Contraste: Iguales pero diferentes. (Juuzou Suzuya Fanfinc)

C.15) Fastidio.

—Así que no niegas que ese muchacho te gusta.

—No contestaré estupideces, además no te incumbe.

Apreté mis manos muy fuerte sintiendo un inquietante cosquilleo lleno de ira, Chris planeaba manipularme, lo conocía muy bien. Lo mataré de una vez, él no hace nada más que molestar e intervenir mi vida desde que éramos pequeños, además no sería una falta a mi promesa con Anteiku el aniquilarlo, al fin y al cabo solo sería defensa propia.

—Yo que tú, cuidaría mis palabras —amenacé mostrando mis ojos negros con rojo.

—Oh, que lindos kakugan Yuna, sin embargo eso no me intimida para nada —se burló—. De hecho, creo que tú deberías ser la que tiene que medir sus acciones.

— ¿Crees que no soy capaz de herirte? —reí malintencionada.

—Para nada, se que quieres destrozarme, pero si lo haces, harías exactamente lo que quiero.

Hice un movimiento rápido llevando mi mano al cuello del bastardo, lo tenía en contra de la pared mientras lo levantaba más que furiosa. No era la primera vez que me decía aquellas palabras, y yo ya no quería escucharlas.

—Muere —susurré ensanchando una macabra sonrisa mientras él llevaba sus débiles manos a mis brazos—. Sé que si te asesino, seguiré mi vida de mejor forma, no perderé la cordura, tu vida es una basura y la basura se elimina.

Hice más fuerza sintiendo en mis palmas unos pequeños crujidos, faltaba un poco más de potencia para despedirme de él para siempre, pero lo quería ver sufrir unos momentos más.

—Espera —gimió con el poco aire que apenas pasaba por su tráquea—. No, basta.

"Sé que quieres destrozarme, pero si lo haces, harías exactamente lo que yo quiero."

Éstas palabras resonaron en mi cabeza otra vez, provocando que frunciera el entrecejo. Lo lancé sin cuidado a la muralla paralela en donde lo estaba estrangulando, para soltarle y aturdirlo un poco más de lo que la asfixia ya lo hacía. Mi intuición me impedía acabar con él, tenía un mal presentimiento. Christopher no paraba de toser desesperado, una esencia a sangre invadió el ambiente por unos segundos y yo volví a tomar del cuello al imbécil, pero sin apretarlo esta vez.

—Sé que tienes algo que decir, escúpelo ya.

Su rostro expresaba temor y satisfacción, mientras sus comisuras no podían evitar ampliarse.

—Suéltame primero.

Lo arrojé brutalmente al suelo, no podía evitar gruñir mientras lo veía estabilizarse y toser, me causaba demasiado rechazo esta asquerosa mierda de persona.

—Buena niña eh, obediente.

—Habla ya si no quieres que te vuela la cabeza.

Chris sonrió, contando todo, absolutamente todo. Su rostro expresaba tanta seguridad y confianza, lo peor era que tenía razones suficientes para estar así, había planeado todo muy bien. No pude evitar sentir un escalofrío lleno de ira e impotencia que me hizo estremecer. ¿Por qué tiene que ser así? ¿Por qué todo es tan injusto? Nada ha cambiado, a pesar de mis esfuerzos por ser mejor, todo sigue igual. Siempre contra él seré un insecto, una diminuta mierda sin función u oportunidad alguna.

—Al día siguiente, Yuna estaba en Anteiku limpiando unas mesas, pero al terminar, se sentó y escondió su cabeza entre sus brazos apoyándose en la barra. La cafetería estaba prácticamente vacía, solo Hide y un par de humanos más estaban bebiendo unos cafés mientras pasaban el rato.