Odette
Estiré el cuello hacia el pasillo donde se encontraba el aseo de señoras. Cuando vi la cola formándose allí, no necesité más información. El resultado de la ecuación era fácil. Aquellos dos estaban teniendo un momento privado en un lugar público. No noté que estaba sonriendo hasta que escuché la voz de Donovan.
- Deduzco que no estás preocupada por tu amiga.-
- Antes lo estaba, ahora ya no. Está en buenas manos.-
Cuando Donovan entendió, sus cejas se alzaron con sorpresa.
- Ah, caramba.-
- Espero que seas discreto.-
- Una tumba.-
- Contaba con tu diplomacia.-
- Ser encantador es mi trabajo.-
- Si, tienes un don ahí.-
- No todos podemos ser unos genios con dos licenciaturas, como tú.-
- ¿Me estás llamando rara?.-
- Eres superwoman, cariño. Muchas mujeres matarían por ser como tú.-
- Suena a piropo.-
- Piropo sería decirte que tienes unas curvas más peligrosas que el circuito de Albert Park, o que puedes derretir un iceberg con una sola mirada. Decirte que eres única es solo una manera de constatar la verdad. –
- Sigue diciéndome cosas de esas, a mi ego le encantan esos piropos.-
- Ven a cenar conmigo, y te untaré con tanta miel que las abejas te perseguirán hasta casa.-
- Ahora entiendo como consigues esas cifran en ventas.-
- Me matas, no pretendo venderte nada.-
- ¿Nada, seguro?.-
- Sólo buena compañía.-
- Cena, buena compañía... suena a cita.-
- Puedes apostar a que sí.-
- Tun no tienes citas con gente del trabajo.-
- He salido con gente del trabajo, solo que no lo voy pregonando por ahí. De todas maneras, pareces saber mucho sobre mí.-
- Escucho muchas cosas en la oficina, aunque crean que no presto atención.-
- Así que soy tema de conversación en tu oficina.-
- Tampoco te creas tan importante. También se habla de la operación de hemorroides de Dawson, del aumento de pecho de la secretaria de recepción, y el implante de pelo del guarda de seguridad del turno de noche.-
- Vaya, da repelús mezclar mi vida sexual con las hemorroides de Dawson.-
Odette soltó una sincera carcajada.
- Oh, dios mío. Puedo imaginarme a la gente saltando de tu última cita, al posoperatorio de Dawson, y luego a mi cambio de imagen.-
- Una mezcla curiosa, si.-
- De acuerdo, tu ganas.-
- ¿Yo gano?.-
- La cita, si todavía quieres.-
- Oh, claro que quiero.-
- Pero prométeme que no hablaremos de operaciones, injertos capilares, implantes u otras cosas así.-
- Te lo prometo.-
- Bueno, ¿cuándo quieres llevarme a esa cena?.-
- Eh,... me has pillado. No pensé que aceptaras a la primera.-
- Entonces tendrás que improvisar. He oído que eres bueno en eso.-
Odette tomó su vaso para darle un largo trago, dándole tiempo para asimilar aquel comentario.
- ¡Mierda!, no voy a tener nada de misterio sobre mí que ofrecerte.-
- No lo creo, Donovan. Todos tenemos mucho de misterio que descubrir en los demás.-
Y seguro que tú te mueres por descubrir mis secretos, Donovan. Por eso quieres llevarme a una cita, porque has descubierto que la nueva imagen que ofrezco esconde mucho más, y quieres descubrir que te has perdido hasta ahora.
- Hoy, cenemos hoy. –
- ¿Hoy?. De acuerdo.-
- Dame tu dirección y te recogeré a las 7.-
- ¿Arreglada o informal?.-
- Totalmente informal.-
Un ruido a nuestro costado, me hizo girar la vista. Una sonrojada Elsa era sostenida por un pletórico y sonriente Chris.
- ¿Todo bien?.-
- Sí, pero nos retiramos pronto. –
- Lo justo para poder pedirme un sándwich para llevar.-
- De acuerdo, mantenme al corriente entonces.-
- Te llamaré esta noche.-
- Mejor te llamo yo por la mañana.-
Elsa no necesitaría más pistas, su cabeza trabajaba lo suficientemente rápido como para sacar conclusiones.
- Ok, mejor.-
Cuando se despidieron, Elsa lanzó una mirada conocedora a Donovan, y asintió levemente hacia Oddi. Sí, esperaba su informe por la mañana.
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Una nueva cazadora 3
RomanceOdi lo tiene todo; inteligencia, un trabajo que la gusta, un buen sueldo, y el respeto y admiración de sus compañeros. Bueno, casi todo. Le falta él, Donovan. Ella es inteligente, demasiado, y aún así, no puede alcanzarlo, hasta que aparece un "Hada...