Cuando recibí aquella llamada, la caza se fue a la mierda. Primero estaba mi hermano. Me gustó el detalle de Donovan. No quiso dejarme sola, estuvo a mi lado toda la noche, esperando por los resultados del TAC. Afortunadamente, todo parecía estar bien, aunque le dejaron en observación. Por la mañana, salimos los tres del hospital. Donovan me cubrió con su chaqueta y me ayudó a entrar en el coche, después de acomodar a mi hermano. Juntos lo llevamos a mi casa, y le esperó hasta que lo metí en la cama. El muy testarudo quería volver a su casa, pero ni de broma le iba a dejar solo.
- La medicación le ha tumbado. Creo que se quedó dormido en el momento que su cara tocó la almohada.-
- Tu también necesitas dormir.-
Sentí sus dedos acariciar mi mejilla, mientras sus ojos preocupados estudiaban mi expresión. No podía negarlo, estaba agotada, física y anímicamente.
- Tú tampoco has dormido.-
- Lo haré cuando llegue a casa.-
- Oh, tengo que llamar a la oficina para...-
- Ya les he llamado. No te preocupes. Tú solo descansa, y vuelve mañana al trabajo.-
- Estás en todo.-
- Ahora quiero que te metas en tu pijama, y te metas en la cama a dormir todo el día. Te llamaré por la tarde para ver como estáis los dos.-
- Gracias.-
Le envolví en un cálido abrazo, y me dejé arropar por él. ¿Podía haber algo más reconfortante que un abrazo como aquel?, lo dudo.
Donovan levantó mi barbilla con cuidado, y me regaló un beso dulce, cálido, suave. Y después se fue. Definitivamente, me estaba enamorando de él, aún más. Tenía que atraparlo, antes de que alguna otra me levantara la pieza. Tenía que convertirme en su todo, porque él era ya el mío.
Donovan
No me gustó dejarla, pero sabía que no podía acostarla a mi lado, y dejar que el sueño nos tomara a los dos. En aquel momento, me moría por meterme en su cama, abrazarla, y darle en consuelo que necesitaba. ¿Me estaba convirtiendo en un ñoño blandengue?, seguramente, pero no iba a hacer nada al respecto por evitarlo.
Así que fui a casa, me duché, me cambié, y llevé mi cansado cuerpo al trabajo. Tuve que contestar infinidad de preguntas, la mayoría con malicia. La escenita del aparcamiento había corrido como la pólvora entre el personal. Así que me costó convencerles, de que mi cansancio se debía a una larga noche de vigilia en el hospital, y no a una salvaje noche de sexo. Ojalá. Puede que ese día no estuviese muy centrado en el trabajo, o puede que mi prioridad fuese encontrar toda la información disponible, sobre como tener sexo con una virgen. Como a los del departamento de informática, les diera por revisar mi historial de búsquedas en internet, lo tenía muy chungo. Al menos, al final de la mañana, tenía una idea bastante clara de a que atenerme, y cómo enfrentarme a ello.
Las cuatro y media, levanté el auricular del teléfono e hice la llamada que prometí.
- Hola.-
- ¿Cómo está Ión?.-
- Ganando puntos como el paciente más protestón.-
- Entonces está mejor, me alegro.-
- Yo también.-
- ¿Qué te parece si compro algo y me acerco para que cenemos los tres?.-
- Eso suena fantástico. La verdad, no tengo muchas ganas de hacer cena.-
- Entonces decidido, estaré allí a eso de las seis.-
- De acuerdo.-
Y como planifiqué, allí estaba yo, cargado con dos tipos de comida diferente, tocando el timbre de la casa de Odette, Odi. Su hermano la había llamado Odi. Le quedaba.
- Llegas puntual.-
- Es un vicio.-
- Pasa.-
Ión estaba en el sofá, cambiando de canal cada 30 segundos, como si nada le interesara realmente. Cuando entramos en la cocina abierta, el había tirado el mando sobre el sofá, y estaba con un pié dentro.
- ¿Puedo ayudar?.-
- Los manteles y los cubiertos están en los cajones de la derecha.-
Colocamos la comida en platos, Odi sacó algo de agua y una cerveza de la nevera, y nos pusimos a comer.
- Así que Donovan, ¿estás saliendo con mi hermana?.-
- ¡ Ión !.-
- Eso espero. ¿Tú qué dices?.-
- Supongo que sí.-
- ¿Ahora es cuando me vas a amenazar con cortarme algo si la rompo el corazón?.-
- ¡Donovan!.-
La pobre Odi estaba roja como un tomate. Sí, seguro, aquella conversación era la perfecta para ello.
- No. Si hay que cortarte la pelotas, ella lo hará solita, y además, hacer que parezca un accidente.-
- ¿Tratas de asustarme?.-
- No te veo asustado.-
- Eso es porque no tengo motivos.-
- Bien.-
- ¿Podemos dejar ya esta conversación?, me estáis poniendo incómoda, los dos.-
- Te daré mi teléfono, así podemos terminar de hablar.-
- Me parece bien.-
- ¿Os estáis oyendo?. -
- Este pollo está de muerte, ¿Dónde lo has comprado?.-
Y así, sin más, Ión cambió de tema, Odi comenzó a recuperar su color habitual, aunque no dejaba de mirarnos con esos ojos acusadores, y yo descubrí que me llevaría estupendamente con aquel tipo.
Cenamos, me ofrecía a acercar a Ión a su casa, y Odi se ofreció a recoger todo. Los chicos nos libramos, uno por haber traído la cena, y el otro por convaleciente.
Cuando dejé a Ión en casa, tomé la gran decisión. Si, él tipo me gustaba, y su hermana mucho más, y ahora que todo parecía de vuelta a su lugar, tenía algo pendiente. Conduje hasta la casa de Odi, llamé a la puerta, y esperé. Ella abrió la puerta, su rostro confundido, y antes de que dijera nada, la apreté contra mi cuerpo y la di un beso rápido.
- Los niños están acostados, la cocina está recogida. Es hora de papi y mami tengan su momento.-
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Una nueva cazadora 3
RomanceOdi lo tiene todo; inteligencia, un trabajo que la gusta, un buen sueldo, y el respeto y admiración de sus compañeros. Bueno, casi todo. Le falta él, Donovan. Ella es inteligente, demasiado, y aún así, no puede alcanzarlo, hasta que aparece un "Hada...