Tic Tac Toe

Capítulo 8

-Baekhyun!- escucho un susurro en mis oídos mientras siento como sacuden mi cuerpo lentamente.

Abro los ojos, me había quedado dormido al pie de la cama de Chen, mi mano tomando la suya.

Su respiración es profunda, sigue dormido.

Levanto mi mirada para encontrarme con Lay a mi lado, mientras que Xiumin está asomándose desde la puerta. Lay se agacha y se posiciona a mi altura, y luego su mano recorre mi frente.

-Bien, no te has enfermado también.

-Hyung, por mi culpa Chen está enfermo- le digo mirando al chico que parece un gato, no sé porque se lo digo a él, solía guardarme todo para mí, pero el ver a Jongdae de nuevo temblando hace que la culpa no deje de invadir mi mente.

-Entonces solo debes asumir la culpa- dice Xiumin hyung en un tono bajo, cuando Lay y yo nos volteamos a verlo, se encoje algo avergonzado, sin embargo termina de hablar- cuídalo para que se recupere.

Me apresuro a asentir, por supuesto que quería cuidarlo.

-Hablare con Suho, sé que el manager se molestara pero haré que les de algo de tiempo libre- con esto el mayor se va.

Lay levanta una bolsa que sujetaba con su mano derecha.

-Compré algo de medicamentos, dáselos cuando despierte- me susurra al oído, intentando no despertar a Chen.

Asiento de nuevo y bajo la cabeza.

-Gracias Hyung, disculpa las molestias.

-Nadie tiene a este tonto, él se lo busco- me dice con una sonrisa compasiva -a veces puede ser un desconsiderado.

Abro los ojos con sus palabras, mientras que Lay hyung suelta una pequeña risa y me guiña un ojo.

Y entonces lo entiendo...Lo sabe, mis sentimientos por Chen... la razón por la que hui, la razón de por qué he estado así últimamente.

Antes de que pueda preguntarle algo más, se pone de pie y camina a la puerta, se devuelve para darme una última sonrisa y me deja de nuevo en el cuarto solo con Chen.

Examino al chico gatuno, no he tocado su frente cuando ya siento todo el calor que emana de su cuerpo.

Me levanto y mojo una toalla en el baño, y regreso para ponerla en su frente.

Abre los ojos lentamente y aparta mi mano antes de que lo toque.

-Vete Baekhyun...- dice en un tono serio, con su mirada fija en la mía- no quiero que te enfermes por mi culpa.

-Me quedo- lo contradigo, y termino de poner la toalla en su frente.

-No tienes por qué cuidarme, Lay hyung tiene razón, lo merezco- sus ojos me miran fijamente, y su cuerpo tiembla un poco por el frío.

Me quedo callado. No sé qué hacer ahora que Chen ha oído, eso significa entonces que él también lo sabe?

-Es un juego que ambos jugamos- digo negando.

-Ambos tenemos la culpa entonces?-pregunta, su voz suena algo débil, pero él como siempre sonríe, a pesar de estar enfermo y con dolor, sonríe para mí.

Chanyeol y Kai se asoman por la puerta en ese momento, revisando a Chen, y se sientan cada uno a un lado de la cama.

Chen insiste en que ya durmió lo suficiente, y propone jugar algunos videojuegos, por lo que los recién llegados se sientan en mi cama formando un equipo, y nosotros dos el otro. Esto, no tanto por destino, sino que Chen es el peor jugando videojuegos, y yo soy el que más juega, así que había que formar equipos justos.

Entre más avanza el juego, más me sumerjo en él.

Kai y Chen ya murieron, por lo que ahora estamos en un 1 contra 1, Yeol y yo.

Me había metido tanto en el juego, que no me había dado cuenta de que Chen se había quedado dormido, abrazándome como a un peluche.

Kai estaba adormilado también, por lo que ambos se fueron dejándonos el cuarto solos de nuevo.

Me muevo lentamente para evitar despertarlo, y dejo que se acomode en mi pecho.

En cierta forma, me gusta verlo enfermo... debido a que está débil, con la guardia baja.

No es ese gatito malévolo que siempre está haciendo bromas, esta vez soy yo, quien puede hacer el movimiento primero.

Me deslizo suavemente en la cama, y sin pensarlo, toco suavemente sus labios contra los míos.

No dura más que un segundo, no es más que un simple rose y a pesar de eso mi corazón explota y los latidos se aceleran, mi respiración se vuelve más agitada.

El momento fue tan insignificante, que Chen ni siquiera se despierta, sus ojos permanecen cerrados, mientras que los míos no se cierran en toda la noche.

Me desvelo, repitiendo ese insignificante momento en mi mente, mi momento más preciado.