciones totalmente distintas, una de ghouls, y otra de humanos, acarreando con una serie de...