Llega el amanecer lucero y Fernando permanecían en la cama aun abrazados sintiendo el calor de sus cuerpos, lu estaba recostada sobre su pecho se sentía inmensamente feliz, se aparto un poco levantando la mirada para ver si fer dormía aun, se levanto con sumo cuidado para no despertarlo y se dirigió al baño para darse una ducha. Ella quería hacer que ese día fuera especial para fer y se dirigió a la cocina.
--hoy voy a consentirte para tratar de recompensar todo el tiempo que sufriste por mi terquedad -dijo así misma
Fer estaba en la habitación y se estaba despertando movió su mano tratando de buscar a lucero pero ella no estaba, el se angustio y despertó rápidamente justo en ese momento sintió un aroma delicioso que provenía de la cocina, termino de levantarse y se dirigió al baño. Al salir vio que se acercaba lucero con una bandeja dirigiéndole una sonrisa.
--noo!! Sr usted vuelva a la cama que hoy voy a consentirlo -dijo con picardía
--pero lu...
--pero nada, vuela a la cama le digo -dijo interrumpiéndolo
Fer hizo caso y volvió a meterse en la cama como cuando regañan a un niño, mientras ella se acercaba llevándole el desayuno.
--espero te guste mi cielo?
--me encanta -sonrió
--pero si ni lo has probado
--no importa; todo lo que viene de ti es maravilloso -dijo dándole un beso- y me pregunto sr lucero a que se debe todo esto? -pregunto en broma
--quiero recompensarte por todo lo que paso -dijo apenada
--para mi la mejor recompensa es que tu estés a mi lado, eso es la único que importa -dijo mirándola con ternura
--te amo tanto mi vida sin ti no tiene sentido, lo comprobé mientras no estuvimos juntos -dijo acariciando su mejilla
Ambos se miraron fijamente por unos minutos. Poco después lu rompió la magina del momento.
--mi cielo se te va a enfriar la comida -sonrió
--si tienes razón.
**CASA DE MARTHA**
Leonardo y Martha se encontraban desayunando teniendo una cálida conversación y surgió el tema de lu y fer.
--mi vida crees que las cosas entre ellos se hayan arreglado? -dijo colocando sus codos sobre la mesa
--eso espero, aunque para serte sincera yo creo que si -dijo sonriendo mientras llevaba un bocado de comida a su boca.
--porque lo dices?
--porque después del detallazo de Fernando no creo que lucero se resiste, ninguna mujer lo haría cualquiera le perdonaría hasta lo imperdonable -dijo sonriendo
--y que fue lo que hizo para que no pueda resistirse?
--le canto
--le canto? Si Fernando no canta peo ni feliz cumpleaños, como no estuve ahí para verlo -dijo soltando una carcajada
--sii!! Fue muy divertido verlos, pero lo hizo por amor; así que no importo mucho si canto bien o mal
--sin duda la ama mucho, espero lucero se de cuenta y haya razonado para escucharlo y sobre todo creerle.
-esperemos -dijo esperanzada
**DEPA DE LU**
Fer estaba sentado en la cama recostado al espaldar de ella, observaba como lu se acercaba, al entrar ella dijo.
--bien y que quiere hacer, estoy a tu entera disposición -dijo con coquetería
Fer la miro y sonrió, solo le hizo una seña dando pequeños golpecitos en la cama indicando que se sentara junto a el, lucero le dedico una mirada mientras se acercaba a el sentándose a un lado, fer la enredo entre sus brazos disfrutando de su aroma de siempre, la hacia sentir segura y protegida sentía que volaba que estaba entre nubes.
--no quiero hacer nada estar así abrazados y disfrutar de cada segundo -dijo abrazándola con mas fuerza- te amo y no pienso perderte de nuevo -dijo inhalando su aroma.
--te aseguro que nada volverá a interferir entre nosotros, nada ni nadie nos separara -dijo afirmando.
Escuchar esa palabras hacia que el corazón de fer se acelerara rápidamente sentía que todo era perfecto, la abrazo aun mas haciendo que ella sintiera que nunca la dejaría ir, esa sensación invadía a lucero y le gustaba, cada vez que sus cuerpos estaban en contacto era como un choque eléctrico el hacia que se estremeciera. Permanecieron asi disfrutando de la sensación placentera que recorría por su ser, el silencio se hizo presente hasta que fer hablo.
--lucero -murmuro
--mmm
--aun te quieres casar conmigo?
--y todavía lo dudas, claro que quiero casarme contigo -dijo con emoción- se te olvida que ya no estamos solos que en mi esta creciendo el fruto de nuestro amor -dijo amorosamente
--me haces el hombre mas afortunado.
--y tu me haces la mujer mas feliz.
--y el anillo que te di lo conservas?
--por supuesto
Sus labios se unieron y el fuego se avivo, el deseo se fue incrementando hicieron el amor rindiéndose al placer de amar... se entregaron intensamente convirtiéndose en uno solo.
