Capítulo 18

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- ¡Enhorabuena!.-

Odi no podía evitar sentirse animada por aquella noticia. Si Briana llevaba ahora ese enorme anillo en su dedo, ella también podía conseguirlo.

- Gracias.-

- ¿Y cómo fue?.-

- Si te digo la verdad, no incluyó ni petición ni un Jed de rodillas.-

- Ahora nos tienes intrigadas.-

- Pues... después de una increíble y maratoniana noche de sexo alucinante, me desperté por la mañana sola en la cama, algo poco habitual, salvo que Jed tenga que irse mucho antes a entrenar. Cuando abrí los ojos, él estaba sentado en una silla a unos metros de la cama, con su mirada sobre mí, los codos en sus rodillas, y una sonrisa juguetona en la cara. Me dijo "Buenos días", le respondí y me preguntó "¿vienes a darme un beso?", me entrañó, pero me dispuse a hacerlo, porque cuando Jed tiene esas extrañas maneras de hacer las cosas. Cuando empecé a incorporarme, noté que la mano que suelo meter bajo la almohada, estaba atrapada, así que con cuidado, alcé la almohada y entonces vi el anillo en mi dedo.-

- Vaya, si que hace las cosas de maneras extrañas.-

- Bueno, siento quitarte el protagonismo, pero yo también tengo una gran noticia que dar.-

- ¿Sí?, cuenta.-

- Estamos embarazados.-

- ¡Oh, Dios mío,!, enhorabuena, Elsa.-

- No quería decíroslo antes, porque queríamos estar seguros de que todo iba bien.-

- ¿Qué tal lo lleva Chris?.-

- Bueno, creo que demasiado bien.-

- ¿Demasiado bien?.-

- Se pasa el día visitando páginas en internet con todo lo relacionado con el embarazo. Está tan metido en ello, que no me sorprendería que se pusiera a empujar por mi el día del parto.-

- Eso no es malo.-

- No, no lo es.-

- Bueno, ahora que nos hemos alegrado el día con nuestras noticas, ¿Qué tal si seguimos trabajando con lo tuyo?.-

- Me parece bien.-

- ¿Tienes preparado lo de mañana?.-

- Está todo listo.-

- Bien, entonces solo queda esperar a que dé el paso.-

Donovan

¡Genial!, me libro de uno y aparece otro. No es que este tenga un coche mejor, ni que sea más guapo que yo, ni que tenga estilo, pero me mosquea, porque se ve muy parecido a como era Odette antes. Parece uno de esos tipos cerebritos, con un coche caro, pero seguro, un volvo. Lleva una camisa blanca de manga corta, y gafas de montura negra. Le hace falta corte de pelo más moderno, pero por lo demás... parece educado, alto, con un buen cuerpo, y tiene una increíble sonrisa, y no, no me estoy haciendo gay, tan solo se apreciar los puntos a favor que tiene la competencia. Y el más grande de todos, tiene su afecto. Se han saludado con un gran abrazo cuando vino a recogerla para llevarla a comer, y le ha dado otro gran abrazo, con beso en la mejilla al despedirse. Necesito un analgésico, porque me está empezando a doler la cabeza. Pero no, tengo que estar allí plantado, delante de la puerta del baño de señoras, en una planta que no es la mía, esperando a que ella salga para saltarle encima.

- Oh, vaya, ¿esto se va a convertir en una costumbre?.-

Estupendo, al menos se lo está tomando con buen humor, y no piensa que soy un acosador, aunque sé que lo soy.

- Cada vez que te veo estas con un tipo diferente, así es difícil pedirte una cita, sobre todo con otro tipo delante.-

- ¿Se supone que debería darte algún tipo de explicación?.-

- No, - "Pero me encantaría que así fuera", pensé.

- ¿Entonces?.-

- ¿Cenarías conmigo mañana?, si no estás ocupada, claro.-

Y ella va, y me regala una dulce sonrisa.

- No, no estoy ocupada. Y sí, me encantaría cenar contigo.-

- Bien.-

- Y es mi hermano.-

- ¿Qué...?.-

- Ion, es mi hermano.-

- Yo no he ...-

- Pero te morías por saberlo.-

- Sí, eso es cierto.-

- Entonces, ¿a qué hora me recoges y que ropa me pongo?.-

Una nueva cazadora 3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora