C.11) Desahogo.

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Abrí mis ojos clavándolos en el techo, eran las una de la madrugada y yo estaba lista para tomar la última oportunidad que me quedaba antes de ser transferida. El momento para completar mi venganza era ahora, levantase las sospechas que levantase, eran detalles que podrían ser manejables desde mi posición más adelante. Me coloqué unas medias negras, un short negro, y una polera negra, cosa de pasar desapercibido en la oscuridad. Los guantes eran para no dejar huella alguna y el atarme el cabello en un cola para no dejar un pelo por allí. Suspiré al verme al espejo, la última vez que salí a matar a alguien casi me atrapan ya que me descuidé mucho, iba con ropas demasiado incómodas y llamativas, pero hoy no sería así. Abrí la puerta de mi habitación para cerciorarme de que nadie estaba despierto a parte de mí, incluso fui al cuarto de mis padres para más seguridad, y a revisar a mi hermanito Aren, quien dormía plácidamente aferrado a su almohada. Tras chequear que estaba todo en orden, tomé mi máscara y salí por la ventana. Estaba muy emocionada, hoy después de mucho tiempo iba a poder saldar cuentas pendientes con Takami, aquél que mató a Ihan. Sé que Ihan y su madre estaban en contra de mí, sin embargo, ahora la venganza no era por la sangre de mi falso amigo, si no, por mi dignidad. Habían pasado tres años desde que me humilló al enjaularme e insultarme, sí, tres años, pero si incluimos que en la CCG tampoco era amable conmigo o con Juuzou, que siempre intentaba apartarnos de muchos casos, y que nos insultaba, deshacerse de él iba a ser una ayuda para la paz de todos los investigadores que tenían que escucharlo o pasar tiempo con él.

Suspiré mientras avanzaba entre los edificios. A veces creo que es infantil de mi parte este rencor, pero en realidad sería más feliz exterminando a semejante humano, ya que en verdad lo detestaba. Ahora que lo pienso... ¿Necesitaba una verdadera razón para justificar mis ganas de matarlo?

Las calles estaban solitarias, todo estaba perfecto para actuar. Subí a un árbol cercano a su recinto el cual era bastante lujoso, me pregunté si habría costeado algo en cámaras de seguridad, ya que yo si tuviese tal inmensa cantidad de dinero, no lo pensaría dos veces y compraría unas solo por precaución. Sobre el muro de tres metros había alambre electrificado, quizás era más conveniente saltar desde el pino hacia dentro, aunque si tenía animales dentro iba a ser un problema. Suspiré molesta, si incluso no pudiera completar su asesinato, el problema no sería escapar, soy bastante rápida y podría hacerlo sin dificultades, pero una vez que supieran de este ataque frustrado, iban a tener más vigilada la casa, haciendo más complicado de cumplir mi deseo. Y la verdad es que no había una noche más indicada para llevarlo a cabo como hoy.

—Esta bien, si hay animales sólo los matas y ya —me dije con un poco de culpa.

Puede que no me lleve bien con los animales, sin embargo, no soy una desalmada, me enternecen, pero no tanto.

Me di mucho impulso para alcanzar una buena altura y observar el territorio desde arriba. No había perros afuera, pero si había una gran piscina en la cual caería. Eso haría mucho ruido, así que me puse en picada para disminuir el sonido que haría al entrar al agua. Salí completamente empapada y un poco agobiada. Podría haber quedado algún rastro de mi ADN en la pileta, así que cuando entré, no dudé en buscar cloro para tratar de alterar lo que quedara lo máximo posible. Una vez hecho, decidí ir al cuarto del desgraciado de una sola vez. No podía creer lo que mis ojos veían, tenía cosas bastante caras, y con el sueldo de agente especial asociado no le alcanzaba llegar a esto, era excesivo. Vi a Takami durmiendo con su esposa al lado, ambos abrazados con una sonrisa en el rostro. Cuando estuve a punto de tocar el cuello de mi víctima, escuché unos gemidos llenos de miedo. Volteé mi rostro para asegurarme de que no fuese nadie peligroso, y en efecto no era algo amenazante, pero sí inusual. Me ví a mi misma de pequeña en un rincón del cuarto, me miraba bastante asustada e incrédula. ¿Qué rayos era esto?

Contraste: Iguales pero diferentes. (Juuzou Suzuya Fanfinc)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora