La semana iniciaba. Para lucero todo parecía estar en completa estabilidad con éxito profesional y lo más importante tenía de nuevo a su lado al amor de su vida, pero ahora con un regalo que llegaba para hacer todo aun mas perfecto el bebe que estaba creciendo en ella; únicamente fruto del amor que ambos se entregaron.
Ese lunes con desdicha tenia que verle la cara nuevamente a Luis, que aunque el no había sido el autor intelectual para separarlos había colaborado en ello, lo que hacia que lucero sintiera un enorme desprecio hacia el, pero lo bueno es que esa seria su ultima reunión después de ese día no lo vería mas, pues ya el contrato había terminado.
--bueno Luis quiero agradecerte esta gran oportunidad que me brindaste -dijo con amabilidad
Luis asintió- el no se resignaba el no tener a lucero e hizo otro intento, tomo las manos de lu entre las suyas diciendo.
--lucero... se por lo que estas pasando y tal vez sea muy pronto, pero quiero pedirte que me des la oportunidad de demostrarte cuanto te amo.
Lucero de inmediato aparto sus manos de las de el.
--Luis... tú sabes perfectamente que amo a Fernando y eso no cambiara a pesar de todo -dijo con firmeza-
--si, se que lo amas; pero el ya no esta contigo yo podría ayudarte a olvidarlo
--y quien te dijo que quiero olvidarlo, Fernando siempre escúchalo bien siempre será el amor de mi vida este o no a mi lado; el hizo que mi vida recobrara el sentido, y no insistas no puedo darte esa oportunidad que me pides
--porque no? A caso regresaste con ese imbécil
--y si así fuera que? Ese no es asunto tuyo soy dueña de mi vida y hago con ella lo que quiero -dijo en desafío
--con eso me estas confirmando que si estas con el.
--si!!! Estamos juntos y felices no amamos, eso era lo que querías escuchar no? Y ya por favor vete.
--lucero porque me tratas así, yo que te hice
Lucero soltó una carcajada
--que me hiciste y todavía lo preguntas, no me digas que sufres de amnesia temporal.
--no entiendo de que me hablas
--a ver déjame te refresco la memoria; tu y Marisol se confabularon para separarme de Fernando todo lo tenían perfectamente planeado -ella aplaudió con ironía- los felicitos son muy buenos por un momento lograron engañarme o mejor dicho por un momento me vieron la cara de estúpida.
Luis se sintió apenado y bajo la mirada