Capítulo 3

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-Estás bien?- Xiumin hyung es el primero en acercarse a mí. Había salido disparado de la habitación y ahora me encontraba en el carro, en el asiento del fondo junto a la ventana, con los audífonos puestos.
El mayor se había sentado a mi lado y podía notar las rápidas miradas que me daba, y como constantemente abría la boca dudando sobre si decir algo o no.

-Estás muy callado- finalmente se atreve a decir.

Me quito un audífono y me volteo a observarlo directamente. Los ojos del mayor se abren, mirándome con detenimiento, aunque sé que se siente algo apenado por la repentina pregunta. Chen escucha la pregunta, y se asoma desde el asiento del frente.

Aunque pretendo no hacerlo, puedo notar de reojo su mirada también posada sobre mí.
Finjo una sonrisa y asiento.

-Solo estoy algo cansado-respondo, y me pongo el audífono de nuevo, cortando cada intento de conversación.

Noto como Xiumin hyung titubea a mi lado, pero en ese momento, Luhan posa su mano en el muslo del mayor y comienza a hablarle. No sé si lo hizo por mí, o para evitarle a Minseok un momento incomodo, pero realmente lo agradezco.

Jongdae ya ha apartado su mirada de la mía y vuelto a la conversación con los otros miembros. Subo el volumen de la música, apoyo mi cabeza en la ventana y cierro los ojos.

Hacemos una parada para comprar comida y cuando llegamos a la casa, todos se reúnen en la mesa para comer, el ambiente es animado, como lo es siempre que estamos los doce juntos, pero hoy no me siento con ganas para estar ahí riendo.

-No tengo hambre, iré a tomar una ducha para luego dormir- me excuso, y me apresuro a mi habitación.

Solo unos cuantos me escuchan, y simplemente me miran marcharme. Omma Suho me mira algo preocupado, al igual que Lay y Xiumin hyung. Por lo que me esfuerzo en poner la mejor sonrisa que puedo para que vean que todo está bien.

Los demás están muy concentrados comiendo o hablando como para escucharme, pero entonces veo a Chen levantar la mirada de su plato y darme una pequeña mirada para asegurarse de que todo esté bien, y al verme sonreír reanuda su charla con KyungSoo.

Lo ha hecho nuevamente.

Maldito insensible- Pienso mientras me doy vuelta y camino al baño que esta por mi dormitorio. Mientras lo hago, no puedo evitar que cruce por mi mente el pensamiento de que el vendrá y me abrazara por la espalda, para después preguntarme que me pasa.

Por supuesto, no lo hace. Son solo mis estúpidos deseos, nada más que una fantasía.

Entro a la ducha y duro más de lo normal, pocas veces tengo la oportunidad de bañarme solo y con calma, por lo que la disfruto lo más que puedo.

Mientras el agua corre por mi cuerpo, no puedo dejar de pensar en él.

Como desearía que mis sentimientos se lavaran con el agua, pero a la vez sé que soy yo quien no los quiere dejar ir, porque a pesar de lo mucho que duele, esos sentimientos que tengo por Chen, son también lo mejor que he llegado a sentir.

Me pongo una camisa junto con una pantaloneta ligera y entro a mi cuarto, el cual para mi suerte- aun no decido si buena o mala- comparto precisamente con Jongdae.

Por un impulso me arrojo en su cama en lugar de la mía y me acurruco en su almohada.
Solo me pienso quedar aquí un momento, pero tan pronto entierro mi cara es su almohada, me veo inundado con su olor... aquel familiar olor, que me hace imaginar que lo estoy abrazando.

Cierro los ojos y dejo que este se apodere de mí.

Nunca me había dado cuenta de lo bien que olía Chen, lo que solo lo empeora: una razón más para quererlo.

Un sentimiento cálido rodea mi cuerpo, siento mis brazos alrededor de algo suave. Pero entonces recuerdo que yo no duermo con peluches o con alguna almohada extra.

Abro los ojos, para encontrarme con su cuello. Tan pronto lo veo me sobresalto y suelto el agarre. Me había quedado dormido... en su cama. Y él, en lugar de acostarse en la mía, se acostó a mi lado.

Me había levantado bruscamente ante la impresión, por lo que Chen se despierta por el movimiento.

Se da media vuelta, aun acurrucado en la almohada y abre los ojos de manera perezosa, parpadeando varias veces intentando despertarse.

-Te dormiste con el cabello mojado idiota. Te vas a enfermar- murmura lentamente.

Yo me quedo mudo, aún demasiado sobresaltado como para poder hablar, mi corazón va a mil, he estado cerca de Chen muchas veces, pero hoy por alguna razón mis sentimientos parecen haberse intensificado.

Ante mi silencio, Chen se sienta en la cama y me mira preocupado.

-Te encuentras bien?- dobla un poco la cabeza mientras me examina.

Asiento.

Pero él aún no está convencido.

-No dijiste que era yo con quien saldrías...- todo aquel resentimiento sale al aire, mientras me acuesto de nuevo y miro hacia el techo.

Mi voz suena natural, porque soy experto en fingir.

Puedo fingir que finjo estar herido.

Pretender que es una broma cuando me duele en el alma.

Chen se ríe, claramente convencido de mi actuación.

-Por qué dijiste que era feo en la mañana... -dice él también fingiendo estar resentido y acostándose a mi lado.

-Pero dije tu nombre... -lo enfrento, y solo soy capaz de reunir tal valor de decirlo porque sé que él jamás pensará que es verdad.

-Entonces quieres que te elija?!- su voz suena juguetona, pero a la vez seria.

Y recuerdo una vez más al gato... me está retando.

Sin darme tiempo de pensar, se mueve rápidamente poniendo una mano a cada lado mi cabeza, su rostro está a centímetros del mío. Su cabello ondulado cae a los lados de su rostro.

Y agradezco con toda mi vida que no movió sus piernas también, que su parte de abajo no está también sobre mí...porque si no sería probablemente el fin de mi existencia, probablemente se hubiera dado cuenta del estado de mi cuerpo, y lo que provoca en mí.

Logro ver, a través de la oscuridad, el contorno de su sonrisa y más allá de eso, veo el brillo de maldad en sus ojos.
Sé que está jugando... está esperando a que yo le devuelva el reto, o que pierda.

Y solo por eso, lucho de manera sobre natural ante esos instintos que me hacen querer pasar la mano por detrás de su cabeza y empujarlo hacía abajo.

Hacia mí.

Me río y entonces me doy vuelta dándole la espalda, siguiendo su juego.

-Ya te cambie por Chanyeol- le digo.

Su voz resuena en mis oídos.

-Entonces te recuperaré- susurra antes de darse la espalda y seguir durmiendo.

Tic Tac ToeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora